◣54-2◢ Final.

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Please stay Alive.

Hoy Chung-hee me había despertado personalmente, dijo que era temprano (No tenia como saberlo ya que no tenia noción del tiempo encerrada en una habitación sin ningún tipo de iluminación natural) pero que hoy todo esto se acabaría, que al fin yo estaría fuera de aquí y me libraría de todas estas escorias. No supe como interpretar aquella última parte.

Me dijo que me bañara y que me pusiera lo que había comprado para mi, no sabia que es lo que era hasta que volví del baño (escoltada por supuesto) y vi un vestido burdeo con flores pequeñas muy primaveral, una chaqueta de mezclilla y unos tenis. La ropa me pareció extrañamente casual, pero no me quejaría de ello, así que solo me puse aquellas prendas, aun que sentí un poco de frio ya que el verano se había ido con rapidez y esta ropa era muy veraniega.

Di tres toques a la puerta, esa era la manera para que el hombre que estaba de turno vigilando mi puerta, la abriera.

- Ya, ya estoy lista.- Le digo al sujeto con una voz apagada, sentía miedo, sentía miedo veinticuatro siete al estar aquí, no sabia cual de estos tipos se atrevería a lastimarme nuevamente o quien obedecería realmente a su maníaco jefe.

El tipo que hacia de guardia del otro lado de la habitación me vio de pies a cabeza y dio una sonrisa tan irónica que me asusto.

- Te pondré las cadenas, hoy saldrás a tomar aire fresco.- Me hablo con su voz ronca y yo solo obedecí, estire mis manos y deje que pusiera las esposas en ellas, aun que fue doloroso, aun están en carne viva las heridas que me causaron las primeras esposas, debido a que trate con desespero el zafarme de ellas inútilmente, cuando el sujeto abuso de mi. El tipo extendió la cadena que bajaba y la engancho con la cadena que iba en las esposas de mis pantorrillas y subían por mi cintura, estaba amarrada de pies y manos igual que los acusados en las cortes penales.

Caminaba a tropezones y debía irme casi pegada a la muralla, hace mucho que había perdido mis bastones (otra vez) y sumado a que voy encadenada de manos y pies y que aun tengo una pierna apuñalada, hace que caminar sea un maldito reto.

El hombre abrió una puerta la cual daba al patio trasero de aquella extraña casa, me dio un empujón para que saliera, el cual hace que casi termine de cara en el suelo.

- Espera aquí, y no te muevas.- No pensaba hacerlo, eso seria una completa estupidez, en mi estado no podría correr ni siquiera un metro.

Me estaba helando, el día estaba muy nublado y corría mucho viento, estábamos cerca de la costa, a pasos de esta realmente, por lo que hacia que la temperatura se sintiera más fría y húmeda, y esta maldita ropa no ayudaba nada. No había comido nada desde que me trajeron aquí, solo bebía agua en pequeñas cantidades y eso me estaba produciendo una fatiga tremenda, tenia constantes ganas de vomitar, mucho frio, dolor de cabeza y mareos, pero no me quejaría por nada del mundo, prefiero morir de hambre antes que llevarme un solo bocado de esta repulsiva comida a la boca.

Seguía de pie en ese ventoso lugar, dos hombres de Chung-hee estaban parados en distintos lugares, uno fumaba mientras otro miraba algo sin importancia en sus manos, hasta que la puerta se abrió. Otro de sus hombres salió primero, seguido de Hyunwoo y Chung-hee.

- Muñeca mía, te ves hermosa, estas perfecta para el gran final.- Dijo este elevando sus brazos el cielo. Se veía distinto, estaba frenético, podría asegurar que estaba drogado. - Y Shownu ¿Reconoces ese bonito atuendo que lleva mi muñeca?.- Esta vez Chun-Hee se refiere directamente a Hyunwoo y este por primera vez pone sus ojos sobre mi.

Él me mira de pies a cabeza, sus ojos van por cada parte de mi, mira de arriba a bajo y se ve como sus iris se mueven muy rápido, este palidece de un momento a otro y yo comienzo a sentir miedo aun que no comprendo nada.

Five Rules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora