capítulo 8

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LA OBSESIÓN DE MI JEFE
Autor: Laura Navarro

             Capítulo 8

«Narra Alejandro Santillán»

Cuando llegué a mi oficina lo primero que hice fue prepararme un café y después mirar en mi computadora haber si mi fea asistente ya había llegado.

—¡Qué costumbre la mía de tener que pasarme vigilando a esta horrible mujer! —Dije al mirarla en la pantalla de mi computadora mientras disfrutaba mi café—

Mi asistente estaba como siempre detrás de su escritorio terminando de hacer los informes del día... A pesar de que no la tenía de frente y cerca, pude darme cuenta de que se miraba cansada como si no hubiese dormido.

—¡Señorita Guzmán si ya me tiene  listos los informes traíganlos!... —Le dije por el interfón al ver que se recargó en su silla.

No tardó ni dos minutos en llevarme los informes.... Cuando entró a mi oficina la miré disimuladamente de pies a cabeza.

Esta vez iba vestida con una falda roja en tubo y una blusa blanca  de vestir... de los tres años que lleva trabajando para mi nunca la había visto vestir con una falda ajustada y no puedo negar que se miraba bien aunque la falda le llegara abajo de las rodillas.

Pero cuando miré su cara, esos feos lentes que siempre usaba le quitó el encanto... Después de poner los informes sobre mi escritorio la ví salir de mi oficina.

Me concentré en firmar esos informes pero llamó mi atención la imagen que tenía en mi computadora donde veía en reproducción la cámara que  grababa como siempre a mi asistente.

Esa mujer se estaba comiendo una paleta mientras trabajaba, me quedé embobado mirándola... reconozco que se miraba sexy con esa paleta dentro  de su boca.

—Pero que pensamientos tan absurdos  tengo. —Dije moviendo la cabeza para después regresar los ojos a los papeles que tenía frente a mí—

Después me puse a hacer los planos de una tienda que se construiría en un hotel...

—¿Puedo pasar señor? —Escuché esa voz de mi asistente.

Ni siquiera la miré y le indique con mi mano que pasará.

Ella se paró a un lado de mí y extendió unos planos en la mesa junto al lado de donde yo estaba haciendo los planos de la tienda.

Me dijo que la sacará de dudas sobre unas medidas de uno de los baños del centró comercial que se haría en sólo unos días...

Se inclinó hacia mí para indicarme el plano y miré ese hermoso encaje blanco de su sostén que se lograba ver por que su blusa se le había desabotonado.

Me pidió disculpas cuando se dió cuenta que la estaba mirando... ¿Cómo una mujer podía disculparse por que un hombre se le quedará mirando?... Yo fuí quien debió disculparse por verla en la forma que lo hice.

Estaba tan cerca de mí que un rico olor a fresa me llegó... le pregunté que si había comido fresas y ella negó, me dijo que quizá era el agua de aromas que usaba.

Ese olor era tan delicioso que puedo jurar que la noche que me puse borracho y desperté en ropa interior en mi cama... las sabanas y las almohadas olían a ese delicioso olor a fresas.

Estaba tan obsesionado con ese sueño que tuve con la mujer de cuerpo hermoso y tatuajes pero con la cara de mi asistente.

Le pedí que me ayudara a terminar los planos mientras yo corregiría las medidas de los planos que me llevó... Jazmín. Siempre notaba esos pequeños detalles en los planos que a veces yo no.

Estábamos los dos en silencio pero la forma en como movía esa paleta de caramelo en su boca me tenía tan distraído y apuntó de tener un orgasmo.

No le dije nada, la dejé que siguiera saboreando su paleta... pero al parecer se concentró tanto en su trabajo que se le olvidó que estaba en mi oficina trabajando y contestó una llamada que recibió poniendo su celular en alta voz.

Escuché como le decía "cariño" a un tipo quien sólo le llamo para decirle que esa noche dormiría con ella en su casa y que el llevaría la cena.

No tenía idea porque me daba coraje saber que esa mujer nada bonita tuviera pareja... no me quedé con la duda de saber si ese tipo era su novio.

Pero lo que más me sorprendió fue su respuesta... ¡Ella y él no eran novios!, sólo amigos con una amistad abierta con ciertos privilegios, incluso  me dijo que no tenía que ser novia de él para dormir juntos.

Ella odiaba los celos y los reclamos por eso prefería ser sólo amiga de ese tipo.

Ya no seguí preguntándole y nos concentramos en el trabajo, pero yo de vez en cuando la observaba.... ni siquiera salimos a comer así que cuando terminamos el trabajo decidí ir a descansar y le dije que ella hiciera lo mismo.

Todavía faltaban dos horas para que terminará su día de trabajo, pero ya me había ayudado mucho así que la dejé salir antes... Yo salí primero porque ella se quedó acomodando todo.

Cuando bajé hasta el estacionamiento me entretuve buscando música para ir escuchando en el camino a mi casa... después miré que mi asistente salió del elevador con su bolso en mano y hablando por celular.

—¡Y ella que hace aquí! —Dije porque nunca la había visto bajar al sótano, es más ni siquiera sabía que tenía auto—

La miré caminar hasta un auto rojo último modelo y subió en él.

—¿Cómo es que una mujer como ella tiene un auto como ése? —Dije al verla—

El sueldo que tenía no era nada mal pero no creó que le alcanzara para pagar un auto así... o sólo que lo estuviera pagando en mensualidades.

La miré salir en ese auto y salí enseguida... Yo tenía que ir a casa de mis padres que vivían del lado sur de la ciudad... miré que Jazmín entró a la cafetería que estaba frente al edificio donde estaba la constructora pero no tardó en salir.

Yo me concentré en el camino escuchando música... Cuando me detuve en un semáforo miré el auto donde subió Jazmín a sólo dos autos de mí.

—¿Será qué ella vive hacia este rumbo?. —Me pregunté—

Se estacionó afuera de un edificio de departamentos de lujo de esos de donde personas de dinero pueden vivir.

—¿Acaso vive aquí?... Pero entonces ella es quizás de familia adinerada. —Dije cuando la miré entrar a ese edificio—

Me quedé un rato ahí enfrente del edificio a esperar a ver si salía, quizás solo había venido a ver a alguien por eso dejó su auto en la calle y no en el estacionamiento privado de ese edificio.

Ya estaba apunto de irme cuando la miré salir completamente diferente a como fue a trabajar... incluso se miraba diferente y no llevaba puesto esos lentes feos que usa.

—¿En serio esa mujer es mi asistente? —Dije cuando la miré vestida con un vestido floreado ajustado y unos altos tacones—

Esta vez traía su cabello suelto y estaba maquillada muy diferente a como siempre.

Esa mujer no se parecía en nada a mi asistente, quizas estaba confundiendo a esa hermosa  mujer que salió de ese edificio con la fea de mi asistente.

—Señorita Jazmín... se me olvidó darle esto que le trajeron esta mañana. —Le dijo el portero del edificio—

Y cuando escuché su nombre no me quedó ninguna duda  de que esa mujer si era mi asistente...

—Entonces porque al trabajo va vestida así y siempre con ese horrible chongo  en su cabello. —Dije cuando supe que durante tres años he tenido trabajando para mi una hermosa mujer y no la fea que siempre miro en mi constructora—

Tuve que tomarle unas fotos para estar seguro de que ella si era Jazmín Guzmán  mi asistente.

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