capítulo 21

1.2K 71 1
                                    

LA OBSESIÓN DE MI JEFE
Autor: Laura Navarro

               Capítulo 21

Fui a casa de mis padres por mis cosas ya que las había dejado ahí, apenas y puse un pie dentro y mi hermana y madre me empezaron a interrogar.

—¡Y que paso, donde esta mi cuñada!. — Preguntó Susana acercándose a mi— Dime que dejaron ese orgullo que los dos tienen.

—Espero y esa mujer por la que has estado sufriendo seis meses sea la madre de mis seis nietos hijo —Dijo mi madre porque lo más seguro es que mi hermana le contó que fui detrás de Jazmín—

—¡Seis nietos madre, que piensas que soy el hombre esperma y aparte no creo que Jazmín quiera darme seis hijos, —Mi madre exageraba al pedir tantos nietos—

Ella siempre quiso tener una familia grande y con seis hijos pero se miró muy mal cuando se embarazo de Susana

—¿Eso quiere decir que si te arreglaste con ella?. —Mi hermana dijo emocionada—

—¡Sólo hablamos!, la invité a cenar esta noche en mi departamento pero como siempre se negó, le dije que ahí la esperaría a las 9 de la noche, si va es para regresar conmigo y sino... ya no la volveré a molestar.

Me senté en el sofá y mi madre se sentó a un lado de mi y mi hermana del otro.

—¡Ella irá hijo!... —Eso esperaba yo, esperaba que Jazmín fuera y dejará su orgullo como yo lo hice—

—¡Sabes nosotras iremos a tu departamento a prepararte una rica cena para ti y el amor de tú vida!... ¡Bueno mi mamá te prepara la cena yo solo la ayudaré!.

Enserio mi familia quería tanto como yo, que Jazmín se diera cuenta de que quiere estar conmigo y vaya a mi departamento a cenar.

—¡Si hijo ahora mismo voy a preparar una rica cena para ti y mi nuera!,  todavía tengo tiempo para que sea la hora asi que descansa un poco y después te das una ducha, te pones muy guapo y cuando llegues a tu departamento ya tendrás una cena lista.

Mi madre se puso de pie y me estiró su mano para que le diera efectivo o una tarjeta de crédito... hice lo que me pidieron y subí a mi habitación a descansar un poco.

Sólo me acosté porque no pude dormir por estar pensando en los besos de mi Jazmín.

Cuando eran las 7:30 me di una ducha y después me empecé a vestir, elegí ponerme un traje ya que seria una ocasión muy especial si es que Jazmín iba a mi departamento.

Cuando estuve listo salí de la casa de mis padres y me dirigí hacía mi departamento, pase por el edificio donde vivía Jazmín, por donde tantas veces he pasado y por mi orgullo nunca fui capaz de buscarla... y esta vez tampoco lo hice, yo quería que ella fuera a mi departamento.

Cuando llegué a mi departamento me encontré con una mesa puesta adornada con velas y hermosas flores y en medio mi fruta favorita, *FRESAS* ¡habían puesto esa deliciosa fruta!.

—Creo que en vez de lograr que se enamoré de mi se va a enamorar de esto. —Dije apuntando la mesa—

Mi hermana salió con una botella de champagne con hielo y la puso sobre la mesa.

—¡Esa mujer ya está muy enamorada de ti hermanito, sólo tienes que convencerla de que regrese contigo!

Mi madre y ella se dirigieron a la puerta pero mi hermana antes de salir de su bolsa sacó una caja de condones.

—Estoy segura que esta noche vas a usar varios de éstos...  —Abrí mis ojos cuando mi madre me los quitó de la mano—

—Él no necesita estos plastiquitos Susana, esta noche quiero que empiece a hacer a mi primer nieto. —Por más que intenté no reír, no pude y sólo me quede en la puerta escuchando las risas de mi madre y hermana que se escuchaban en el pasillo—

Cerré la puerta y me fui a mi habitación a acomodar el desorden que tenía últimamente, pero mi hermana y mi madre se habían encargado de ordenar todo, incluso sobre la cama había pétalos de Rosas.

Miré mi reloj y ya faltaban diez minutos para las nueve, me senté a esperar en el sofá mirando hacia la puerta... el tiempo fue pasando tan lento que miraba mi reloj cada dos minutos.

Perdí la esperanza de que Jazmín fuera cuando ya eran las 9:10 y ella nunca apareció.

—¡Decidiste no venir hermosa!. —Dije poniéndome de pie, me quite el saco y lo aventé molesto al igual que la corbata... sentía tanta tristeza y me serví un vaso de whisky...

Regresé al sofá a tomar el líquido de mi vaso mirando hacía la puerta...

—Ella no quería estar conmigo, quizá no me amaba como pensaba yo.

Volví a ver mi reloj y ya eran las 9:30... y apenas me iba a servir otro whisky cuando tocaron a la puerta... ¡Sentí como mi corazón empezó a latir con tanta fuerza que podía escucharlo!.

Deje el vaso en la mesa y caminé hacia la puerta con la esperanza de que Jazmín fuera la que había tocado... mis manos me sudaban y me temblaban.

Cuando abrí la puerta ahí estaba ella con un hermoso vestido rojo.

—¡Perdón por llegar tarde, pero había mucho tráfico y aparte... —Ni siquiera dejé  que terminará de hablar cuando la jale para que entrara, cerré la puerta y la abrace con fuerza mientras la besaba—

—¡Pensé que habías decidió no venir mi amor!...

—¿Y perder la oportunidad de mi vida de estar con el hombre que amo?.

Esas palabras fueron suficientes para saber que esa mujer era mía, siempre a sido mía... me olvidé de la cena que mi madre y mi hermana prepararon para nosotros, la cargué en mis brazos y la lleve a mi habitación para hacerle el amor.

—¡Espera Alejandro... y la cena!. —Me dijo cuando la acosté en la cama y la empezé a besar—

—¡La cena puede esperar, pero las ganas que tengo de acerté mía no!.

Me quité la camisa y la aventé en algún lugar de la habitación al igual que el pantalón, ella solo me miraba con una sonrisa en sus labios.

—No tienes idea de cuántas veces quise tenerte aquí en mi cama haciéndote el amor y no despertar pensando que sólo fue un sueño.

Le decía mientras me deshacía de su vestido y de su ropa interior... no podía dejar de besar y recorrer su cuerpo con mis manos mientras acariciaban esos tatuaje que tenía abajo de sus senos, su espalda baja y su pierna.

No me saciaba de hacerla mía y probar su cuerpo con olor a fresa... esta vez si le hice el amor y no sólo la toque por encima de su ropa como lo hacía en mi oficina.

Después de hacer el amor más de una vez Jazmín se quedó dormida en mis brazos mientras yo apreciaba su belleza... hasta que también me quedé dormido.

Cuando desperté fue porque mi celular sonó... contesté antes de que mi mujer despertará... que bien se sentía decir que Jazmín Guzmán era mi mujer.

—¡Sabes la hora que es madre!. —Dije apenas contesté porque era mi madre llamándome a las 8 de la mañana—

—Perdón hijo pero sólo quería decirte que haré una comida para ti y mi nuera aquí en la casa, los espero a las 3.

Solo había llamado para eso y colgó ni siquiera espero a que le diera una respuesta...

LA OBSESIÓN DE MI JEFE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora