Capitulo LXXXII: Elecciónes y Guerra

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Porque el amor es tan doloroso que incluso en tu última porción de vida jamás disfrutaste, perdiste a el alma gemela, perdiste a tu Esposo Oficial y te casaste con un hombre que es más bestia que divinidad, en sus recuerdos el Rey Mono apenas podía entender lo que había ocurrido con la mujer que solía ser la poderosa Guardiana De los Reinos.

— Creadores de Guerras para poder unir a todos, pero también creadores de hijos traidores, los Guardianes tienen una vida difícil y más si te enamoras de uno, puedes caer –

En su mente pasaba el recuerdo borroso y roto de la sonrisa de una bella mujer, adornos de oro y brocados finos, pero después un rápido incendio quemaba aquello, los truenos seguían y el solo podía mirar al ejército que se reunía.

— El día de hoy!, Venimos hacer justicia a Su Señoría, La Gran Guardiana De los Reinos para que surja una Nación Unida, ¡Un Mundo Libre! – Todos los Soldados Demoníacos, Estelares, Invernales y probablemente pocos Florales estaban reunidos ahí. — Para ello ocupamos deshacernos del mayor tirano de los Inmortales, ¡El Emperador Celestial! — Los Soldados reunidos por el resto de Reinos se vitoraban, pero los truenos caían de forma rápida, era el momento.

Reconocido como el Señor Demonio, Xu Feng tuvo que huir al Reino Demoníaco con ayuda de su Tío, El Zorro Inmortal y La Deidad del Agua, Jin Mi, está última después de saber que Sui He fue la causante del daño hacia sus padres tuvo un juicio con su hermana menor, está al ser la Guardiana tuvo que ser imparcial pero los crimenes de la mujer de la tribu de aves fueron pesados al punto de que se dictaminará con el rompimiento de sus circuitos inmortales y destinada a vagar por la tierra de los Reinos, pero el Rey Mono sabía que la mujer que destilaba veneno al igual que la Emperatriz Tuyao podría causar mal aún en el exilio así que la encadenó al pendulo infinito y lanzando la al Río del Olvido esta fue devorada por los espíritus en el.

Aún así, volviendo con el Primer Esposo de Bai Li, este se comprometió con Jin Mi, como Reina Demoníaca la flor de escarcha tuvo contacto con su hermana hasta el inicio de su embarazo, todo se había perdido e incluso se enteró de la muerte de Ban Ruo solo porque Chang Le, el Demonio Eléctrico lo presenció, el Emperador Celestial se salía de control y su Emperatriz fue encarcelada por este mismo.

— ¡Es inaudito!, La Emperatriz Bai Li está confirmada en su palacio a punto de dar a luz, sus hijos tuvieron que escapar de esa calamidad por sus propios esfuerzos – Xu Feng miraba la sala, en esta se encontraba caras muy conocidas, El Emperador Marino Jinyu, El Emperador Invernal Bingcheng (Huan Hua), La Jefa de Fragancias Peonía y LiXiYan, ahora conocido como Rey Fuheng.

— Su Señoría la Guardiana de los Reinos estará en parto en un par de horas, me preocupa que el hijo que nazca sea varón, el Emperador Celestial Run Yu enloqueceria e intentaría rápidamente volver a dejar a la Guardiana en Cinta, de ser así no tendríamos oportunidad – Confeso uno de los Ministros de Guerra que llevaban los Emperadores.

— La criatura no es el problema, el problema es su madre, nos contactamos con el Rey Lingcheng, Lord Han cree que la forma actual que tiene la Guardiana se rompa antes del embarazo y lo pierda, de ser así los Espíritus Guardianes dentro de ella intentarán fusionarse con este, será inevitable hacer que la Guardiana viva – Aquellas palabras asustaron a la Reina Jin Mi, ¿Su hermana moriría?.

— Fénix, debes hacer algo, mi hermana te dio una hija, El Emperador es un monstruo y no la soltara – En si las palabras sonaban de forma desesperada.

— Conozco bien a la Emperatriz Bai Li, Madre Real no dejará que el la toque si llegara a tener un varón, pero si se trata por lo dicho de Lord Han, es posible que mi madre rompa su forma al dar a luz... No queda de otra – el hombre se levantó tranquilamente cerrando su abanico, El Emperador Invernal estaba furioso. — Mientras ustedes piensan que que harán atacare las puertas de los celestiales, mi Reino es el más pequeño a lo cual pensaran que mis tropas son menores...

La tenacidad de sus palabras rezonaba en la sala y sin esperar respuesta iría a las puertas del lugar, dos mujeres le seguían, pero el se detuvo.

— Hong Lian, Dong Xin, no las puedo arrojar conmigo a la batalla, lo mejor es que esperen en el Reino Demoníaco con los Príncipes y las demás Consortes, puede que el Reino Invernal caiga... – Aquellas palabras aunque leves y frías se escucharon para todos los reunidos, las mujeres solo vieron al Emperador darles una mirada rápida.

— No está solo, yo estoy con Su Majestad, vivo por el y seré quién lo acompañé, puede que la Emperatriz Dingyan sea su Esposa Legítima, pero yo soy su Compañera Oficial – Un destello brillante y entre sus ropajes una vez de colores vivos una armadura de plata y la espada que sello a Dun se mostraba.

— Dong Xin, Mi Noble Consorte Principal y fiel Compañera, libremos está batalla para salvar a nuestros futuros hijos, a los inmortales y a los Reinos – Huan Hua ofreció su mano a la Consorte sin siquiera ver a Su Esposa Oficial, pero las palabras de la Consorte fueron hacia aquella mujer.

— Su Alteza La Emperatriz, Cuide al Segundo Príncipe, aunque no es mi hijo de sangre, es hijo de Su Majestad, traeré a este a salvo, pero yo probablemente no lo haga – Eso dicho cuando se había acercado a la mujer y dejarle un pendiente de jade en su mano.

La.imagen de una cabellera blanca cuál nieve y ropajes de plata fina, seda brillante así como unos hilos cuál cascada oscura de una fémina con armadura y espada salían de la sala, la Emperatriz Dingyan se arrodillaba adelante de todos los ojos y colocando su cabeza cual sirviente despedía a Su Esposo y a Su Hermana Menor, ambos se dirigían al final de la mano pero el jade que llevaba consigo mandaba la señal de que ambos aún estarían bien hasta romperse.

Nenúfar [Runyu & Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora