LA OBSESIÓN DE MI JEFE

capítulo 17

LA OBSESIÓN DE MI JEFE
Autor: Laura Navarro

          Capítulo 17

Ahora yo fuí la que me había quedado como estúpida y con el corazón destrozado... ¡Miré como ese hombre se alejaba de mí!.

Ahí me quedé hasta que pude dejar de llorar, después fui al baño y me retoque el maquillaje... cuando regresé con el Príncipe, miré de reojo hacia donde se encontraba la familia de Alejandro y el ya estaba ahí con ellos .

—¡Ya pensaba ir a buscarte preciosa!. — Me dijo Xavier susurrando a mi oído— Tardaste mucho y yo no encuentro la manera de salir huyendo de aquí.

—Lo siento pero estaban todo los baños ocupados. —Xavier me decía al oído lo aburrido que estaba, si no fuera por que venía por representar a su padre, él no hubiera asistido a ese lugar.

Me hacía reír con sus comentarios y miré que Alejandro me veía desde su mesa, y me di cuenta que estaba bebiendo mucho.

—¡Es hora de irnos hermosa!. —Me dijo el Príncipe quien era muy cariñoso conmigo—

—¡Entonces vámonos! Porque yo también me quisiera ir a descansar —Le dije sin pensarlo dos veces—

Xavier se puso de pie y me ayudó a recorrer mi silla para que me levantara... después lo acompañé a que se despidiera de algunas personas.

Ese hombre en ningún momento quitó su mano de mi cintura... sentí que duramos mucho despidiendonos de esas personas... yo quería salir lo antes posible de ese lugar.

Para mi mala suerte pasamos por un lado de donde se encontraba Alejandro... y el Príncipe se quedó platicando con unas personas justo ahí.

Me tuve que voltear de espalda para no ver la cara a Alejandro que no dejaba de mirarme, ya estaba muy ebrio y sólo esperaba que no me hiciera un escándalo frente a todas esas personas.

—¡Vámonos preciosa!. —Me dijo el Príncipe—

Salí con él de su mano y ni siquiera voltee... Cuando subimos a la limusina miré que Alejandro salió detrás de nosotros, pero su hermana salió trás él y no le permitió que se acercara hacia donde me encontraba.

Todo el camino iba en silencio pero al parecer Xavier se dio cuenta de que tenía mis pensamientos en otro lado...

—Me gustaría saber quien es el tipo que me a quitado tu atención. —Dijo sacándome de mis pensamientos—

—¡Perdón!.

—Dije que me gustaría saber quien fue el tipo que me robó tu atención Jazmín... Porque se que tienes esos ojitos de tristeza por alguien y estoy seguro que no es por mí.

Sonreí forzosamente y me recargué en su hombro. El sólo me abrazó y acarició mi cabello.

—No me hagas caso, solo que no dormi lo suficiente y me siento cansada.

—Entonces te llevaré a descansar preciosa... Cuando la limusina se detuvo al bajar me di cuenta que ese no era mi edificio, él me había llevado al hotel donde se estaba hospedando.

—¡Pensé que me llevarias a mi casa!

—Si pensé en hacerlo pero si lo hacía te ibas a deprimir más y preferí traerte a dormir conmigo... no te preocupes sólo dormiremos, prometo no insistir para que te acuestes conmigo.

Entre de su mano a ese hotel y fuimos directo al elevador, cuando subimos a la habitación donde se estaba quedando, me quedé sorprendida, esa habitación era más grande que mi departamento.

—¿Me puedes contar porque tienes esa cara de tristeza?.

Yo me senté en la orilla de la cama y le conté todo lo que había pasado de principio a fin... él me escuchó hasta que terminé de contarle toda la historia.

No me dijo nada sólo se puso de pie y sacó del clóset una de sus camisas y me la entregó para que me la pusiera para dormir.

Yo entré al baño para darme una ducha y después salí con la camisa puesta, solo llevaba debajo mi pantaleta de encaje.

El estaba parado en el balcón bebiendo una copa de champagne, el ya traía su pijama puesta, me acerqué a él y me ofreció la copa de champagne que traía en su otra mano.

—¡Entonces ese hombre no era el que te había humillado en ese baile hace 6 años!.

—¡No!... Todos estos años lo juzgue.

—Y por vengarte de él y romperle el corazón ahora tú también estas sufriendo.

—¡Has de pensar que soy una estúpida! Y como el me dijo soy horrible por dentro.

Sentí como mis ojos se me llenaron de lágrimas y por más que intenté no llorar mis ojos me traicionaron.

Xavier sólo me abrazó y dejó que llorara en sus brazos... después nos acostamos en la cama y el me abrazó mientras me acariciaba mi cabello hasta que logré quedarme dormida.

Al día siguiente cuando desperté el ya había pedido comida para desayunar.

—¡Que rico huele!. —Le dije cuando salí de la cama y me acerqué a él quien ya se estaba tomando una taza de café—

—¡No sabia que te gustaría desayunar así que pedí todo esto!.

—¡Creo que tu me quieres poner gorda como cuándo tenía 18 años!... — empezamos a reír... después de comer me vestí otra vez y me llevó a mi departamento.

Como siempre me dejó afuera de mi edificio y el bajó primero para ayudarme, yo traía en mis hombros su sacó.

—¡Gracias!. —Le dije—

—¡Gracias a ti Jazmín y no olvides que si quieres alejarte de aquí sólo avisame y yo con gusto te hospedo en mi Palacio!... ¡Cómo amigos te aclaro!...

—Lo tomaré en cuenta Xavier... —Me quité su sacó y se lo entregué— ¡Qué tengas un buen viaje!.

Le di un abrazo y el también me abrazó pero esta vez me dio un beso en los labios.

—¡Espero verte pronto preciosa!... Y ojalá que la próxima vez que te miré vuelvas a tener esa hermosa mirada llena de brillo.

Me dió un último abrazo y subió a la limusina... me quedé ahí hasta que ya no miré la limusina... entré a mi departamento y me fui directo a mi cama... a pesar de que si había dormido yo quería seguir durmiendo y despertar pensando que todo hubiera sido un mal sueño.