capítulo 10

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LA OBSESIÓN DE MI JEFE
Autor: Laura Navarro

              Capítulo 10

El sábado durante el día me la pase en el club deportivo donde acostumbro ir a jugar tenis con Arturo...

—La noche de ayer estuvo buena en el Club Alejandro... estaba lleno de gente y tu bailarina favorita Esmeralda bailó, pero el Príncipe de España fué quien tuvo la suerte de estar más cerca de ella.

—Mis padres tuvieron una fiesta familiar y ya sabes quiera o no tengo que estar presente, pero esta noche si iré.

Por su puesto que pensaba ir, ya tenía la reservación para estar en primera fila y ver a esa hermosa mujer...

Cuando llegué a mi casa me recosté en la cama y me quedé mirando el techo, tratando de recordar si en verdad fue un sueño o en si tuve el mejor sexo de mi vida con mi asistente.

No entendía porque siempre estaba pensando en ella... porque siempre tenía que pasarme los días de trabajo mirándola a través de esa cámara de seguridad.

Cada vez que estaba cerca de ella ese deliciosa aroma a fresa me recordaba a el supuesto sueño que tuve con ella en mi cama.... sino fuera porque la misma Jazmín me dijo que me había quedado dormido juraría que esa mujer fue mía esa noche.

Cuando llegué al Club el hombre de la entrada me reconoció y enseguida le pidió a una mujer que me llevara a mi mesa.

—¡Disculpe señor!. —Escuché decir al bartender quien me hizo voltéarme, con su mano me pidió que me acercará—

—¡Tuviste suerte amigo! —Me entregó una tarjeta que decía "Membresía de cliente especial"— Le hablé de ti a la hermosa Esmeralda y me dijo que te entregara esa tarjeta... es para que puedas entrar al Club sin tener que pedir una reservación... muestrásela al hombre de la entrada para que te lleven a una mesa privada la próxima vez que vengas.

—¡Muchas gracias!. —Le dije con una sonrisa enorme en mis labios—

Guardé la tarjeta en la bolsa de mi saco y seguí a la mujer quien me llevó a una mesa la cual no era la misma de la primera vez que vine.

Antes que la hermosa Esmeralda saliera... primero salieron a bailar como seis mujeres... estaba en mi mesa tomando whisky esperando ver a esa hermosa mujer bailar.

Miré como el guardia de la entrada llevaba a un hombre demasiado elegante hacía unas mesas que estaban en otro lugar donde había cortinas rojas.

—Disculpe —Le dije a la mesera que me estaba atendiendo—

—¿Se le ofrece algo más señor Santillan? —Dijo la mesera—

—¿Quién es ese tipo de allá?... ¡El que va custodiado por esos hombres!

La mujer volteó a ver.

—¡El es el Príncipe Xavier de España, señor!.

Con que ese es el dichoso Príncipe... eso quiere decir que si tengo suerte lograré cruzar una palabra con mi bailarina favorita si es que ese Príncipe no me roba su atención.

Cuando las luces se apagaron y el tipo del micrófono anunció a la hermosa Esmeralda, miré hacía donde estaba el Príncipe quien también tenía los ojos en el escenario.

Esta vez Esmeralda salió vestida de estudiante... con una muy pequeña falda cuadrada y una blusa blanca con un nudo enfrente... incluso en su cabello falso traía dos coletas.

Esa mujer era demasiado hermosa y con un cuerpo perfecto, ese antifaz en su rostro sólo dejaba apreciar esos lindos ojos y sus labios rojos.

Pensé que no notaría mi presencia, pero cuando me miró sonrió y yo le aventé esa rosa roja que estaba en mi mesa esperando que fuera mi rosa la que ella levantara.

Sonreí al ver que si fue mi rosa la que levantó y metió en sus dientes, la miré subir a mi mesa y acariciar con tanta delicadeza ese tubo, que sólo con verla estaba apunto de tener un orgasmo ahí mismo.

Esa mujer giraba en ese tubo con mucha agilidad... yo la miraba deslizarse con sus piernas sujetandoce mientras llevaba el vaso de whisky a mi boca.

Apenas le dí un trago cuando ella me lo quitó de la mano y se bebió el líquido...

—¡Pensé que no te volvería a ver!. —La escuché decirme con un acento francés. Esa mujer me había hablado— ¡Espero verte de nuevo!. —Me dijo por último antes de bajar de mi mesa y guiñarme un ojo—

Definitivamente ella no era mi asistente ahora me quedaba claro... esta hermosa mujer francesa no podía ser Jazmín Guzmán.

Sabía que ella no volvería a salir a bailar así que me fui a seguir la noche en la barra.

—¿Whisky? —Me dijo el bartender—

—Sí. —Respondí mientras miraba hacía el lugar donde estaba el Príncipe—

—Por cierto me llamo Ramiro....y esta noche tu Esmeralda bailará en privado para ése Príncipe —Dijo el hombre detrás de la barra—

—¡Al parecer ese Príncipe tiene muchos privilegios aquí!.

Bebí de mi trago sin quitar la vista de encima al Príncipe.

—Es un cliente demasiado especial... ¿Sabes la cantidad de dinero que gasta en este lugar cada que viene?, y más por que esa hermosa mujer baile en privado para él.

Miré como Esmeralda subió hasta el lugar donde estaba el Príncipe ya vestida diferente, los hombres que custodiaban al Príncipe cerraron las cortinas.

—¡Así que la francesa hace bailes privados!. —Dije regresando mi vista hacía Ramiro—

—¿La qué?. —Preguntó confundido—

—La francesa, ¿porqué la hermosa Esmeralda es francesa verdad?... Me habló cuando bailó en mi mesa y su acento era francés.

—¡Oh sí!... Esa mujer hermosa es francesa.

Me quedé en la barra esperando la posibilidad de ver otra vez a la hermosa mujer de ojos Esmeralda... pero ya no la volví a ver, esta vez no salió a tomarse un trago... de seguro el Príncipe ya la había convencido de acostarse con él.

Cuando llegué a mí casa me fuí directo a descansar, no pensaba levantarme temprano y menos en día domingo.

Cuando abrí mis ojos y miré la hora en mi reloj supe que si había dormido lo suficiente.... ya pasaba de medio día.

Me fui directo al baño a ducharme, ahí me quedé bajo el chorro de agua por varios minutos... Cuando salí levanté la ropa que había usado la noche anterior y cuando lo hice de mi saco cayó al pisó la tarjeta de membresia que me había dado Ramiro.

Esa tarjeta tenía un número de whassap que decía sólo mensajes... la hermosa Esmeralda tenía un número para textear con ella.

Lo guardé en mi celular para más tarde mandarle un mensaje.

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