Nenúfar [Runyu & Tu]

Capitulo LXXI: Desesperación

La guardiana había sido arrastrada hasta el Palacio del Amanecer Rojo del Reino Celestial, dicho Palacio parecía ser la cúspide del éxito de Runyu tras el decreto de la Dama Pulcra, recordaba que ella solía entrenar en el Palacio adyacente, Palacio Aves Acuáticas, un lugar frío y desolado, donde fueron a parar los hijos de la mujer, pero no por un mal propósito, realmente el Nuevo Emperador Celestial quería que estos formaran parte de su nueva familia junto a la mujer que siempre había deseado, ya que al menos en su retorcida mente coincidía en algo, si la Guardiana Bai Li perdía a sus hijos como perdió (lo dejo solo) al Emperador Invernal Dongtian, si eso pasaba con LiXiYan, Lang Hua y el recién bebé Yun Chuan, podría dañar el estado mental de la pobre mujer, sentado en el trono del Palacio Empírico pensaba en todo lo sucedido.

— Su Majestad, el Ministro de Ritos a escuchado su comunicado y a mandado los nombres propicios para sus hijos Adoptivos – Kuang Lu, la sirvienta que Bai Li esperaba que el aceptará ahora se concideraba su mano derecha y la opción fortuita de cada paso.

Tomo el pergamino y simplemente sonrió con sutileza, esperaba que así Bai He Mo Li Hua tuviera un poco de tacto con el.

LiXiYan sería renombrado LiuXing (estrella fugaz), Príncipe Yanxing del Palacio Jinyu.

Lang Hua debido a que era hija de su hermano no podía tener muchos deseos en su nombre, aún asi, titulaba a la pequeña como Princesa del Palacio Liangfeng, Princesa Heshui.

Yun Chuan, el recién nacido podría ser más fácil que los dos anteriores, aún era un bebé, las ideas futuras que podría generar en el podrían ser de ayuda, Jin Cheng, Príncipe Tianyue del Palacio Shangliang.

Y finalmente el título Precioso para la Emperatriz.

Sonrió al ver qué esté se encontraba casi bailando en el papel, en aquel momento quería ir hasta el Palacio donde estaba la Dama Pulcra y decirle “Eres mía, esto es la muestra”, pero un guardia hizo que todo pensamiento de esto fuera generado más.

— Su Majestad, Su Alteza La Emperatriz no desea probarse la Túnica Ceremonial, la sastrería ocupa las medidas para los cambios y ella no lo desea hasta tener a sus hijos con ella– Un golpe en el escritorio hizo temer al pequeño soldado.

— ¿Solo por eso?, El Palacio de las Aves Acuáticas está justamente a metros de distancia del Palacio Amanecer Rojo, ¡No podían solo llevar a los Príncipes con ella! – Lanzo el memorial en donde mostraban los títulos y justamente abajo con un decorado magro estaba.

白麗天后
Bái lì tiānhòu

Emperatriz Celestial Bai Li.

— Pensamos que Su Majestad no deseaba que los hijos ilegitimos estuvieran cerca de Su Alteza, así que los dejamos con las Sirvientas locas del Palacio Jia Xing (Cien familias)– Run Yu por cada palabra que escuchaba del sirviente se enrojecia más, de un solo golpe lo único que quedó de el fue la armadura azulada.

— Kuang Lu, ve al Palacio Jia Xing, lleva a los príncipes con la Emperatriz Celestial, hazle saber que ellos estuvieron cambiando sus ropas – El Emperador simplemente se levantó y salió de la sala sin decir mucho, pero en su mente estaban varias ideas.

Matar al que había llevado a los niños a aquel lugar.

Por su parte en el Palacio Amanecer Rojo, una pequeña mujer de ahora prendas blancas se dedicaba a destruir todo lo que veía a su paso, cuando despertó no sentía el bulto entre sus manos, tampoco la calidez que sus hijos le daban, solo un frío vacío, cuando sus ojos se abrieron pudo ver aquel sutil lugar, estaba sencillamente adornado, algo dentro de ella solo soltó una leve sonrisa recordando varias cosas, pinceles de aquamarina, papel de eucalipto y toques de celeste y blanco, su habitación en el Séptimo Palacio Xuan Yi lucía igual, un dolor en su cabeza hizo que recapacitara, sus hijos, los niños no estaban, le prometió a Xue Ying que los protegería, pero no estaban, Doncellas y Eunucos llegaron pero solo con la sorpresa de ser llamada “Emperatriz Celestial” y con varias Túnicas a probar, recuerdos borrosos en su cabeza empezaron a hacer que ella se volviera loca, reverenciaba junto a Xu Feng, brindaba con otra persona extraña, tomaba un moño nupcial junto al Emperador Invernal WenCheng, todo como si fueran fragmentos rotos en su mete, enloqueció, llamando a sus pequeños rompió en llanto, aunque fuera la Guardiana y debía mantener sus sentimientos en orden, ahora mismo demostraba ser una Inmortal que tenía sentimientos mortales, una Inmortal que a la vez, sentía calidez y no la nitida soledad, todo eso pasando como algo fugaz hasta que la voz de una niña pequeña la hizo reaccionar.

— ¡Mama!, ¡Mama!, ¡Auch! – una Doncella Mayor de la corte tomo a la niña de la mejilla y la sarandeo como si fuera una goma.

— ¡Ten más respeto por Su Alteza La Emperatriz Celestial!, ¿Que clase de niña maleducada eres? – Vuelta una furia la Pulcra Dama estaba por actuar hasta que una voz más grave y masculina hizo sentir a todos en la sala pequeña.

— ¿Que quien es ella?, Ella es La Princesa Heshui del Palacio Liangfeng, hija de Su Alteza La Emperatriz Celestial Bai Li y de mi, el Emperador Celestial Run Yu... – Miro con denigre a la mujer quien solo pudo bajar la cabeza hasta el suelo de forma exagerada, solo quería atención por parte de la Emperatriz como nodriza, no que el Emperador la humillara así — Por lo que veo usted es quien orquestó la orden de enviar a los Príncipes al Palacio Jia Xing, Guardias, lleven a la moza a la lavandería, cosan su boca para que así respete al superior – Dicho eso los Guardias arrastraron a la mujer quien suplicaba por su vida, mientras tanto, el Emperador Celestial se acercó.

En sus manos cargaba al pequeño Yun Chuan, el cual aunque se removía inquieto no gestaba ningún sonido, el bebé era sencillamente tranquilo con quién deseaba, pero no con Run Yu, jamás con el, aún así el Dragón de Jade no estaba disgustado, al ver la escena solo Bai Li se acercó para sujetar al bebé, aquel momento quedaría en la memoria de Runyu y con una sonrisa en su mente solo circulaba la idea.

“Deseo una familia y su atención asi”.