capítulo 19

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LA OBSESIÓN DE MI JEFE
Autor: Laura Navarro

         Capítulo 19

Se que ella me engañó y fingió ser alguien que no era... o quizá siempre fue ella.

Subí a mi auto sin importarme que dejara a mi hermana en el Club deportivo... apenas subí a mi auto para seguir a esa mujer que me había vuelto loco con sus dos identidades y le marqué a Susana para decirle que había ido a seguir a Jazmín, que le pidiera a Arturo que la llevara a casa cuando pudiera.

Mi hermana ni siquiera se molestó.

—Espero y esta vez dejen su PŪTŒ orgullo y se den cuenta de que sólo se están lastimado al estar lejos el uno del otro. —Me dijo mi hermana del otro lado de la línea— Y no te preocupes ya encontraré la manera de regresar a casa.

Cortamos la llamada y me concentré en el camino, no quería perder de vista a mi hermosa Jazmín... cuando llegamos a un semáforo esa mujer de ojos verdes estaba un par de autos adelante de mí, yo iba en bermuda, playera y con sandalias de playa.

Jazmín iba en traje de baño así que no me importó como iba vestido... miré que se estacionó afuera de una escuela de baile y miré que se puso sólo un vestido holgado sobre su cuerpo antes de bajar de su auto.

Yo la observaba desde el frente de ese lugar... miré que entró a esa escuela  con una valija en su espalda.

—¿Ella que hace aquí?... Acaso está tomando clases, ¡pero ella es una profesional en el baile!—

Como miré que no salió decidí entrar a esa escuela.

—¿En que le podemos ayudar?  — preguntó una mujer que se encontraba detrás de un mostrador—

—Estoy buscando a una persona, me dijo que la encontraría en este lugar. —Le tuve que mentir—

—Me podría decir el nombre de esa persona... para buscarla en los registros.

Me acerqué hacía donde estaba la mujer y dude en dar el nombre de Jazmín pero si quería verla y hablar con ella tenía que hacerlo.

—¡Se llama Jazmín Guzmán!.

La mujer empezó a revisar en su computadora mientras yo miraba los folletos que tenía ahí.

Esa escuela no sólo era de baile, era una escuela de arte.

—La señorita Guzmán... ¡Sí se encuentra ahora aquí!... Esta a punto de empezar  sus clases, si gusta puede esperar aquí o ir hacía su lugar de trabajo y esperar ahí a que termine.

—¡Me gustaría ir a su lugar de trabajo!

La mujer me llevó por un largo pasillo donde se encontraban varios salones donde estaban jóvenes, unos en clases de canto, otros en música, y cuando llegamos aquel lugar donde tenía enormes espejos y varios tubos en medio... miré tanto a hombres como mujeres.

—Puede esperar aquí señor... ¿Cuál es su nombre?.

—Alejandro Santillán.

—¡Señor Santillán la profesora Guzmán apenas empezará su clase!.

—¡Muchas gracias!.

La mujer se fue y yo me quedé ahí al lado de algunas personas que también esperaban... miré que Jazmín entró por otra puerta a ese salón y saludo a los que eran sus estudiantes.

Ella aún no me miraba, pero yo la veía de la misma manera que la miré hace seis años cuando le ayude a levantar sus libros en la Universidad.

Esa hermosa mujer enseñaba como bailar el tubo a esas personas que tenía frente a ella... tomé uno de los folletos que ahí había y empecé a ver... esa clase de baile era uno de los mejores deportes.

No sólo era un baile, eso era arte... miré como Jazmín enseñaba a esas personas a saber controlar cada movimiento con sus manos y piernas, incluso los hombres lo hacían pero ellos estaban ahí para saber como cargar a una mujer.

Estaba viendo un hermoso baile de ballet pero en tubo, un hombre alto al parecer era la pareja de Jazmín... y entre los dos enseñaban a bailar.

Jazmín estaba observando a cada uno de sus estudiantes y diciéndoles que debían hacer y que no... en eso alcanzó a ver que yo estaba ahí detrás del cristal observando y algo le dijo a su compañero para después salir hasta donde yo estaba.

—¿Y tú que haces aquí? ¿Acaso me estas siguiendo?. —Me dijo en un susurro—

Yo le sonreí sin quitarle la vista de encima porque ahora estaba vestida con unas mallas una blusa de licra y tacones altos.

—Sí, te seguí después de que me miraste en el Club y saliste corriendo... necesitamos hablar Jazmín. —Le dije mientras acariciaba su rostro... ella solo retrocedió un poco para alejarse de mí—

—¡No salí huyendo!... tenía que venir aquí por eso me fui del Club... y si quieres hablar conmigo para decirme lo horrible que soy por dentro no te molestes ya lo sé.

—Sabes bien que tenemos muchas cosas de que hablar y no me pienso ir... así que tu decides, hablas conmigo o me verás aquí en todas tus clases.

Ella me miró y se cruzó de brazos y después miró hacía su clase.

—La clase dura hora y media, si quieres esperar házlo, sino puedes irte. —Me pensaba dejar ahí parado como era su costumbre—

Pero antes de que lo hiciera le agarré su mano y entrelace mis dedos con los de ella para después acercarla a mí.

—¡Aquí te espero!... —Le dije muy cerca de su cara... ella me miró a los ojos y ese brillo que tenía ella en esos ojos verdes me robaban suspiros— Ese olor a fresa me vuelve loco y lo sabes. —Le susurré—

—¡Debo regresar a mis clases!. —Me soltó y regresó a su clase—

Yo me senté a esperar mientras miraba como le daba las indicaciones a sus estudiantes al igual que el tipo alto que estaba ahí... me entretuve mirando unas revistas.

Cuando miré que por fin terminó esa clase todos salieron y sólo quedaron ella y el tipo alto quien se le acercaba mucho y la abrazaba... ella se dió cuenta de que yo me puse serio al ver como ese tipo la miraba.

—¡Nos vemos el viernes Jazmín!. —Miré como ese tipo le dio un abrazo antes de irse—

A penas se quedó sola y entré para acercarme hasta ella que estaba firmando unos papeles... ella solo me miró y negó con su cabeza.

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