Ámsterdam, Holanda, diez de abril 2021.
- Se que está demás decirlo porque me lo has demostrado con creces pero de todas formas lo diré.- Hablo mamá con la voz firme como nunca, pero sin perder la dulzura que la caracterizaba.
- Debes ser fuerte Day, se que será difícil y quizás habrán momentos en que quieras mandar todo al infierno y salir corriendo al fin del mundo, pero se que cuidarás bien de tu hermano, aún que está enorme y te rebaza en estatura por mucho, él sigue siendo un niño aún y necesitará que alguien esté ahí con él, y tú tendrás que estar en mi ausencia.- Toda la situación era una verdadera locura, que mi cerebro ni en mis peores pesadillas hubiera podido tejer, y aún así ella se veía calma y serena.
Mamá era única y fuerte como roca, y sin lugar a duda, una vez más, una última vez más me lo demostraba.
- Se que puedo ser una pesada y que meto la pata más veces de la que cualquier ser humano podría meterla, pero te juro que daré lo mejor de mi y que no dejaré solo a Yeonjun, se que ahora está dolido por tu decisión pero te ama y es por eso que le cuesta tanto aceptar todo esto. Yo te apoyo y te apoyaré siempre sea como sea, te amo y eres la mejor madre del mundo, gracias por enseñarme a como vivir la vida y más importante a vivirla con pasión, porque siempre me inspiraste, y hoy aquí me sigues inspirando mamá, no es un adiós es un hasta pronto.-
Mi cabeza y mi corazón estaban en una batalla campal por quien salía a relucir primero. Claro mi corazón declaraba con pruebas irrefutables que estaba en todo el derecho a ser quien se desahogará en ese momento y tenía toda la razón del mundo, pero mi cerebro objetó rápidamente sus argumentos, exponiendo que no abría un apíce de tristeza en mi persona que pidieran entristecer a mamá, una sonrisa sería mi último regalo para ella.
- Nunca lo olvides, Sea dónde sea que nos encontremos...- Dijo ella.
- Ni la distancia ni el tiempo nos impedirá amarnos.- Respondimos al unísono.
Eso fue lo último que Choi Min-Ha, alias mi madre dijo antes de irse.
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Seúl, Corea del Sur, doce de abril 2021.
Park Jimin junto a su grupo de amigos inseparable desde la primaria, pasaban su tarde entre risas, cervezas, juegos de vídeo y una que otra broma, algo que era casi como una tradición sagrada entre los cinco veinteañeros que formaban aquel "club de Toby" pero la agradable tarde y las risas que se oían por todo el salón de la casa Park, iban a cesar debido al llamado que acaba de recibir Park Hyung.
- ¿Pasó algo papá? ¿Por qué traes esa cara?- Pregunto de inmediato Jimin cuando vio la expresión de su padre, si bien no pudo descifrar que era en ese momento, sabía que algo andaba mal. Cosa que los amigos de Jimin también notaron, ya que detuvieron sus risas y miraban la situación con preocupación, al igual que el hijo mayor de Park.
- Llamó el abogado de Min-Ha, ella... ella se sometió a la eutanasia asistida hace dos días en Holanda, ella falleció.- El silencio inundó la sala, todo era tan silencioso que incluso se pensaría que todos los presentes dejaron de respirar por unos segundos.
Los ojos de Jimin se volvieron húmedos y vidriosos, esto lo había golpeado por sorpresa, tanto él como su padre habían sabido por boca del menor de los Park, Yeonjun, que MinHa lidiaba con un cáncer al pulmón, lo que había hecho viajar a Hyung y su hijo Jimin a ver a su ex esposa y madre de sus hermanos menores (en el caso de Jimin) en más de una ocasión en estos últimos seis meses.
Ellos dos sabían del plan de muerte asistida de Minha, de hecho lo supieron antes que Darya y Yeonjun, ya que está les habló sobre la eutanasia y que necesitaría que el padre de los Park llevara a vivir a Darya y Yeonjun con ellos, después de más de cinco años desde que habían dejado de ser "una familia". Pero no estaban al tanto de cuando sería el viaje a Holanda, y el padre de los chicos se sintió profundamente culpable, cuando firmó aquellos papeles que MinHa le había pedido, claro él estaba demasiado absorto en su trabajo como para darse cuenta que había firmado la autorización para que sus hijos menores salieran del país, con destino a Ámsterdam para poder asistir al "suicidio" de la madre de sus dos hijos menores.
- A... ¿Ahora que pasará con mis hermanos? ¿Te dijeron algo de ellos? ¿Cómo están?- hablaba de manera torpe y atropellada Jimin.
- Haremos exactamente lo que MinHa nos pidió hace un tiempo, en un mes aproximadamente tus hermanos se vendrán a vivir con nosotros a Seúl nuevamente. Ahora necesito un momento a solas, permiso.- Se excusó Hyung, para irse a su habitación.
- Jimin enserio lo sentimos mucho, debe ser muy duro todo esto para ustedes.- Hablo el moreno de hoyuelos pronunciados.
- Gracias Nam, pero si esto me afectó a mí... No quiero imaginar cómo deben estar Yeonjun y Darya, después de todo ellos eran sus hijos biológicos.- Hablaba aún con consternación Jimin.
- No minimices tu dolor Jimin-Hyung, ella fue como una madre para ti, esto debe estar afectándote también, aunque la señora Minha se haya ido hace años de aquí y se haya separado de tu padre, siempre mantuviste el contacto con ella y siempre la has considerado como una mamá.-
- Taehyung tiene razón Jimin, debes dejarte sentir, sea cuál sea el sentimiento que te esté embargando en este momento.- hablo Yoongi, mientras se ponía de pie para ir por un vaso de agua para su amigo.
Yoongi fue hasta la cocina por aquel vaso de agua y mientras sacaba la botella de la nevera, vio a un pensativo Jungkook, el cual estaba totalmente perdido en algún punto del azulado cielo.
- ¿ Y tú en que momento has venido hasta aquí?.- Le pregunto el pálido chico a Jungkook.
- No te sentí venir Yoongi-Hyung, salí un momento para pensar, realmente fue una noticia muy triste.- Le respondió el chico de tez trigueña y cabello negro.
- Así es, yo creo que todos recordamos muy bien a la señora MinHa, ella siempre nos recibía con comida cuando veníamos de la escuela, siempre tenía una sonrisa y algo agradable para decirnos.- Hablo Yoongi con una sonrisa en los labios y nostalgia en los ojos.
Yoongi volvió a entrar en la casa en completo silencio, dejando a Jungkook a solas con sus pensamientos.
Así que Bellota volverá a Seúl, ¿Cuántos años eran? ¿Cuatro o cinco? cinco años aproximadamente desde que vio a esa flacucha, enana y marimacho niña. Niña que siempre andaba atrás de Jungkook, fuera jugando ella siendo la única niña en medio de todos esos chicos, pasando horas en la cancha de baloncesto o sacándola de apuros, eran horas y horas en las que Jungkook y "Bellota" apodada por Jeon, pasaban juntos.
Aun se preguntaba porque no se despidió aquel día que se marcharon a Incheon, o porque le dedicó una mirada de odio y dolor la última vez que se vieron. Fuera cuál fuera el motivo, Jeon Jungkook se sentía feliz de volver a ver a esa pequeña y peleona niña, aún que le entristecía profundamente que fuera en estás dolorosas circunstancias...
Arrancamos con esta nueva historia, espero les guste las aventuras de Park Darya.
Se que quizás es un inicio algo triste pero esto será drama y comida, así que den le el tiempo y la oportunidad a Five Rules.
Nos vemos en el siguiente capítulo, mis bellas 💜
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Five Rules.
FanficCinco reglas sagradas que rigen la vida de Park Darya. N°1: Jamás te enamores ni dejes que se enamoren de ti. 🔗 N°2: Amigas antes que chicos. 🔗 N°3: NO hospitales. 🔗 N°4: La familia es todo. 🔗 N°5: Prohibido Jeon Jungkook. 🔗 Sufrir por amor un...
