Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]

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Yonsuk no había hecho preguntas. Cuando Jungkook le marcó y le dijo que Jimin había sido atacado y que necesitaba su ayuda, su hermano le había dicho que lo estaría esperando.

El hermano de Jungkook trabajaba en el mejor hospital de Seúl, por lo que al llegar en la ambulancia, ya habían dos médicos esperando para llevarlo a un consultorio privado para atenderlo. Tae también estaba herido, pero aseguraba una y otra vez que estaba bien, él quería que atendieran a Jimin primero, así que Seokjin se quedó con él para convencerlo de dejarse limpiar la herida por lo menos.

Jungkook le pidió que no se preocupara, él no dejaría solo a Jimin, se quedaría a su lado.

Cuando Yonsuk entró al consultorio, Jungkook estaba cerca de la pared solo observando de forma impotente. Deseaba acercarse al chico, abrazarlo y revisar cada una de sus heridas por sí solo. Pero no podía.

Al verlo, Yonsuk le pidió a los demás médicos que se marcharan, asegurándoles que él se encargaría. Cuando los dejaron solos, cerró la puerta y suspiró.

—Ya puedes acercarte a él si lo deseas —le dijo a su hermano.

No había ni terminado de decir eso cuando Jungkook se acercó a Jimin para tomar su rostro entre sus manos y darle un beso. No había podido ni abrazarlo porque habían estado rodeado de personas, incluido Gong. Así que solo hasta que se supieron solos –relativamente–, Jimin le susurró:

—Descuida, estoy bien, Kook. No te asustes.

Yonsuk se puso a juntar el equipo quirúrgico para limpiar las heridas de Jimin y extraer los trozos de vidrio incrustados en su piel, eso era lo más urgente a atender.

—Cómo no voy a asustarme. Yo solo...

—Ya pasó, Kook. No quiero que te alteres, las heridas sanan. Y al menos esta vez no fueron mis costillas. —Lo que trató de ser una broma del chico, fue brutal para Jungkook. Lo abrazó con cuidado porque Jimin tenía heridas las palmas de sus manos así que el pequeño no podía devolver el abrazo con facilidad.

—Si algo te llegara a pasar... Minie, te juro que me muero.

Jimin se quedó callado, observándolo con los ojos brillosos y con un dedo le acarició la mandíbula, era lo más que podía usar sus manos por el momento.

—No va a pasarme nada, te lo juro.

Pero Jungkook sabía que eso no dependía del chico. Los riesgos no eran algo que él pudiese evitar. Solo llegaban, y Jungkook no podía soportar la idea de perderlo. Lo único que deseaba era poder protegerlo de tantas cosas horribles a las que estaba expuesto día a día.

—Jungkook —dijo Yonsuk, acercándose a la camilla donde estaba Jimin y sentándose en un banquillo de latón mientras acomodaba los instrumentos a su lado—. Necesito que Jimin se recueste bien y que no se mueva. Comenzaré a retirar los fragmentos de vidrio de su piel.

—¿Le va a doler?

—Kook —lo tranquilizó Jimin, acomodándose de la manera en la que quería el médico—. Está bien, puedo soportarlo.

Jungkook apretó los dientes y se quedó callado, pero no se alejó de Jimin ni un segundo. Yonsuk comenzó a revisar las manos de Jimin y con una pinza extrajo los cristales, algunos más grandes de lo que Jungkook había imaginado que serían. Luego continuó con sus brazos y terminó descubriendo que habían unos más en su muslo derecho, sobre el que había caído al suelo.

—Creo que tendrás que desvestirte, Jimin —dijo Yonsuk, poniéndose de pie—. Caíste sobre fragmentos que traspasaron la tela delgada de tu pijama.