El seductor Nocturno.

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Norman estaba listo para su primer asesinato el cual sería en la ciudad.
Casi nunca su padre lo dejaba salir, pero ahora que es un adulto y dirige el clán Minerva (porque así su padre hace llamar a su familia y el padre de william lo hizo también y el padre del padre de william) una cadena extensa de la familia Minerva al igual que los múltiples asesinatos que cometieron.

El albino ojiazul se encontraba elegante en un bar. Vestía un traje negro con camisa blanca por debajo; unos pantalones de tela del mismo color que quedaban un poco apegados a su cuerpo que incluso sus glúteos se hacian muy notorios; y una corbata roja para completar su vestimenta. Esperaba sentado en una de las banquetas de aquel lugar mirando con dísimulo su rolex en su muñeca izquierda mientras disfrutaba de un whisky a las rocas.

Norman no parecía inquieto, al contrario parecía tener toda la paciencia del mundo mientras bebía un corto trago de su vaso.

Finalmente había llegado, una chica de estatura normal, cabellos verdes y lentes que había aparecido en aquel lugar. Norman suelta una pequeña rísa de alegría e inténtando no verse sospechoso para la muchacha.
La muchacha se acerca rápidamente a la barra de tragos y con una délicada voz pidió uno.

-Una Margarita...-pidió al moso el cual empezó a servir la bebida.

El albino observaba mientras la muchacha tomaba con délicadeza aquel trago. Ella parecía muy concentrada en su bebida, pero derepente notó como el cielo la miraba y no pudo aguantar a regalarle una pequeña sonrísa al mismo tiempo que se sonrojaba y regresaba su mirada a la barra.

Norman: (sonreír) esto será muy fácil.....-dijo tomando por completo su trago y luego emprendiendo su camino hacía la barra donde se encontraba ella.

-Oh! Hola..-exclamó sorprendida al ver a esos ojos azules tan de cerca.

Norman: Hola....-dijo dedicandole una sonrísa amable- esta ocupado..?

-Oh no no, puedes sentarte si quieres...-dijo dandole paso al albino para sentarse a su lado.

Norman solo tomó asiento y llamaba al moso para pedirle otro trago.

Norman: A las rocas.... y una Margarita para la señorita...-dijo observando a la chica a su lado y luego al hombre el cual solo asintió con la cabeza.

Cuando tuvo su trago en manos, se dispuso a intentar entablar una conversación con la jóven.

Norman: Nunca te había visto por aquí...-dijo tratando de mirar a la chica, la cual intentaba ocultar su rostro enrojecido.

-Y-yo no suelo venir mucho...-respondió un poco nerviosa.

Norman: tienes razón...-dijo- porque si me aseguran que tú vienes seguido, yo trabajaría aqui con tal de poder verte......-dijo sonando coqueto.

La peliverde ante aquella insinuación empezó a tomar confianza en la conversación y se adentró más.

-Gracias❤.-dijo tímida- por cierto, me llamo Gilda......

Norman: y yo Norman.....es un placer.-dijo atrapando la delicada mano de la peliverde mientras depositiva un suave beso en ella.

Entre risas y coqueteos, Norman logró que la peliverde aceptara alejarse de aquel lugar junto con él.

Cuando se dieron cuenta ya estaban en una lucha intensa de besos húmedos. Ninguno quería perder y eso lo dejaron muy claro en aquella habitación de hotel.

Norman: sabes muy bien...-dijo separandose en busca de aire.

Gilda: tú tampoco estás tan mal.....

LA OTRA MITAD DE LOS MINERVA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora