Nenúfar [Runyu & Tu]

Capitulo LXX: Mi Último hijo a tu lado.

— Su Alteza El Emperador Celestial, no veo la necesidad de hacer todo esto, mi compromiso con la Deidad de Fuego nunca se llevó acabo, aunque tuvimos una hija esto solo fue debido a la esencia de ambos, así que acepte estás palabras, nunca volveré a ser comprometida por su Familia Real – En los labios rojos de la mujer sus palabras eran suaves y frías, tanto que el Celestial solo pudo reír amargó.

— Usted lo a dicho Guardiana, no tiene compromisos ya con la familia Real, excepto que su hija es parte de ella, así que concidere – Toma de la muñeca al Primer Príncipe Estelar y con el filo metálico de una espada le toca el cuello. — Venga ahora a mi lado y sus hijos estarán bien – La mirada desesperada de su hijo y las lágrimas de la pequeña niña a su lado hicieron doler el pecho de la Dama Pulcra quien solo soltó débil la mano del Difunto Rey WenCheng Quanshui.

— Xue Ying Quanshui, por el bien de Huan'er, por el bien de Xi'er e incluso por el bien de Lang'er, debo ir con el, la Guardiana que debe proteger a todos los Reinos, también es dedicada a cuidar a su familia – Con la mano suelta tomo la mejilla del hombre quien atraves del antifaz que le permitía seguir en el mundo lágrimas salian.

Este con sus manos tomaba las mejillas contrarias y unía sus frentes, una despedida de amantes, o una despedida de familia, cualquiera podría ser descrita, el cabello del hombre el cual estaba de un tono blanco brillaba con deslumbró mientras que el negro abismal de la mujer lo hacía de igual manera con un resplandor amarillo, los gritos del recién Emperador Celestial se escuchaban, el sabía que aquel suceso era por algo, el esperaba ese suceso con la Guardiana recién reincorporada, pero nuevamente Xue Ying Quanshui se adelantaba, el brillo seso y en lugar de estar como antes cada uno tomando la mejilla del contrario, la mujer entre su cuerpo sostenía un pequeño bulto, el cual entre una leve estela azul celeste, jugaba un hipogrifo de tonalidades similares.

Sutileza, calidez y ternura desprendía la pequeña bolsita entre las manos, el hombre de vestimentas nupciales sus lágrimas cambiaron a felicidad, mientras que las del dragón de jade eran de desesperación, un nuevo hijo que la mujer que más amaba era una vez más el destino burlándose de él.

— Tus hijos primordiales no impedirán que no seas mi Esposa, ¡Guardias!, Lleven a la Emperatriz al Reino Celestial, deberá alistarse para la ceremonia – Los Guardias estaban por ir sin embargo una esfera de cristal impedía el paso, en ella estaban el Rey Águila Real y El Nenúfar..

— Bai Li, el antifaz se rompe, es tiempo de irme, lamento no haber concluido la ceremonia o poder hecho que te quedarás – Está vez la apariencia del hombre era más creíble a la que tenía cuando se marchó del Mundo Inmortal, aún así no hacía que la Guardiana sintiera su corazón romper.

— Es nuestra tribulación por un millón de años, debemos de vivir, vernos ser de otra persona y morir sabiendo que jamás estaremos juntos, es lo que será, lo que fue, y lo que seguirá siendo hasta la última vida de ambos – El bulto entre sus brazos permanecio tranquilo, por extraño que fuera el parecía sentir la última despedida de ambos.

— Hasta la Última vida, Shengguan Xi, Xu Feng Jia, Ning Xian y Bai He Mo Li Hua... – Sonrió el hombre mientras tocaba la cabeza del bebé.

— Hasta la Última vida, Chu Xiyan, Rong Beizong, Ying Tian y Xue Ying Quanshui... – Las pequeñas lágrimas de la mujer fueron quitadas por la mano libre del contrario quien solo se dedicaba a ver cómo desaparecía.

— Protege a nuestra familia, libera al Mundo Inmortal de personas inmorales, Huan'er seguirá siendo el Emperador justo que esperamos, Xi'er el Rey Estelar Oriental que siempre queríamos ver, Lang'er podrá disfrutar de una vida saludable y Yun'er, el podrá ver la grandeza del mundo cuando su madre lo torne blanco – Comento para después dejar sus manos a los costados.

— ¿Yun'er? – Fue sin más hasta que la sonrisa que permanecería en su mente por siempre hablo.

— Una Nube (Yun) pasajera (Chuan) recorre el río (Chuan) atrás de la montaña Fuyi, Yun Chuan, nuestro pequeño Hipogrifo Yun Chuan – fueron las últimas palabras antes de que el desapareciera.

El cuerpo del primer hijo del Rey Quanshui cayó de forma inconciente al suelo al momento que el antifaz se rompiera en fragmentos, mientras que la mujer tan rápido la burbuja se deshizo fue apresada por los Guardias Celestiales y el Emperador Celestial tan grande solo sonreía de forma irónica.

— El día de hoy decreto que la Guardiana a sido bendecida con un nuevo hijo, Jin Cheng, lo adoptare y... – La rotura de un pilar hizo que el Emperador Celestial parara, no lo permitiría, no hoy, no nunca.

— El hijo que cubre con nieve y frío invierno, una nube de brisa helada en el río congelado sutil, Yun Chuan es su nombre, y es hijo de Su Majestad el Emperador Invernal WenCheng y yo, la Emperatriz Viuda Invernal Wenmin, y nadie nisiquiera usted “Su Majestad" adoptará a ninguno de mis familiares como propio – Las palabras eran duras y más para el Dragón de Jade, era una sentencia lo que decía la Guardiana.

Más sabiendo que jamás en su vida podría tener la misma relación que con el Águila Real.