El hechizo.

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Kate y Fred estaban protegiendo el pasillo de la Torre de Gryffindor, no había pasado nadie por ahí hasta ese entonces pero siempre tenían que estar alertas. Se sentía un incómodo silencio entre ambos, algo que nunca antes habían tenido. Ambos eran mejores amigos desde la infancia, crecieron juntos pero por lago que ninguno de ellos quería decir se distanciaron un poco.

La castaña estaba muy asustada y no se esforzaba en esconderlo, no había nada de malo en tener miedo. El miedo es incontrolable, no te hace cobarde, te hace valiente cuando tienes el poder necesarios para hacer lo que tienes. Pero ese era un miedo que no podía controlar, no temía por ella, temía por la gente que amaba.

-Tranquila Katie, todo terminará bien- dice Fred colocando su mano en el hombro de la castaña. Kate voltea a verlo.

-Nada estará bien Weasley- le responde- Nada está bien desde hace tiempo- dice desesperada, ya no podía con lo tenía dentro, no sabía que pasaría en la siguiente esquina y estaba muy exaltada.

El pelirrojo voltea a la castaña dejándola frente a él, la castaña se puso un tanto nerviosa pero no lo demostraba. Ella conocía la clase de tipo que era su mejor, cuántas veces no lo había ayudado oprimiendo todo lo que sentía, cuantas veces no lo había apoyado. Kate lo había dicho muchas veces: "Eres un fuckboy Fred", "Tu y James se han tirado a medio Hogwarts". Pero eso no evitaba que ella sintiera eso por él.

-Lo sé- dice Fred viendo los ojos chocolates de la castaña- Para mi no han estado bien desde hace tiempo Katy-Cat- su mirada recorría todo el rostro de su amiga deteniendo sus ojos en los labios de ella.

-¿A qué te refieres?- pregunta confundida y nerviosa, más nerviosa que nada.

-A que no has salido de mi mente desde hace meses...- un hechizo lanzado por una bruja de unos treinta y tantos años los rozó, por poco y les daba. El pelirrojo Weasley le lanzó un hechizo aturdido- Lo siento pero estaba en media declaración, no interrumpa- dice divertido, la castaña no pudo evitar soltar una sonrisa-¿En qué estaba?...¡Ah si! No he podido dejar de pensar en ti y créeme que soy un cobarde por no haberlo dicho antes y esperar hasta que el caos se levantara pero ya no he po...-.

Y lo besó.

Kate calló a Fred con u leve beso en los labios. El pelirrojo estaba muy sorprendido, pero sonrió en medio del beso. Se escucharon pasos cerca de ambos, se separaron y tomaron sus manos.

-Hay que deshacernos de unos malditos- dice Fred levantando su varita.

(...)

Ted corría junto a Lily por el pasadizo de regreso al castillo, salieron por la Sala Común de Gryffindor. La Sala Común estaba vacía pero había todo un desorden, salieron con lentitud del retrato. Ted iba de frente en caso de que alguien estuviera ahí, él tenía que proteger a la pequeña Lily ante todo. Era como su hermana menor, y en cierto caso lo era, él la ha visto crecer.

-Lily sal con cuidado- dice el metamorfomago, la pelirroja salió de la Sala Común y se encontró con su primo Fred y Kate besándose.

-Que asco- murmura la pelirroja viendo a ambos. Ellos se separan y se tiñen de un rojo intenso.

-Venga Lilu tenemos cosas que hacer- dice Ted halando a la pequeña Potter.

Ambos salieron corriendo por los pasillos del castillo, se detenían antes de cruzar por las esquinas por si alguien se dignaba a atacar. Por suerte no se encontraron con nadie que fuese un enemigo, por lo que encontraron rápido a Gwendoline, estaba corriendo hasta la Sala Común de Ravenclaw.

-¡GWEN!- grita Lily un poco asustada, no le gustaba para nada como se veía el castillo en ese momento y sin poder hacer nada más. La pelirroja de ojos azules se voltea y mira a la Potter, detiene su camino y se dirigí hacía ella.

La Maldición Potter |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora