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Casita en el árbol.

Vuelvo con dos vasos con refresco de limón. La temperatura ha subido un poco y beber algo frio sienta bien. Le extiendo el vaso a Jeon el cual lo recibe y me agradece

- No puedo creer que aun siga allí.- Le digo apuntando a la casa del árbol, la que esta en perfectas condiciones aun.

- Recuerdo cuando el señor Park la hizo, tu cara de asombro fue increíble.- Me sorprende un poco que Jungkook recuerde eso, para él fue solo un día más, para mi fue el mejor día de mi vida.

- Recuerdo cuanto le insistí a Hyung que me hiciera una casa en el árbol, era algo complicado para el ya que en ese entonces trabajaba mucho ¿Lo recuerdas? y aun así la hizo y mírala, le quedo sorprendente.- Y no mentía la casa era enorme y con tremenda construcción. 

- Apuesto que aun cabes de pie allí adentro.- Me dice Jeon y yo le doy un codazo. 

- Soy baja pero nunca tanto idiota, no podría estar totalmente erguida adentro de ella.- Jungkook se pone de pie de un salto y se para frente a mi. 

- ¿Qué apuestas?.- Me dice muy serio.  

- ¿Enserio me harás subir allí? Bien si quieres perder pues esta bien. el que pierde es el esclavo del otro por veinticuatro horas.- 

- ¡Acepto!.- Dice muy seguro y este camina en direccion a la casita y comienza a subir. 

Yo le sigo de cerca, una vez este entra, por supuesto debe andar muy encorbado, mientras que yo... ¡Mierda!. 

- ¡Tengo nueva esclava!.- Este se emociona y se da en la cabeza.

- ¡Que me tengo que encobar un poco, es poco pero es algo!.- Trato de salvarme pero Jungkook mira mis pies y me ve en puntillas. 

- Tu gran bocotá te la ha jugado pequeña.- Estúpido. 

Ya resignada me siento a la orilla del "balcón" de dejo mis piernas colgar, Jungkook hace lo mismo y se sienta junto a mi. 

- Recuerdo cuando perdiste el partido de baloncesto en cuarto grado, ni tu hermano, ni tus padres podían hacer que bajaras de aquí y decidiste dormir aquí esa noche.- Dejo que una sonrisa se dibuje en la comisura de mis labios, extraño los días donde tenia mi propio refugio donde esconderme. 

- Estaba tan molesta, había entrenado mucho, pero mi equipo no se tomaba nada enserio.- 

- ¿Recuerdas quien durmió contigo dentro del mismo saco de dormir?.- Me pregunta con una ceja alzada y el recuerdo lega de pronto a mi mente. 

- Eras tan pequeñita y delgada que ambos cabíamos cómodamente dentro de aquel saco, no dejaste que nadie subiera excepto yo, ¡Quiero a Jungkookie-Oppa!, decías entre llantos y estornudos.- 

- Me avergüenza pero lo recuerdo, también recuerdo que ese día estabas en casa de Namjoon, y aun así volviste a casa para consolarme.- Una sensación cálida se instala en mi pecho. 

Si puede que Jungkook haya sido todo un tarado cuando me declare a él, pero anterior a eso era un chico increíble conmigo. Siempre estuvo para mi incluso más que Jimin, siempre cedía a mis berrinches o me consolaba cuando lloraba, más de una vez se fue a los golpes con los niños que me insultaban, y pasaba mucho tiempo conmigo. Ahora que lo pienso siempre hizo mucho por mi y claro me veía como su hermanita pequeña. 

- No deberías avergonzarte al contario, yo recuerdos esos momentos con mucho cariño y ternura, lamento mucho que las cosas cambiaran de un día a otro, y lo peor es que no se porque.- Él enserio no lo sabe.

Five Rules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora