7.

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Debería sentirse aliviada porque no está loca, y eso es algo genial. Pero en cambio suelta una grosería con tono bajito y dirige la mirada a su comida. Ella no la había visto, así que estaba bien. Iba acompañada de un chico, y por ello no pudo dejar la mirada muy lejos.

¿será su novio?

La noche de la fiesta mencionó algo sobre compartir y por eso no le sorprendería que la besara aún cuando tenía novio.

Dian se distrae en el exhibidor de nieve, pero aún así siente una mirada sobre ella, así que se gira a mirar a su acompañante. Sorpresa es lo que tiene cuando le ve concentrado con la mirada en la comida chatarra. Pasea la mirada por el local, en busca de unos ojos en ella. Y los encuentra; castaños y grandes. Lo mejor de todo: conocidos.

Aparta la mirada, maldiciendo internamente. Sin saber a qué exactamente, al pueblo tan pequeño o a ella por el enorme ridículo que hizo el sábado. No quiere hablar ni mirarla, así que camina a otro lugar y finge estar totalmente concentrada en elegir algún paquete de galletas.

—Así que estaba en lo correcto cuando dije que te arrepentirías al día siguiente—Isla hace presencia detrás de la pelinegra. Brazos cruzados y mirada dura. Solamente se atreve a darle una mirada fugaz y seguir en lo suyo, por ello la más alta insiste con burla en la voz—¿Realmente no piensas hablarme?—Se ríe, incrédula.

Dian ni siquiera sabe qué responder. Porque definitivamente no tiene ningún insulto, porque se come sus palabras ofensivas a penas Isla da un paso hacia al frente. Porque sabe que tira mierda pero por dentro posiblemente está deseando con su alma que la chica le bese y la toque.

Todo le golpea fuerte; la realidad la golpea pero no lo demuestra.

—¿Te comieron la lengua los ratones?—Insiste Isla. Una sonrisa coqueta formándose en sus labios que por la mirada de Dian no puede pasar desapercibida—¿O acaso fui yo?

Un paso hacia al frente fue suficiente para que la más baja se tensara.

—¿interrumpo?—Un castaño alto está detrás de ella, ambas lo miran con diferente expresión.

—En realidad sí. ¿Puedes esperar afuera, chico guapo?

—Claro... iré... a pagar.

Y se marcha. Isla descubre a Dian mirándola, pero su mirada no se suaviza en absoluto.

—¿De verdad te arrepientes tanto?—Pregunta cuando está a centímetros de ella, no obtiene respuesta y la mirada en el suelo le hace entenderlo todo—Es porque estás en público, ¿No?

Alza la mirada y finalmente Isla puede confirmarlo, riendo con carencia de humor.

—No deberías ir por la vida soltando mierda homofóbica y luego ir a besar a una chica. Así no funcionan las cosas. Malditamente no.

Toma con una mano el mentón de la pelinegra, mirando directamente los labios. Sonríe de lado y ataca en un beso ligeramente largo. Se separa porque es empujada lejos.

Ríe sarcásticamente y sonríe con cinismo cuando encuentra mejillas rojas, mirada oscura y labios brillantes. Podía asegurar latidos acelerados.

—Si te gusta grítalo.

Y tirando un beso, se marcha del local.

A kiss to a homophobic girl [Lesbian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora