Dian planeaba muchas cosas. Tenía muchísimas cosas en mente mientras disfrutaba estar sobre las piernas de Isla, dándose tantos besos como pudiesen.
Un teléfono comienza a sonar, Dian sabe que es el suyo. Poco le importa, así que decide ignorarlo. Al menos hasta que una cuarta llamada lleva a que Isla se separe de ella.
—Podría ser importante, deberías responder—.
—Esto es más importante—Intenta regresar a lo suyo, pero la chica retrocede, sonriendo con sorna.
—Esto no es importante—Eso le hacía sentir, no lo iba a callar porque no quería y de todas formas no pensaba mucho debido a la cantidad de alcohol ingerido.
Por quinta vez suena el teléfono y Dian se sienta a un lado, respondiendo. Diciendo solamente un voy en veinte minutos y colgando en segundos.
—¿Podemos seguir?—Un vuelco en el corazón de Isla cuando intercambian miradas. Labios rojizos e hinchados, pintados por el labial de Isla, mirada dilatada y el maquillaje ligeramente corrido. Todo un bonito desastre.
—Te están esperando—Excusa.
—Pueden esperar un poco más.
—¿No es importante?
—Mi padre quiere que llegue temprano a casa, es sólo eso.
—Haz caso a tu padre—Y abre la puerta, saliendo del auto.
—¡Espera!—Sale también, no sabe qué decir cuando sus miradas se encuentran, así que dice lo primero que le sale—Puedo llevarte a casa.
Isla mira hacia el auto y después a la chica. Responde con tono burlón y una sonrisa pequeña.
—¿Qué si alguien me ve en tu auto?, ¿Les dirás que soy un vagabundo?, ¿Me vas a lanzar por la puerta?—No- no, yo...
—No, gracias. Puedo llegar por mí misma a casa. Y aún tengo cosas por hacer.
—¿cosas por hacer?
—Sí, cosas por hacer. Necesito olvidarme de algunas cosas, y mirándote no puedo.
Dian está desconcertada, no sabe qué responder porque no sabe de qué habla la más alta.
—Bueno. Entonces, ¿Puedes...?
¿Qué tan ridículo sería?
—¿Puedo...?
—Tu número. Darme tu número.
—¿Para qué lo quieres?—Interroga, arqueando una ceja.
—No lo sé. Podríamos... ¿hablar?
—¿Hablar?, ¿sobre qué?
—Podríamos quedar y salir a algún lugar, no lo sé—Está nerviosa, a kilómetros se notaba. Isla no ayudaba mucho con ea sonrisa y tono de burla.
—¿Salir?, ¿tú y yo?, ¿te estás escuchando?, no va a suceder y no porque yo no quiera. Quizá tampoco sea que tú no quieras, es porque no puedes hacerlo.
Había dolido un poco. Era verdad, sí. Pero había dolido.
—No voy a estar para ti cada vez que me llames porque estás caliente. No es lo que yo busco. No soy la persona para que busquen en tu calentón.
—Es lo que hicimos cada vez que nos encontramos.
Bueno...
Isla no sabe cómo responder a eso. Estaba en lo cierto, pero no estaba segura de qué debía responder, sólo no era lo que ella buscaba.
—sólo ve a casa—.
Ignora cada llamado de Dian, sumergida en sus pensamientos.Cuando llega con sus amigos le cuestionan donde estuvo.
—Perdiendo el tiempo. Necesitaba aire—Responde, despeinado su cabello.
Ninguno de ellos le creen, sin embargo no cuestionan.
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A kiss to a homophobic girl [Lesbian]
KurzgeschichtenQué mejor forma de callarle la boca a una homofóbica. Toma los cabellos pelinegros entre su mano y hace un puño. Acerca el rostro contrario al suyo y une sus labios con los carmesí. Aprovecha la boca entre abierta y adentra la lengua; follando la...