LA OBSESIÓN DE MI JEFE
Autor: Laura NavarroCapítulo 14
Cuando llegué a mi casa ya casi eran las 4 de ma mañana, me fui directo a mi cama y me acosté sin siquiera quitarme la ropa.
Pero a alguien se le ocurrió ir a tocar a mi puerta demasiado temprano, ignore los golpes en mi puerta y con una almohada me tape la cara.
Pero esos golpes seguían escuchándose, me levanté furioso de la cama y fui abrir a quien fuese que se atrevió a despertarme a las 7 de la mañana y en día sábado.
Ni siquiera pregunté quien era y abrí la puerta hecho una furia.
—¿Quién es?. —Grité... pero me quedé paralizado al ver a la persona que estaba en la puerta— Jazmín... ¿Qué haces aquí tan temprano?.
—¡Hola... pensé que todavía no regresabas!, ayer vine a pasar la noche aquí contigo, pero no te encontré... me quedé afuera esperándote pero no llegaste, tuve que quedarme en mi auto y me quedé dormida... y sólo quería verte para saber que estabas bien.
Me hice a un lado para que pasara, yo estaba vestido con la ropa que lleve puesta al Club.
—Salí a tomar unos tragos con Arturo y ya regresé hasta muy tarde... ¿Entonces no tuviste el compromiso que dijiste?.
—¡Lo cancelé!... preferí pasar la noche contigo... —Miré que sacó una botella de vino de su bolsa y la puso sobre la mesa— Incluso me vestí asi para ti.
Esta vez vestía con un hermoso vestido negro, con un pequeño escote en su espalda... esto no me podía estar pasando... durante más de un mes le había insistido para que durmiera conmigo y justo la noche de ayer que la hacía en la cama con su amigo tenía que venir a pasar la noche conmigo.
¡Mientras yo me acostaba con la mujer francesa imaginándome que le hacía el amor a ella!...
—¿Porqué no me llamaste para decirme que estabas aquí en mi departamento esperándome?
—Si te llame e incluso te dejé un mensaje de texto porque no me contestaste.
Se acercó a mi y me miró directo a los ojos, ella ni siquiera traía sus lentes... se miraba tan hermosa vestida así... busqué mi celular y comprobé que ella si me llamó varías veces y en su mensaje que dejó decía que quería pasar la noche conmigo en mi cama.
—¡No escuché el celular!
Ella estaba tan cerca de mi y observó detenidamente mi cuello... Que Esmeralda no me haya mordido, sólo pensaba en silencio.
—¡Si ya me di cuenta!... Y al parecer pasaste una buena noche de copas... dejo que descanses porque al parecer no has dormido mucho. —La miré caminar hasta la puerta con sus lindos ojos triste— Y dile a tu amigo Arturo que la próxima vez no deje tu camisa con lápiz labial en el cuello.
Sentí como si me apretaran el corazón al verla ir y decirme eso... me miré en el espejo que estaba a un lado de la puerta y era verdad, el cuello de mi camisa estaba llena de lápiz labial.
—¡Espera Jazmín!. —La agarré de su brazo para impedir que se fuera. —La verdad pase la noche con alguien .
—¡Lo se Alejandro!... Ayer cuando vine a buscarte tu ibas saliendo del edificio y te seguí hasta ese Club nocturno llamado "El Deseo", incluso te miré desde la barra de ese lugar cuando esa mujer llegó hasta tu mesa y cerró las cortinas... y me fui y tu todavía seguías con esa mujer ahí... sabes yo me iba acostar con mi amigo y preferí dormir contigo pero al parecer tu dormiste con alguien más... es mejor que entre tú y yo sólo haya trabajo...
—¡No me digas eso bonita!... —Le dije abrazándome de ella... porque no iba a soportar verla todos los días y no poderla tocar—
—¡Es lo mejor señor Santillán!... Mireme yo no soy el tipo de mujer que a usted le gustan.
—Por favor no digas eso... yo no me acuesto en la oficina contigo sólo por divertirme... ¿Qué no te das cuenta Jazmín que yo estoy enamorado de ti?... Por más que me negaba a mí mismo que no era amor lo que sentía por ti... pero ya no puedo seguir negándome a mi mismo que estoy enamorado de ti desde hace tanto tiempo... quizás desde que empezaste a trabajar para mi, por eso siempre te miro por esa cámara que mande poner en tú oficina.
No le mentía... yo si me había enamorado de ella, mi hermana tenía razón y siempre la tuvo...
—¡Nos vemos en el trabajo señor Santillán!... y no olvide que yo sólo soy su asistente y eso seguiré siendo... ¡Seguiré siendo sólo su asistente!.
Ella salió de mi departamento y yo ahí me quedé como un estúpido... Cuando reaccioné salí de mi departamento descalzo y miré como las puertas del elevador se cerraron con ella dentro.
Baje rápido las escaleras pero cuando llegué hasta el looby ella ya estaba subiendo a su auto... Le grité pero no me escuchó.
—¡Maldita sea!. —Dije al verla alejarse en ese auto rojo—
Regresé a mi departamento e intenté comunicarme con ella pero no me respondía.
—¿Porqué tiene que estarme pasando esto a mi?, ¿porqué tengo que ser yo quien te lastimó Jazmín?... Si yo mismo te dije que no dejarás que ningún hombre te lastimara.
Yo le había dicho eso el día que me puse a tomar en la oficina y me desahogué con ella.
Me acosté en mi cama pero no pude dormir casi nada, no me quitaba de mi mente los ojos tristes de mi hermosa Jazmín... El domingo le volví a llamar con la esperanza de que si pasara el día conmigo pero no me contestó.
Me fui a casa de mis padres no quería estar en mi departamento todo el día encerrado.
—¿Y dime hijo ya encontraste a la mujer que será la madre de mis nietos.? —Mi madre me preguntó y yo ni siquiera le respondí esta vez—
—Me gustaría dormir y estar sólo en mi habitación madre, estos días no he dormido bien.
Subí a mi habitación y miré como mis padres y mi hermana se me quedaban mirando.
Entré a mi habitación, no prendí la luz y me acosté en la cama... a los pocos minutos tocaron a mi puerta y sabía que era Susana mi hermana.
—¡No quiero ver a nadie... quiero estar sólo!.
A mi hermana no le importó y entró a mi habitación y se acostó a un lado de mi... solo la luz que entraba por la ventana daba poca claridad a esa habitación.
—¿Qué tienes Alejandro?. —Me preguntó mi hermana, me conocía muy bien y sabía que no la podía engañar... —¿Estas así por Jazmín... verdad?
Me quedé en silencio con una mano en en mi cabeza.
—¡Tenías razón Susana!... Yo estaba enamorado de ella... y por imbécil la perdí... —Sentí un nudo en la garganta—
—¡Sabes que puedes decirme lo que sea hermanito!. —Susana se recargo en mi pecho.
—Estas seis semanas que nos habíamos estado acostando en la oficina le pedía que pasará un fin de semana conmigo en mi departamento... porque quería tocarla sin su ropa y justamente el viernes me fui al Club, ese donde voy a ver bailar a esa mujer que me tiene también loco... porque Jazmín pasaría la noche con ese amigo suyo; y ella decide no dormir con ese tipo y va a mi departamento a buscarme para pasar el fin de semana conmigo y me mira salir, me sigue hasta el Club y no sólo eso me miró con Esmeralda, con la que por primera vez cruzaba palabra durante dos meses que he ido a verla y hasta terminó acostándose conmigo. Y ahora ella... Jazmín ya no quiere seguir siendo otra cosa que no sea mi asistente... La mujer del Club a mancho mi camisa con el lápiz labial y Jazmín lo miró.
—Hay hermanito te dije que por jugar con fuego ibas a terminar quemandote... yo muchas veces te dije que tu obsesión con tu asistente era amor.
Mi hermana siempre tuvo razón y ahora había perdido a la mujer de la que siempre había estado enamorado.
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LA OBSESIÓN DE MI JEFE
RandomUn millonario obsesionado de una bailarina, una secretaria viviendo una doble vida.