Five Rules.

◣45-2◢

Advertencia. 

- Ya esta despertando la princesa lisiada. ¡Al fin!.- Su asquerosa voz llegaba a mis oídos como si esta estuviera muy lejos, aunque sabia que no era así, ya que podía sentir como sus repulsivas manos recorrían mi cuerpo como si este fuera de su propiedad. 

Abrí los ojos y me incorpore de golpe, no sabia como es que había quedado inconsciente, aun que aquel ardor en el cuello de seguro tenia mucho que ver. 

Una vez mi mente estaba más clara y mis ojos ya podían observar sin ver las cosas un tanto distorsionadas, me di cuenta que estaba en el suelo de un apartamento vacío, bastante lúgubre y lleno de moho, lo que me indicaba que era un lugar abandonado. 

- Te me habías escabullido bastante bien, pero para tu mala suerte tengo ojos y oídos en todas partes. ¿Te ha pasado que has deseado por tanto tiempo comer algo, que cuando lo tienes justo al frente de ti no sabes por donde comenzar? bueno preciosa, así mismo es como me siento ahora mismo, soy como un niño en una maldita dulcería.- 

- ¿Entonces harás eso? ¿Me violaras y luego me mataras? te advierto que no me iré sin pelear maldito bastardo, juro que aun que me mates te arrancare los malditos ojos, hijo de puta.- Estaba aterrada, estaba temblando de miedo, sabia que fuera cual fuera el resultado de esto, el saldo me dejaría como una victima más de este maldito demente, pero no podía dejar que notara el miedo que le tenia, no podía porque Hyunwoo me había explicado el placer que sentía este cerdo miserable cuando lograba que sus victimas le temieran. 

- Eres toda una salvaje Park Darya, creo que me entretendré un largo tiempo contigo.- Este se puso de pie y cerro su mano sobre mi cabello, acto seguido me arrastro por la habitación hasta que me estampo contra la pared y allí ato mis manos a una especie de soga, la cual estaba amarrada a un viga, lo que me hizo quedar con los brazos sobre la cabeza.

Chung-Hee saco una navaja de su bolsillo y comenzó a pasear la hoja de esta por mi rostro pero sin generar daño alguno, o eso creí hasta que me hizo un corte en el costado izquierdo. Sentí enseguida el ardor y luego escurrir la sangre tibia por mi torso.  Mi mente trabajaba a mil por hora, una parte de mi rogaba y esperaba que en cualquier  momento Minhyuk y Jooheon entraran por esa puerta y me sacaran de aquí, pero la otra gran pate de mi cabeza sabría que esta vez no sería así. Al parecer habían estado trabajando de lleno en buscar pruebas en aquel hallazgo del cuerpo de la chica encontrada hace poco, apenas le había visto el pelo a Hyunwoo, por ende sabia que no saldría bien o viva de esta. Me estaba odiando por haberme puesto en esta situación, lo primero que pensé fue en como esto afectaría a mi hermanos, en que mis alumnos aun necesitaban de mi, en que deje tanto inconcluso con Jungkook. Maldición, salí de allí después de todo lo que me acababa de decir y no fui capaz de darle una respuesta digna, no quería que nuestro ultimo momento juntos fuera el viéndome huir de allí, pero al menos me alegraba que él no haya presenciado nada, porque de haber sido así Jungkook hubiera interferido y lo más probable es que hubiera salido lastimado. 

- Tengo muchas cosas destinadas para ti mi querida lisiada, pero por ahora solo vengo con una advertencia. No olvides que sigo allí afuera, nada es lo que tu piensas y de un segundo a otro te odiaras por haberte confiado.-  Este tomo mi rostro de manera muy brusca entre su mano, lo apretó y llevo su boca hasta la mía. Su asqueroso hedor a alcohol y cigarrillo impregno mi sentidos y cuando su lengua trató de entrar en mi boca, la bilis y todo el contenido de mi estomago subió de inmediato hasta mi garganta. Sentí un pinchazo en mi cuello nuevamente y luego todo se volvió negro una vez más. 

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Un largo pero angosto parche se mantenía sobre el corte que el enfermo de Chung-hee me había hecho, por suerte este había sido algo superficial así que no necesite suturas ni nada por el estilo.