A kiss to a homophobic girl [Lesbian]

41.

—Joder, ¿Estás bien, cielo?—Pregunta Isla con preocupación, busca con la mirada algún mínimo daño en el rostro y cuerpo de Dian. Ésta última evita su mirada, desviando la propia al espejo a su lado y mirándose a sí misma. Alguna desconocida impotencia la llena y da un paso hacia atrás.

—Necesito estar sola—Dice en un tono bajo, sin mirarla.

—¿Estás bien?

—¿Podrías dejarme sola?

—Lo siento. Si hubiera sabido que ella estaba siguiéndome no hubiera permitido que nos viera en esa situación, yo...

—¡Que te vayas!, ¿No entiendes?, ¿No estoy hablando un idioma que entiendas?, ¿eres sorda o tonta?—los gritos causan que ambas miradas se conecten. Isla está totalmente sorprendida cuando la fría mirada de Dian la golpea, y no sabe qué hacer, porque no sabe qué está pensando su novia, no sabe qué está pasando por su mente ni cómo se está sintiendo por ello. Retrocede un paso, sorprendida y sin saber qué hacer.

—Lo siento, pero no tienes porqué hablarme de esa manera...

—Está bien, me largo yo.

Isla siente su hombro ser golpeado por el de Dian y se gira para mirarla, sin embargo, no es capaz de decir algo. Así que sólo la ve marcharse.

La mirada se le nubla, y retiene las lágrimas que se forman en sus ojos; porque piensa que tiene cosas más importantes por hacer que estar llorando por un pequeño grito. Aunque siente el final de la relación a centímetros de sus manos, por ello el miedo no puede irse. Pero quiere estar con Dian. Quiere decirle que no está sola, que esa situación es de ambas, que no cargue todo en su espalda ni guarde todo en su pecho. Que ella está ahí.

Lo ve como imposible cuando llama a su celular y este suena como apagado.

El timbre suena y la saca del trance, sale del baño y con el celular en sus manos busca el contacto de Chiara.

—Nos descubrió una de sus amigas—Dice en cuanto escucha un "Hola" de su amiga.

—¿Estás bien?

—Yo...—Su voz tiembla, echando a perder su mentira.

—Mierda, no te escuchas bien, se fue, ¿No es así? ¿Dónde estás?—Desde su salón comienza a guardar sus cosas y sale sin importarle la clase.

—cerca de la biblioteca—Chiara asiente, aunque Isla no la ve.

—Espera unos segundos, está bien—Y cuelga para echarse a correr por ella.

De nuevo maldice una y otra vez en su interior. Espera estar equivocada cuando el presentimiento de que las cosas no terminarían bien aquella tarde la invade.

En cuanto la ve se apresura y le da un pequeño abrazo.
—¿Qué pasó?—Interroga en cuanto se separan.

—Estábamos besándonos en el baño y entonces entró esa chica. Nos vio, dijo algunas cosas y después Dian se le fue a los golpes, entonces le dijo que no cerraría la boca y se marchó. Quise calmar las cosas pero Dian me dijo que me fuera y yo me quedé porque yo quería... Yo quiero... Yo no quiero que lo nuestro se termine, Chiara.

El corazón de Chiara se rompe en mil pedazos cuando escucha y observa a su mejor amiga, totalmente vulnerable.

—Lo siento, Is. Sé que puedes hacerlo, sé que ella también es muy capaz. Sé que la amas. Pero esto ya no depende sólo de ti. Así como quieres demostrarle que no debe tener cargas para ella misma, no puedes poner valentía por ti sola, ella necesita poner de su parte igual.

—Pero ella me dijo que lo haría...

—Entonces no hay de qué preocuparse, Is. Es totalmente normal que quiera un tiempo a solas. Necesita un respiro también. No digo que seas un problema, muchas personas tienden a aislarse cuando se sienten acorraladas o bloqueadas, incluso molestas. Sólo deja que tome un poco de aire y entonces puedes ir a por ella, llamarla o buscarla—Intenta
convencer.

—Tienes razón.
Y, en el interior, Chiara reza por confiar en sus propias palabras. Inquietante y nerviosa.

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Tengo qué reflexionar el rumbo de esta historia