Nenúfar [Runyu & Tu]

Capitulo LVIII: Debilidad

La Guardiana no de encontraba bien, pese a que los médicos dijeron que ella tendría un parto complicado pero a la vez seguro todo eso parecía mentira ahora, se encontraba tan débil que incluso ella debía pedir a cualquiera a su lado ayuda, todos sus sirvientes eran médicos en algún campo, no fue hasta que Chang Le dictaminó que ella tenía una elevada energía Fría y por eso estaba así, cuando estaba junto a Xu Feng, el Yang que esté portaba contrarrestaba la cantidad excesiva de esa energía en ella, manteniéndola capaz de estar tranquila, pero unos días después empezó a decaer, su cuerpo palidecia, las fuerzas de comer desaparecían e incluso las necesidades básicas también, solo se dedicaba a dormir y a beber el tónico para prevenir un aborto espontáneo gracias que su hijo LiXiYan se dedicaba a bajar para que ella de mantuviera al menos en una óptima condición, fue tal si deterioro que pidió a Jin Mi que supervisará el Reino Floral, claro que está no sabría hacerse cargo y le pidió al Primer Príncipe Celestial que lo hiciera, este fue al Palacio Liangfeng, debía preguntarle a la Guardiana como lidiaba con los asuntos de las tribus demoníacas Dorgon y Bijuli, las cuales se encontraban en disputa por el cargamento de frutas y semillas de este mes, 7 meses, en una semana más la vida de Runyu y JinMi estaría en facto, pero aquellos momentos en la mente de la Deidad Nocturna desaparecieron cuando vieron la palidez tornar alrededor de aquella mujer que tanto amaba, estaba acostada con los ojos cerrados, su vientre ya notorio ante el embarazo, usaba unas prendas internas color rojo que eran visibles debido a que está sudaba, rápidamente fue a su lado, al llegar unas manos rodearon las suyas que estaban por tocar las contrarias.

- No me quiero casar con Xu Feng... No me quiero casar... - la voz débil hablaba cortada, incluso parecía un hilo.

- ¿Con quien quieres casarte? - Contesto sereno la Deidad Nocturna.

- Con... Con.... Su Alteza Real, Run....Yu - un quejido doloroso hizo que esté de alterará y rápidamente pidiera a los sirvientes afuera del Palacio que llevarán a un médico.

Este creyó que irían por algún médico real o alguna Deidad Médica, pero en su lugar llegó Chang Le y Qilayin, ambos, sirvientes de la mujer postrada en la cama estos amablemente le pidieron que se retirará y así fue, sin embargo se distrajo cuando Kuang Lu hablo.

- Su Alteza, el vestido de la Inmortal Jin Mi ya está en el Salón Bianyi, también a llegado "eso", se encuentra en la Recámara Dōngběi- Este rápidamente fue a este último lugar, no le interesaba nada el primero debido a el crimen que Su Prometida había cometido junto a su Hermano Menor.

Al llegar estaba en el Palacio Xuanyi, al entrar a su recámara principal se situó entre la esquina Noroeste de aquella habitación, trazando líneas en el aire un brillo salió de la brecha mostrando una puerta corrediza entre ambas esquinas de la pared, la Recámara Dōngběi, una habitación algo amplia y de forma frugal pero no dejando de ser sutil y delicada, pensada para una mujer.

Pasando una cortina lila en esta se encontraban prendas, adornos y tocados, totalmente pensados como dote, el Primer Príncipe Celestial cerro sus ojos de forma tranquila al ver las vestimentas delante de el, una de color rojo y con detalles dorados, una blanca con los mismos detalles, a lado de cada una tocados de oro y jade, alrededor del cuarto se apreciaba oro, plata, piedras preciosas y telas, solo faltaba una pieza.

- ¿Lograste traer eso? - La Deidad decía a la sirvienta a su lado

quien sacó una caja algo alargada, de ella, una escama de dragón, la cual fue tomada por este. - La Hermana Mayor es descuidada y deja el amor de la persona a un lado por odio, la Hermana Menor intenta reparar su daño. - Con estás palabras fichas una hermosa horquilla de jade y plata se dislumbro en la escama.

El ornamento delicado fue puesto nuevamente en la caja de manera y colocado en una mesita frente a ambas vestimentas que eran apreciadas por la Deidad.

- Todo lo que hago es por ella y nuestro destino, Bai Li, cuando sea Emperador haré hasta lo imposible para hacerte mi Emperatriz, si ese no es nuestro Destino, con que seas mi Noble Consorte o mi Concubina Real te trataré con diligencia - Este tocaba la caja que estaba en la mesita con delicadeza, no fue hasta que La Doncella hablo.

- Su Alteza, ay otro asunto que atender, hablé con la Deidad MingXiu, dice que es posible hacer su pedido, pero ocuparía que la Guardiana Bai Li de luz al hijo que tiene en su vientre para poder perseguir - El ambiente se torno tenso, la Deidad Nocturna no quería eso.

Quería que su preciada mujer fuera pura el día en que se comprometieran, pero para eso ocupaba dejar que diera a luz a los hijos de otros, no lo permitiría, tendría que buscar la solución aún si eso le costaba todo.

- Vuelve con la Deidad MingXiu, dile que busque una nueva forma de que el cuerpo de la Guardiana antes de su boda con Xu Feng pise los Cielos Actuales, no es importante si ella pierde los recuerdos - La sirvientes Kuang Lu hizo una reverencia y se retiró, el dragón vio el anillo en su dedo y solo sonrió.

El había robado lo que unía a Bai Li y a Xu Feng como espíritus vinculados, cuando esté tomo el anillo del dedo del Fénix aquel ornamento blanco y verde se convirtió en frío invierno a un tono azul, este supuso que era porque el también estaba en la vida de la Guardiana, sin saber que solo la estaba matando de dolor, a ella y a su hijo.