La Maldición Potter |En Edición|

El Baile de Slughorn

Estábamos en el dormitorio arreglándome para baile de Navidad, Dominique hacía mi maquillaje mientras que Kate se encargaba del peinado. Por mi parte estaba casi dormida mientras que mis amigas se divertían conmigo.

Para cuando eran las 7:30 p.m, las dos terminaron satisfechas de arreglarme, me paré de la silla y me dirigí a mi cama, en donde estaba mi vestido. Un vestido color perla con detalles negros en el pecho, con falda circular con unos zapatos te tacón negros.

-¡Por Merlín Gwennie!- dice Dominique sonríendo- Te miras hermosa.

-Gracias Dominique- dije sonrojada.

-Con eso sí impresionas a James- dice la castaña.

Salí de la sala común a las 8:00, en donde Potter me esperaba con su traje completamente negro, camisa negra y un moño perla, aclaré mi garganta para llamar su atención. Potter volteo y me dirigió una sonrisa, pero no de las que siempre me dá, no, es muy diferente.

Se acerca a mi y me pone un ramillete de mano simulando una rosa roja; lo hace lentamente acariciando su mano con la mía. Cuando levanté mi mírada él lo hizo igual.

-T-te miras hermosa Gwendoline- dice sin despegar su mano de la mía.

-Gracias Potter- dije sonrojándome.

Caminamos en silencio hasta el piso donde sería la fiesta de Slughorn, al momento solo habíamos hablado un poco y algo torpe. Llegamos al 7mo piso pasando las ocho y ya habían varias personas allí, entre ellas Louis junto con Pandora.

-Gwendoline querida- dice Slughorn viéndome- ¡Oh! Viniste con James, es un gusto verlos tan pacíficamente.

Después del saludo de Slughorn, Potter y yo tratamos de iniciar una conversación sin necesidad de matarnos el uno al otro, pero simplemente no sabíamos como iniciar la plática. Un silencio incómodo se formo en nosotros por segunda vez.

-¿Quieres ponche?- dice Potter.

-Claro- le sonreí- Iré contigo.

Caminamos juntos en un silencio, necesitaba sacar plática pero no sabía cómo, normalmente estoy acostumbrada a hablar con personas y entretenerlas pero por una extraña razón no sabía de que hablar con él.

-Lo siento- le dije luego de unos segundos de silencio- Por dejárte el ojo morado.

-No te preocupes me daba aspecto de chico malo- dice con una sonrísa egócentrica.

Fijé mi vista al techo... ¡Por Merlín! Había muerdágo, sin que Potter o alguien más se diera cuenta, incendié la pequeña planta, no acepté a venir para besárlo, no claro que no, solo vine porque no tenía otra pareja.

Louis y Pandora se acercan a nosotros; Pandora es una chica linda, nada comparada a su madre Pansy Zabini, ella es más como su padre Blaise. Los he conocido gracias a Scorpius en las vacaciones de verano. Pandora llevaba un vestido verde como el de su casa e iba de la mano de mi rubio amigo.

-Gwen, James- dice Louis al vernos- Creo que ya conocen a Pandora Zabini.

Saludé a la Slytherin con un beso en la mejilla, mientras que Potter se limíta en sonreír y mover la cabeza, ¿pero quién está atenta a lo que hace? Yo no... bueno tal vez un poco.

Estuvimos hablándo con ellos y al parecer el ambiente entre Potter y yo se relajo y para cuando ambos se fueron seguimos hablándo, especialmente de nosotros y anécdotas graciosas o cosas así.

-¿Quieres bailar?- pregunta viendo a todas las parejas bailando.

Asentí y toma mi mano, nos dirígimos a la pista, estábamos frente a frente y sus manos se mueven torpemente. Tomé su mano y la poseé en mi cintura y la otra en mi hombro. Nuestros movimientos eran torpes y puedo jurar que más de una vez nos pisamos. Luego de unos minutos agarramos ritmo y ya no eramos tan pésimos como al inicio.