Regalo perfecto.

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Las cosas se habían calmado un poco pero los Aurores seguían resguardando el castillo. El horario extracurricular seguía en pie, eso significa que en dos semanas será el partido Gryffindor vs. Slytherin; por mi parte, estoy decidida a decirle a James -quien es el capitán, no lo olviden- mi retiro del equipo, hay demasiadas cosas con las que tengo que lidiar y aunque ame el Quidditch, no puedo seguir con todo esto.

Estaba en busca de James pero no lo encontraba en ningún lado, aunque si encontré a Louis. Corrí hacía él y lo abracé, tenía un par de días sin ver al Ravenclaw, aparte me alegra saber que está bien.


-¡Louis!- grite arriba de el.

-Cassie, ¿cómo haz estado?- pregunta mi rubio amigo.

-Normal, ¿has visto a James?- le pregunté.

-Claro ahora mi cambias por mi primo- dice dramático.

-William...- le advertí.

-Está con Fred y Frank en el Lago Negro- dice sacándome la lengua.

-Gracias Weasley- le besé la mejilla y salí disparada al Lago.


Iba saliendo del castillo para dirigirme al Lago pero algo llamó mi atención. Albus y la americana estaban sentados juntos hablando con las mejillas sonrojadas. Fingí no verlos y seguí con mi camino en busca de Potter, el cual, como había dicho Louis, estaba en el Lago con Fred y Frank.

Me acerqué a ellos con paso pausado ya que parecía realmente concentrados en algo. Al parecer Frank notó mi presencia y me saludó de manera inmediata, eso ocasiono que Potter volteará y dejará hablando solo a Fred. Me reí ante la expresión del Weasley.


-Hola Gwen- dice James de manera inmediata acercándose a darme un beso en la mejilla.

-Hola James- le respondí el saludo.

-Gwendoline, ¿ha que debemos tu Real presencia aquí?- dice Fred.


Fred tiende a hacer comentarios de la sangre de mi familia, sabiendo que mis antepasados muggles son de sangre Real y ocupo el 40 puesto en los sustitutos del trono, aparte me vio en una revista muggle junto con la Reina y no ha parado de hacer comentarios sarcásticos sobre eso.


-Cállate Weasley- le dije roja- He venido a hablar con James.


Potter y yo nos alejamos unos cuantos pasos de ellos y nos sentamos en el pasto.


-¿Qué sucede Gwen?- dice algo confundido.

-Ya no podré jugar en el equipo-.


Se quedó en silencio procesando todo lo que le había dicho, pero al parecer se había quedado en shock.


-James, Potter, Jamie- le dije.

-¿¡Estás loca!?- grita a los cuatro vientos- Eres la mejor buscadora que ha tenido el equipo de Gryffindor. ¿En dónde encontraré a otro buscador? Ninguno te llega a los talones- dice exaltado.

-James, tranquilo, respira- le dije moviendo las manos- Si mal no recuerdo, Lily es mi reemplazo, ella es muy buena buscadora.

-Pero, es el partido Gryffindor contra Slytherin- dice como niño chiquito- Y si perdemos ese partido tendremos que ganarle a Ravenclaw y Hufflepuff para poder pelear por el primer lugar-.

La Maldición Potter |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora