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Pulpo

El camino con ella agarrada a mi cintura fue eterno, la cargaba como un koala y sus piernas se aferraban a mi torso, no sabia si caminaba en la direccion correcta o si en cualquier momento terminaría en el piso por no ver por donde iba, mi completa atención estaba en comerle la boca a Darya, sin intención alguna de detenerme. 

Una puerta a mi espalda se abrió, supuse que era su cuarto, todo olía a ella y me embriagaba aún más. Ya me sentía atrapado con los besos obscenos que gesticulaba su boca y alternaba hacia mi cuello, pero cuando esta retrocedió levemente y vi sus labios hinchados, sus mejillas sonrosadas y su respiración agitada por la excitación, me sentí totalmente cautivo de la hermosa mujer que estaba encima de mi. 

- Tienes este mismo momento para decidir Jeon Jungkook, si quieres parar ahora he irte no me enojare, pero será muy distinto si lo haces después de este punto, decide ¿Te quedas o te vas ahora ya?.- No tuvo cuidado y fue directo al grano, algo muy de ella. 

- Se que lo más correcto seria ponerme de pie y marcharme ahora mismo.- Le digo esto poniéndome de pie y mirándola mientras está recostada sobre la cama.- Pero no puedo ni quiero hacerlo, lo único que quiero hacer en este momento es quitarte toda esa ropa y poder sentir tu piel contra la mía.- Sin esperar una respuesta de ella, me quite la camiseta y solté mi cinturón de cuero que traía puesto. 

Como si un depredador estuviera apunto de devorar a su presa me lance a la cama y puse todo mi cuerpo sobre el de Bellota, la única diferencia es que aquí no estaba tan seguro quien seria el depredador y quien seria la presa. Interne una de mis manos bajo la camiseta de ella, la cual estaba húmeda producto de los hielos que había puesto hace algunos minutos antes, mis manos subieron por su abdomen, deteniéndose justo en el nacimiento que formaban sus pechos. Le di una mirada esperando una confirmación de ella para poder desnudarla, a la que esta asintió con su cabeza y yo solo seguí en mi labor. 

Su camiseta fue la primera en ir a parar al suelo, pero no bastaron de muchos segundos para que su brasier le hiciera compañía. Mi boca fue directo a su abdomen donde repartí una estela de besos suaves, los cuales hicieron que su piel se erizara, subí lentamente por la curva de su cintura hasta llegar a sus pechos, los cueles bese y mordí muy levemente, pero juro que casi se me cae la baba al ver los piercing que tenia en sus pequeños y rosas pezones, no pude evitarlo y por supuesto los lleve a mi boca para que mi lengua jugara con ellos, lo que hizo que Darya soltara un leve gemido, el cual causo aun más estragos al interior de mis pantalones. Pensaba seguir repartiéndole besos y suaves mordidas y lo habría hecho de no ser porque esta me giro y se sentó a horcajadas encima de mi. 

Los papales habían cambiado.

- Espero no hayas creído que tendrías el control de todo Jeickei.- Ella me sonríe ladina y yo solo muerdo mi labio inferior por la magnifica vista de su torso desnudo encima de mi. 

Sus pequeñas pero demandantes manos fueron directo al botón de mi pantalón, y no basto de tres segundos para despojarme de ellos quedándome solo en bóxer, los cuales mostraban muy claro la grande erección que luchaba por salir.  Bellota se puso de pie, me miro y me dio la espalda para ponerse de pie en suelo justo entre mis piernas, las cuales colgaban por el borde de la cama, me apoye sobre mis codos para erguirme un poco y ver que es lo que haría. Ella comenzó a jugar con el borde de su braga de encaje blanco, el cual se ceñía perfecto a su redondo y muy firme trasero, era sublime verla como se quitaba la ultima prenda de tela que faltaba para poder tenerla por completo desnuda y dispuesta para mi.

Esta se volteo para verme directo a los ojos, como si estuviera analizando mi reacción ante ella, ante lo hermosa y magnifica que era, y estaba apunto de poder saborear todo de ella. 

Five Rules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora