capítulo 22

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LA OBSESIÓN DE MI JEFE
Autor: Laura Navarro
    
              Capítulo 22

Jazmín estaba boca abajo durmiendo y sólo la sábana le tapaba la mitad de su desnuda espalda... y yo todavía seguía con ganas de ella así que la desperté mientras le besaba su espalda.

Mi mujer despertó y se acomodó para estar frente a mi.

—¿Qué hora es?. —Me preguntó con sus ojos adormilados—

—¡Qué importa la hora!. —Le dije acomodándome en medio de sus pierna.

—¡Creó que alguien se quedó con hambre!. —Dijo con una sonrisa—

—¡Yo diría que con mucha hambre y pienso dársela!.

Le volví hacer el amor con la misma desesperación hasta quedar rendidos.

—Debo hacer unas cosas y tengo que irme a cambiar de ropa. —Me dijo cuando se estaba vistiendo.

—Espero y estés libre a las tres  para ir a comer a casa de mis padres, mi madre hara una comida para conocer a la mujer que me tiene loco de amor.

—¿Enserio?. —Se sorprendió—

—Si, de hecho ella y mi hermana prepararon la cena que no comimos anoche.

Jazmín salió descalza de la habitación hacia el comedor y miró toda esa comida.

—Entonces debo probar la comida que hicieron para nosotros. —Se acercó a la mesa— !Pusieron fresas con chocolate!. —Agarró una y la metió a su boca y la saboreo y a mi casi me da un orgasmo de sólo verla—

—¡No hagas eso frente a mí!. —Dije con mi voz ronca mientras pegaba mis labios a los suyos— ¡Porqué te regreso a esa cama para volver hacerte el amor!.

—Ya tendremos mucho tiempo para hacer el amor, por ahora hay que comer porque muero de hambre... Ayúdame a recalentar todo esto.

Hice lo que me pidió, cuando terminamos de comer levantamos todo hasta dejar limpio.

—¡Debo irme!. —Me dijo, pero yo no quería que se fuera—

—¿Qué es más importante que pasarte todo el día aquí conmigo?.

—Tengo que ir a la escuela de baile para recibir a los nuevos estudiantes de música y no se te olvide que tu eres dueño de una constructora, ¿qué no tienes que ir a trabajar?, por si no mal recuerdo nunca faltas.

Me había olvidado por completo que tenía que ir a la oficina.

—Solo porque desde que me abandonaste, el trabajo es más para mi porque no he logrado encontrar una buena asistente como lo eras tú, sólo por eso voy a ir a la oficina a estas horas.

—Entonces date prisa porque ya casi son las 11. —Me dijo— Y pasas por mi a mi departamento para ir a esa comida y conocer a tu familia.

—Deberías regresar a trabajar como mi asistente. —La abracé de esa pequeña cintura— Para que me ayudes hacer los planos.

—Yo ya tengo un trabajo y por cierto  debo ir... ¡Pero si quieres te puedo ayudar hacer los planos!.

—¡Me darías una enorme ayuda!. —La acompañé hasta su auto— ¡Paso por ti a las dos!.

—¡Esta bien!.

—¡Te amo!. —Le dije para después besarla—

—¡Yo también!.

Subió a su auto y esperé hasta que se fue... Regresé a mi departamento, me di una ducha rápida para irme a la oficina a firmar unos papeles y librarme lo antes posible para no llegar tarde a la comida que mi madre iba hacer.

Mi nueva asistente no era tan eficiente como lo era Jazmín pero al menos intentaba tenerme todo listo... apenas terminé de revisar y firmar los nuevos proyectos y salí rápido de mi oficina rumbo hacia el departamento de Jazmín.

Cuando llegué ella ya estaba lista esperándome... —¡Te miras hermosa!. — Le dije mientras la besaba—

Salí con ella y nos dirigimos a casa de mis padres, lo bueno que del departamento de ella ya no estaba lejos.

Cuando llegamos entré con ella de la mano y tanto mis padres como mi hermana ya nos estaban esperando.

—¡Jazmín te presentó a mi familia!. —Ella ya los conocía pero aún así se los presente.

—¡Así que tu serás las madre de todos mis nietos!. —Le dijo mi madre... Jazmín me miró—

—¡Dijo nietos!. —Me dijo casi en un susurró—

—¡Sí, mi madre quiere muchos nietos! — Le dijo mi hermana saludándola—

—¿De cuantos nietos estamos hablando? —Preguntó Jazmín—

—¡Mi esposa quiere seis nietos de nuestro hijo!. —Le dijo mi padre al saludarla.

—¿Seis?... —No pude evitar reír al ver la cara de horror, terror y miedo al escuchar que mi madre quería seis nietos de nosotros— ¿Enserio quieren que tenga seis hijos?... Tú mamá piensa que soy una fábrica de bebés.

Yo solté la carcajada al igual que mi hermana por el comentario que hizo... ella pensaba lo mismo que yo.

Mi familia estaba encantada con ella y yo estaba feliz porque esa hermosa mujer... ¡Era mi mujer!... La miraba platicar con mi madre mientras yo estaba con mi padre tomando un trago.

—¡Ella es muy bonita!. —Dijo mi padre— Nunca debes juzgarla por el trabajo que tenía hijo, si la amas tanto como dices nunca la juzgues por haber trabajado en un Club bailando para los hombres.

—¡Yo nunca la jugaría padre!. —Le dije sin dejar de ver a la mujer que amaba—

—¿Sabes donde fue que conocí a tu madre y me robó el corazón hijo?.

La verdad no sabía, mis padres nunca hablaban de eso.

—A tu madre la conocí en el mismo Club donde tu mujer trabajaba... Ella era una de las bailarinas.

Voltee a ver a mi padre... Enserio el conoció a mi madre en ese Club, nunca me hubiera imaginado que una mujer tan elegante y refinada como mi madre hubiese trabajado en un lugar como esos.

—¿Mi madre era bailarina?. —Le pregunté—

—¡Sí! Y era una de las más bonitas... Nunca juzgues a una persona por su oficio. —Dijo mi padre— No juzgues a nadie si nunca te has puesto en sus zapatos.

Después de decir eso mi padre se acercó a mi madre y le dio un beso en su frente, mis padres siempre han estado muy enamorados.

Me acerqué a ellos y me senté al lado de mi mujer quien tenía un brillo hermosos en sus lindos ojos verdes... bien dicen que uno nunca debe de juzgar a las personas sin antes conocerlas, Jazmín fue una bailarina de un Club nocturno al igual que lo fue mi madre.

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