James no podía creer lo que veía, no dudo un segundo más y levanto a la pelirroja del suelo y la llevo a la enfermería. ¿Estaba asustado? Claro que lo estaba, no solo por el hecho de encontrar a Gwendoline tirada en el suelo, si no igual, por el mensaje escrito en la pared.
Nadie más lo había visto aún, pero cuando James salía de su castigo algo le llamo la atención. Gotas de sangre formaban un camino hasta una de las paredes del castillo, sin duda, el mismo que se utilizó cuando la Cámara de los Secretos fue abierta, pero el mensaje era distinto.
"Los hijos de la luna van primero. Sucios mestizos".
Él no sabía que pasaba, pero de algo estaba seguro, la guerra estaba a punto de estallar y sin que él se diera cuenta estaba involucrado. ¿Cómo? Aún no se sabe.
(...)
La brisa primaveral azotaba en todo estudiante de Hogwarts que se encontraba disfrutando del clima en los pastos verdes del colegio. La mayoría de ellos estaban disfrutando de su fin de semana, los de tercer año en adelante se encontraban en Hogsmeade, y los de primero y segundo paseaban por los verdes campos. Todos, menos nuestros alumnos favoritos.
Una gran cantidad de alumnos se encontraban en el Gran Comedor, no han podido salir de ahí, no se atreven a dejar el castillo. Por otra parte, los maestros estaban en la oficina de la directora discutiendo. No sabían que iban a hacer, tenían que avisarle a los padres pero no querían cerrar el colegio.
Gwen no podía estar más confundida; hace poco que abrió los ojos para darse cuenta que no estaba en su habitación. Estaba en la enfermería, como era de esperarse luego de que "alguien misterioso" la aturdiera con un potente Desmaius.
Trato de levantarse de la camilla pero sentía una enorme dolor en las costillas y la cabeza la mataba. Su labio inferior tenía sangre seca y eso le producía un asqueroso sabor; su muñeca izquierda le ardía horrible. Gwendoline se fija en ella y nota lo que le ocasiona ese dolor. Esperaba que Madam Pomfrey pudiera deshacerse de esa horrible marca.
-Gwendoline qué bueno que has despertado- dice Pomfrey entrando a la enfermería- No me levantaría si fuera tu.
La pelirroja le hace caso y se vuelve a acostar. Pomfrey se acerco a ella con una poción verdosa y la obliga a tomársela, muy a fuerza se la tomo ya que sabía horrible.
-¿Cuánto tiempo llevo aquí Pompy?- pregunta Gwen con una sonrisilla en la cara, desde que James le dijo ese apodo para la enfermera, siempre lo usan.
-¿Has pasado demasiado tiempo con James Potter, cierto?- dice la enfermera viendo a la pelirroja la cual se sonrojo- Llevas dos días, pero dentro de unas horas ya podrás salir-.
La puerta de la enfermería se abre y en cinco segundos la camilla de Gwen estaba llena de sus amigos, aún le dolía el cuerpo pero ya no era tanto como al principio; empezaron a hablar de lo que había pasado cuando ella estaba inconsciente.
Madam Pomfrey saco a todos de la enfermería antes del atardecer y le dijo a Gwen que ya podía integrarse a su horario normal.
(...)
-Gwen hoy hay luna llena- dice una voz preocupada a la pelirroja.
-Lo sé, te va a ir bien- le sonrío con confianza.
-Sí, lo bueno que a papá no le afecto tanto, solo fue un rasguño y eso ocasiono que cuando se transformara no fuera tan agresivo- dice caminando fuera de los terrenos.
-Has hecho esto miles de veces, te irá bien Dominique- le sonreí a la ginger la cual desapareció por el pasadizo de la Casa de los Gritos.
Gwendoline regreso al castillo poco antes de la luna llena. Sabía que Dominique era la que corría más peligro que todos, ya que cuando a su padre lo rasguño Fenrir Greyback logró transmitirle la licantropía pero no como si lo hubieran mordido. Dominique es la única de los tres hijos del matrimonio Weasley-Delacour que obtuvo el P.P.P de William Weasley, aunque claro esta, no es tan complicado como el del difunto Remus Lupin, el cual era agresivo con los humanos cuando estaba transformado, obvio no, Dominique es tranquila y tiende a que su transformación sea más humana que la del antiguo profesor de Hogwarts.
La pelirroja estaba muy preocupada, temía por la vida de sus amigos y de todas las personas en el mundo mágico ya que sabía, mejor dicho, pensaba que todo aquello era su culpa ya que era su familia la que ocasionó todo eso y nadie más tenía que pagarlo más que ella.
Los pasillos del castillo estaban desiertos, ya ni se encontraba con los fantasmas ni con Peeves y eso es raro ya que el poltergeist es conocido por molestar a los alumnos de Hogwarts. Gwendoline iba caminando junto con James, quien se ofreció a acompañarla en la mayoría de sus clases cuando Pomfrey la dejó salir. El azabache sabía que algo sucedía más no sabía qué era lo que pasaba.
-Gwen- dice James llamando la atención de la pelirroja- Si te hago unas preguntas, ¿las contestarás con la verdad?-.
Eso había sorprendido a la pelirroja. ¿Lo haría? Hay cosas que no puede revelar pero, ¿se lo diría a James? No sabía que responder pero si algo le demostró el azabache es que siempre la apoyará.
-Si lo puedo contestar, lo haré- le respondió Gwen mirándolo a los ojos.
-¿Papá no está aquí por una revisión de rutina verdad?- la pelirroja niega con la cabeza- ¿Estás involucrada en lo que está sucediendo?- esta vez Gwen asiente- ¿Te puedo perder?-.
Esa era la pregunta que más temía, no sabía que iba a suceder con lo que estaba pasando y mucho menos con ella, había cosas que no podía ver.
-No lo sé- respondió con un nudo en la garganta.
(...)
El trío más raro de Hogwarts se encontraba en la biblioteca haciendo los deberes de Historia de la Magia cuando Gwendoline llega y se sienta junto a ellos.
-Hola chicos- saluda con una pequeña sonrisa.
-Hola Gwen- saludan los tres al mismo tiempo- ¿Qué te trae por aquí?- dice solo Scorpius Malfoy.
-¿Ya no puedo pasar tiempo con mi trío favorito de Hogwarts?- dice la pelirroja fingiendo ser ofendida- Me ofendes Hyperion.
-Desde que tienes un algo con mi hermano te la pasas casi todo el día con él- acusa Albus.
-No me ayudes Severus que te bajaré en mi lista de mis Potter's favoritos-.
-¿Cómo has estado Gwendoline?- pregunta Rose sonriendo.
-¡Al fin! Alguien me recibe como Merlín manda- exclama la pelirroja- Bien Rosebud, ¿y tu?-.
-Me vuelves a llamar así y será lo último que hagas Cassandra- exclama Rose roja hasta las orejas.
La pelirroja le sonrío a Rose de manera inocente; siguieron haciendo lo que debían pero Albus fue el único que se dio cuenta de la mirada preocupada de su mejor amiga. El sabía toda la carga que Gwen llevaba en sus hombro y se sentía mal con el mismo por no poder ayudarla.
-¿Qué sucede Alby?- le pregunta Gwen.
-Creo que tengo información sobre el atacante- dice el azabache preocupado.
-¿Seguro?- dice la pelirroja.
-Claro, recuerdas a...-
Lo siento mucho chicas, no he estado en mi casa... Espero que les guste.
Voten y comenten.
El cap está medio popó ya que mi cerebro esta seco.
Las amo mucho.
Con amor, LizzieMalfoy.
Cambio y fuera.
ESTÁS LEYENDO
La Maldición Potter |En Edición|
Fiksi PenggemarJames Sirius Potter sabía sobre la supuesta maldición de su familia, mejor conocida como la maldición Potter: Pelo azabache e indomable, ojos de la madre y ceguera extrema (está regla la incumple Albus, el tiene los ojos verdes de su padre y su cegu...