Capitulo LIX: Una pérdida tan dolorosa.

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Hoy era el día en que finalmente Runyu, la Gran Deidad Nocturna y Jin Mi, la Deidad del Agua se casaban, aquel día en donde la Guardiana le rendía respeto a Jin Mi como Primera Cuñada y dónde se dedicaba a su Esposo, Su Primera Alteza no se había visto por ningún lado, y la Guardiana no lo sospecho, era su boda después de todo, mientras tanto ella se encontraba vistiendo, esta vez iría con un atuendo rojo y negro, ornamentos dorados y con toques florales, el dolor de cabeza no se tardó, sin embargo está simplemente respiro profundamente, así mismo su palidez fue cubierta por maquillaje sutil, hoy su hermana se casaba, debía dejar su malestar solo para ella.

Hoy era el día en que finalmente Runyu, la Gran Deidad Nocturna y Jin Mi, la Deidad del Agua se casaban, aquel día en donde la Guardiana le rendía respeto a Jin Mi como Primera Cuñada y dónde se dedicaba a su Esposo, Su Primera Alteza no se había ...

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Bai Li se veía por última vez en el espejo y salió del Palacio Liangfeng, su camino se detuvo cuando vio a su Esposo con armadura de fénix y un semblante severo.

— Mis respetos a Su Alteza La Deidad de Fuego, Lord Liao Yuan Jun – Saludo a ambos hombres con esperanza de solo ser eso hasta que el fénix la tomo de los hombros.

— No quiero que te presentes a la boda de Run Yu y Jin Mi – Soltó sin más, al mismo tiempo que veía el vientre de la mujer. — Lamento que no pudiese estar en parte de tu embarazo, prometo estar en las últimas etapas, criare a mi hijo de buena manera – La Guardiana bajo la cabeza y simplemente negó.

— Su Alteza no se debe de preocupar por está simplemente Guardiana, se que desde un principio no debió de suceder, sin embargo, sigue siendo mi hijo y cualquier cosa que el necesite yo estate allí – Sonrió sutilmente la Guardiana, a su vez que alzaba la mirada. — Usted no me puede negar ir a la boda de Su Alteza Runyu y mi hermana, después de todo soy la Princesa del Palacio Liangfeng y Consorte Qiwu, también no olvide que soy Su Alteza La Guardiana, así que me despido, iré al Palacio Bianyi – Se despidió de este antes de que hablara y se alejo de forma rápida, cerro delicadamente sus ojos mientras respiraba profundamente.

— Mi Señora, no debe de caminar tan rápido, déjeme ayudar le – El demonio azul eléctrico a su lado hizo aparecer una silla de manos, y en cada extremidad se encontraba Yibo, Qilayin, Ban Ruo y DaHan.

— Puedo saber el porque yo tengo que mover la silla, soy una Dama Refinada, no un bruto como todos aquí – Dijo la única mujer del séquito de Bai Li.

— Su Señoría debe llegar con bien al Palacio BianYi, así que debo despejar el camino, si llegan a tropezar o hacerle daño a Su Señoría y al Bebé Real, los ahogare en el Río del Olvido, Mi Señora – Chang Le ofreció su mano con el fin de que la Guardiana la tomara y se sentará en la silla.

— Chang Le, se que quieres proteger a mi hijo, pero no debo obligar a nadie para que me pueda mover, puedo ir yo sola – Dio un paso, pero el bebé en su vientre dio una leve patada haciendo que está se tambaleara hacia atrás cayendo.

Sin embargo no sintió el suelo, en su lugar unos latidos leves le hicieron abrir los ojos, Chang Le tomo delicadamente su mejilla y la sostuvo, mientras ella protegía su vientre este dejó caerse junto a la Guardiana soportando el peso en su pierna izquierda, los demás sirvientes fueron al lugar viendo la escena.

Sin embargo no sintió el suelo, en su lugar unos latidos leves le hicieron abrir los ojos, Chang Le tomo delicadamente su mejilla y la sostuvo, mientras ella protegía su vientre este dejó caerse junto a la Guardiana soportando el peso en su pierna...

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— Guardiana, fue mi culpa, soy negligente al cumplir una tarea que de me dio por el Sirviente Principal Chang Le y por poco le ocasiona un accidente, castigue me – Ban Ruo se postro al suelo con remordimiento, a su vez que sentía la pesada mirada de Chang Le sobre ella.

La Guardiana no pudo responder, sintiendo como su cuerpo se elevaba rodeo el cuello de Chang Le para evitar caerse, este en modo princesa la llevo hasta la silla de manos haciendo que se sentará, vio a todos los sirvientes con una mirada de fuego mostrando superioridad, todos se arrodillaron ante aquel acto.

— Soy el Sirviente Principal de la Guardiana de los Reinos, proclamó su bienestar y seguridad siempre ante todos, deben de respetar mis órdenes como es debido ya que todos aquí queremos el bien personal de Su Señoría, cualquiera que desobedezca el orden será sancionado, aún más si nuestra Señora está embarazada, así que ahora mismo, se les ordena transportar con sutileza la Silla de manos hasta el Palacio BianYi, ¡A quedado claro! –

— Soy el Sirviente Principal de la Guardiana de los Reinos, proclamó su bienestar y seguridad siempre ante todos, deben de respetar mis órdenes como es debido ya que todos aquí queremos el bien personal de Su Señoría, cualquiera que desobedezca el...

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Los Sirvientes Secundarios temblaban de forma inconciente, de forma colectiva asintieron y cargaron el sedan, el demonio veía complacido a su vez que aún Su Señora mantenía los ojos cerrados temía que su embarazo y condición le dieran problemas en la ceremonia de casamiento, aún así siguió de acuerdo al plan de la Guardiana.

La Silla de manos bajo en el Palace BianYi, su dueña era la Futura Princesa Consorte XuanYi, Princesa BianYi, Jin Mi, la Guardiana bajo solo acompañada de Chang Le, quien la resguardaba de todo, al entrar vio como su hermana solo le faltaba el tocado el cual ella pidió poner y así mismo su cabello peinar, se acercó sigilosamente y la asustó por detrás sin mucho éxito.

— Esa carita no es de una futura esposa, se feliz un poco, al menos por está hermana – Comento la Guardiana tomando el pequeño peine de madera y tomando de este.

— Es el destino quien juega con nosotros, e pensado que, si papá estuviera aún aquí el me llevaría al altar junto a Su Alteza La Deidad Nocturna, pero ahora, todo es lejano – Miro tristemente al espejo y solo sonrió levemente. — Temo que pasarás por esto, en lugar de preocupar me por mi hermanita, me hundí en el dolor.

— Jin Mi, sabes que si papá aún estuviera con nosotros el le encantaría llevarte junto a Su Alteza, aún así, las cosas pasan por este tipo de destino, nuestro Destino es sufrir para luego sonreír – Miro a su hermana al espejo y sin más le puso el tocado blanco, sonrió mientras tocaba su vientre — a el le gusta – Comento sintiendo mariposas leves.

— o a ella – Dijo Jin Mi levantándose y abrazando a su hermana fuertemente.

Aunque Jin Mi aún era egoísta y haría sufrir a su Hermana Menor.

Nenúfar [Runyu & Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora