❝ D o s ❞

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—¿Quién te crees para gritarle de esa manera? —Tras soltar un gruñido de tal magnitud,  YoonGi se acercó molesto al Alfa castaño y al Omega de cabellos plateados,  importándole una mierda que un Alfa como él nunca debiera comportarse así de impulsivo. 

—Él es mi Omega, señor Min —Respondió JungKook,  temeroso delintimidante Alfa frente a él. 

Min YoonGi era el nuevo Alfa Líder de la manada de Daegu,  recientemente había tomado ese importante cargo,  pero eso no significaba que fuese inexperto en el tema.  Él había nacido como el hijo mayor en la dinastía de los Min, teniendo la fortuna de ser más poderoso que un Alfa común y corriente. 

Existían dos clases de Alfas en el mundo,  los normales y los líderes. Los líderes eran muy diferentes a los normales,  ellos sólo nacían al ser descendientes de los mismos,  la forma lobuna y humana era mucho más altay grande,  su Voz de Mando podía ser usada contra otros Alfas y estos obedecerían tal cual un Beta o un Omega...  Ellos portaban muchas características que los colocaban por encima de un Alfa común. Y por ese mismo motivo JungKook debía tener cuidado al hablarle a YoonGi. Si le faltaba el respeto o le hacía molestar, antes del anochecer estaría cavando su propia tumba.

 —¿Acaso en este lugar los Omegas no son respetados? —Exclamó con desaprobación —Que asco, nunca pensé que una de las manadas principales de Busan tenga esta clase de moral.

 JiMin apartó su mirada del peli azabache, encontrándose con otro Alfa que también parecía ser del tipo líder. A penas y pudo verlo, no lo había divisado hasta ahora. Los guardias rápidamente se acercaron a ellos intentando mermar el ambiente tenso, los Betas y un Alfa sonriente calmaron al magnate de Daegu, sabiendo que si la situación empeoraba, la imagen de YoonGi se vería afectada. Claro que desde luego dejarían que YoonGi le diera una reprimenda a JungKook. 

—Señor Min, recuerde que esta es la última manada de Busan con la que falta negociar —Habló uno de los Beta —Si usted desea,  podemos llevar a este par con nosotros y hablar sobre su comportamiento con el Alto Mando. 

—Me parece una gran idea. —Dijo YoonGi, con una sonrisa ladina plasmada en su rostro —Pero que sea mañana, hoy debemos recorrer otros lugares. Anoten la dirección de la casa de los...

 —Jeon. —Completó JungKook.

 —Sí señor. Lo haremos en seguida —JiMin más que aliviado, estaba nerviosoy asustado. El par de Betas nunca podrían saber del estado de JungKook ante la poca agudeza de sus olfatos, pero él sí que podía, y el aroma del pelicastaño le advertía que éste estaba sumamente enfadado.

 Los Betas, obedeciendo la palabra de su líder, registraron la dirección de la ostentosa cabaña del matrimonio Jeon. Mientras que JungKook despedía al par de guardias, JiMin corrió a esconderse en el baño. Algo le decía que debíaescapar o esconderse. Tenía el presentimiento de que si no lo hacía, no se salvaría de una golpiza. 

No lo entendía, ya muchas veces JungKook le había golpeado ¿Por qué ahora estaba tan asustado? ¿Por qué sentía que esta vez su vida corría peligro?


 . . .

 —Omega, sal ahora mismo del baño —La Voz de Mando que resonó en la casa provocó que JiMin soltara un inaudible sollozo. Su cuerpo actuó por sí solo, obedeciendo la orden de JungKook.

 Cuando menos lo esperó ya se encontraba frente al Alfa. Éste le ordenó que adquiriera su forma lobuna y que le siguiera. Probablemente JungKook le había ordenado convertirse en lobo para que nadie le escuchara llorar,  perono lo tenía del todo claro. JiMin no supo cuánto tiempo deambularon por el bosque, sólo escuchaba las ramitas crujir al pisarlas, ni siquiera tenía la noción de dónde estaban. 

—Hoy me avergonzaste frente a un Alfa Líder de otra manada... —Comenzóa decir Jeon, utilizando una calma aterradora para hablar —Has excedido ellímite Park JiMin. 

JiMin retrocedió en sus cuatro patas, pero JungKook se adelantó y tambiénse convirtió en un lobo de pelaje café. Sin tener ningún tipo de ventaja, el Omega siguió retrocediendo hasta que chocó contra el tronco de un árbol. Jeon aprovechó esto y cegado por la vergüenza de ser corregido por alguien superior a él frente a tantas personas, mordió con fuerza una de las patas delanteras de JiMin, lastimándolo con gravedad pero sin perforar un tendóno su hueso. De esa manera, la herida dolería más. 

El Omega chilló adolorido, cayendo al suelo lleno de tierra, hojas secas y ramas. No podía sostenerse sobre su pata lastimada y su pelaje se manchaba de carmín, su propia sangre. JungKook lo miró por un rato y por ese breve instante JiMin notó que el castaño le veía con un toque de lástima, pero para cuando éste pareció percatarse de la grave situación en la que estaba, decidió huir, dejando a JiMin herido en aquel frío bosque.

Minutos después lentamente su vista se tornó borrosa, ¿Acaso ese era su fin? ¿Moriría a los veintidós?...  JiMin se dio por vencido,  convencido de que iba amorir allí mismo;  la herida en su pata no le permitía caminar y cada vez brotaba más sangre de ella. Estaba comenzando a sentirse débil.

 Lo último que vieron sus ojos antes de cerrarse, fue a un enorme lobo de pelaje negro azabache acercarse a él.

(••𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊••)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora