A kiss to a homophobic girl [Lesbian]

31.

Había intentado sacar dinero hasta debajo de las piedras y en ese momento no se arrepiente de nada, contrario a ello se felicita internamente por esforzarse tanto para ganarse ese dinero junto a Dian.

Isla sube al auto, saluda con un beso, totalmente emocionada, coloca su mochila a los asientos traseros y se coloca el cinturón a petición de su novia, quien después pone el auto en marcha en dirección a sus anhelados planes de fin de semana.

Entre toda su lista; Isla había apuntado una visita a la playa que quedaba a unas largas horas de casa en cuanto escuchó a Dian expresar su necesidad de disfrutar cada cosa de ese lugar. No era muy fan de ese tipo de lugares, pero por hacer feliz a la chica lo que sea.

—¿Nos detenemos a comprar algunas cosas para comer aquí o prefieres ir al siguiente?—Dian le pregunta.

—Aquí está bien—Responde, mirando directamente hacia la tienda.

—No sé porqué te lo pregunto, si ya sé cómo eres con la comida—Ríe, recordando todas esas veces que han salido de casa o ella misma ha realizado alguna parada antes de llegar a donde Isla sólo por un antojo de la ahora castaña.

—¿Quieres que vaya yo?—Habla cuando ya han estacionado.

—Vamos juntas—.
Y así ambas bajan en busca de snacks para su viaje. Y dentro del lugar Dian sólo puede mirar cómo la canasta entre sus manos va siendo llena por comida chatarra que su misma novia elige, reconociendo sus favoritos.

—¿Podemos comprar helado?—Cuestiona y la otra asiente, por lo que con una sonrisa amplia se dirige al área.

Isla nota la llegada de un grupo de cuatro chicos a la tienda, mas no siente la mirada de uno de ellos en ella. Pero, mientras hacen la fila para pagar, su novia sí que puede notarlo. Dian le quita la canasta a Isla y con su otra mano libre entrelaza sus dedos con los de la castaña, quien la mira con sorpresa y como respuesta recibe un fugaz beso; la sorpresa le pega con la emoción, causando una risa nerviosa.

—¿Porqué ha sido eso?—Interroga.

Para ese momento el chico mirando a Isla no está en los pensamientos de Dian; concretamente está la misma Isla con su bonita sonrisa y las mejillas coloradas.
—Porque me encantas—Contesta y sonríe mientras ve a Isla colorarse aún más.

No, Isla no estaba tan acostumbrada a ese tipo de tratos de Dian. Claro que eran novias y que sucedía de vez en cuándo pero Dian tendía a ser más cerrada y siempre que tomaba esas actitudes cariñosas y demostrativas la tomaban por sorpresa y asegura que lo seguirán haciendo.

Cuando terminan de pagar y tomar sus cosas Dian dirige una mirada dura hasta el chico que miraba a Isla y después sigue su conversación.

Así que así se sentían los celos.

De nuevo suben al auto y esta vez están listas para disfrutar su viaje en carretera.

Isla pone alguna buena canción que ambas disfrutan mientras cantan y bailan. El atardecer llega unas horas después y Dian se detiene en la orilla de la carretera para poder apreciarlo aún mejor. Ambas se recargan en la parte delantera del auto; Isla aprovecha para tomar unas cuantas fotografías. Y en ese momento se da cuenta de que no importaba la situación, siempre sería la persona quien lo hace especial.

—Estoy jodida—Dice en voz alta.

Dian, que está a unos largos pasos de ella se gira, la escucha.
—¿Qué dices?, ¿Por qué?—Se acerca a ella.

Isla la mira atentamente, cómo camina hacia ella, cómo la mira, tan bonita con tan bonito atardecer detrás de ella y puede jurar que tiene más qué admirar de la chica frente a ella que del cielo y sus brillantes colores.

—Porque ya no me veo en otro lugar que no sea a tu lado—Y no obtiene respuesta. Por segundos es puro silencio, en lugar de pronunciar alguna palabra Dian la toma de las mejillas y se inclina para poder besarla. Isla la toma por la cintura y la acerca más a ella; correspondiendo.

Cuando se separan se miran por un largo rato, el sol ya está ocultándose y deciden seguir su camino.

Las vacaciones todavía no comenzaban, pero ellas ya habían disfrutado un montón el momento.