Nenúfar [Runyu & Tu]

Capitulo XLV: Gran Señora De las Flores

Y el cielo se tiño de rojo, en el mundo humano se orquesta el funeral nacional de una mujer excepcional, aquella que junto a su Esposo, El Gran Emperador Congling, Reino a su lado por más de 45 años, de los cuales se dedicó a la crianza de sus 10 hijos, a el cuidado de sus nietos y a proteger, preservar y mantener la paz en el Gran Imperio Lian, aquel cielo nocturno pintado de rojo empezaba a llorar lágrimas de sangre, tan hermoso que aquel momento, el Monarca bajo los inmortales sentía que las puertas del más allá se abrían para recibir a su amada, su única mujer y Su Única Emperatriz, sintiendo el dolor de Su Esposo Mortal, Yueliang entro nuevamente al cuerpo inmortal el cual había abandonado hace 64 días inmortales, llorando, y con la respiración cortada, su cuerpo se iluminó en un destello de color amarillento y en un disparo el Palacio del Espejo de había vuelto una pagoda de 7 pisos blancos, llenos de un frondoso brillo celestial, los ropajes interiores blancos de la dama fueron cambiados a prendas azules cuál cielo nocturno con destellos dorados, el mismo bosque frondoso lleno de lluvia se veía en estos y con una ráfaga el simple peinado que llevaba antes de aventurarse al mundo secular de los mortales se elevaba dejando un tocado majestuoso el cual portaba con dignidad, sus lágrimas se volvieron 8 preciosos cristales los cuales cayeron al suelo sin romperse y de esto abriendo sus ojos en un susurro amargo, con las palabras en la garganta menciono un nombre.

- Congling.... - Mirando a los lados vio una silueta la cual desde su nueva posición se veía como una Deidad Masculina, corrió hacia está y la abrazo sin siquiera querer soltar la. - No me abandones, prometo que nunca me iré - Esta vez de sus ojos caían lágrimas, ya no más cristales, aún así abrazo fuertemente a el ser etéreo sin siquiera verlo, hasta que sentía como le respondían el abrazo.

No fue hasta que sus ojos chocaron, ella alzando la mirada para al fin ver aquellos orbes en los que se reflejaba el cielo nocturno y las estrellas del abismo, contrario a el, en aquellos cristalinos ojos donde se veía el paisaje primaveral en un lago, tan precioso como un día soleado, tan pacifico como los árboles se movían, ese momento conecto la vida que había dejado Bai Li como humana y nuevamente resurgió la Deidad Guardiana más poderosa, la Gran Señora de las Flores, el momento se cortó cuando rápidamente al percatarse del malentendido, La Belleza Floral de separó.

- Su Primera Alteza, Runyu, presento mis saludos, lamento mi comportamiento, al despertar me sentí conmocionada por nuevamente ascender al mundo celestial - Se arrodillo mientras hacia una reverencia, sus manos adelante serían apartadas por la Deidad Nocturna para que está de levantase, sin embargo está se hizo a un lado.

Aún era fresco en ella la promesa que le hizo a su Primer Amor Humano.

"Yo, Lao'anye Zage Xue Yue, Prometo ser la Única Esposa del Príncipe Wenting, Congling, amarlo, ser la única madre de sus hijos y de la nación, ayudarlo a mejorar su Reino y así mismo crear un Imperio juntos".

Cómo el tiempo es tan incierto para algunos, muriendo a los 65 años mortales, y después de aver logrando conquistar cada Reino e instalar un Imperio junto a su Esposo Mortal, 8 años donde la paz gobierno este, ella tenía que abandonarlo, su misión había acabado cuando aquel hombre con el que se casó, dio a luz a sus 10 hijos y ayudo a instalarlo como el Gran Emperador Lian, tomo las riendas del Mundo Humano, tanto amor que se dieron para que lo dejara solo, aún así el tiempo que papá se curaría, se olvidaría y jamás se volvería a repetir, aún así viendo sus prendas, recordó cuando el cielo se torno rojo y la lluvia la llamaba, esas prendas Su Gran Amor las había hecho para ella, aquel tocado, lo había diseñado el durante sus días como Prometidos y su joyería, tan delicada, fue un juego que junto al anillo de el, eran pruebas de amor.

Aún así ella debía olvidarlo, al menos eso creía Runyu, ella no debía de perder su tiempo con un humano que daría nuevamente vuelta en la Rueda del Karma y viviría como humano de nuevo, se enamoraría de alguien más, tendría hijos con alguien más, y las promesas vacías en las que creía la Deidad Floral solo serían un juego, el haría que Bai Li olvidará todo acerca del amor a 4 personas que estaban en los ojos de la Deidad Nocturna como obstáculos.

El primero, Su Destinado, El Rey Xue Ying.

El segundo, Su Alteza, El Rey Bai Xi de las Estrellas Orientales.

El Tercero, El Humano, El Gran Emperador Congling.

Por último.

Su hermano, La Gran Deidad del Fuego, Xu Feng.