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Are You Bored Yet - Wallows . . . . .
Marzo [Viernes 25]
Cassandra point of view:
Marzo entraba terminando y con ello la mudanza a la nueva casa también. Una que se encontraba bastante cerca a la de Reiner, por lo que Gabi estaba bastante feliz, ya que así tenía más posibilidades de salir a jugar con Falco o más bien de hacer sus travesuras junto a él.
En estos momentos estaba haciendo mi tareas. Las clases en mi escuela comenzaban con mucha presión inmediatamente los primeros meses, lo que significaba que estaba bastante ocupada.
Estaba en mi escritorio concentrada en mi tarea cuando mi teléfono se prendió avisando que un mensaje había llegado.
Bertholdt ♡
oye, Cass
estás ocupada mañana?
es que quería saber si quieres salir conmigo
es decir con Reiner
y los demás si quieres también
solo si quieres
Cass
oh, lo siento
no puedo
estoy algo ocupada estos días
es decir, sí quiero, pero no puedo
ya sabes, muchas tareas y el estrés, todo eso
lo lamento.
Bertholdt ♡
oh, está bien, no te preocupes ッ
solo era para salir un rato y que no estés tan estresada
en estás fechas sueles ponerte así
y no me gusta verte mal por la escuela o cuando te estresas mucho por eso
es decir, eres mi amiga y me preocupo
bueno, te dejo para que sigas con lo tuyo
cualquier cosa que necesites sabes que solo me tienes que hablar ♡
Sonreí al leer sus mensajes, Bertholdt era un gran amigo, aunque a mi me gustaría que fuera algo más, que me viera como algo más que solamente su amiga o la prima de su mejor amigo.
La voz repentina de Gabi hizo que levantara mi mirada del celular. Ella estaba apoyada en el marco de mi puerta.
-Oye, hermana ¿con quién te mensajeas tanto? ¿con tu no novio Bertholdt?
-Él no es mi novio, Gabi.
-¿Pero sí estabas hablando con él?
-Uff eres una molesta, sí, estaba hablando con él, dijo que si quería salir con él mañana. - sus ojos se abrieron, mostrando una expresión sorprendida. -Pero ya sabes, tengo que estudiar, así que le dije que no podía.
-¿Estás hablando en serio? para ser toda una cerebrito eres bastante tonta, Bertholdt te invitó a salir ¿Y dijiste que no? ¿por las tareas? - ella entró a mi habitación y se lanzó a mi cama. -, O sea, se que eres responsable y te gusta estudiar, pero hay cosas más importantes, como vivir tu juventud. Además, ¿no se supone que te gusta?
Agarré su brazo y tiré de ella para levantarla de mi cama.
-No te di permiso para estar en mi habitación y sí me gusta. - agaché mi mirada un poco nerviosa. -Pero el no lo decía de esa forma, quería una salida entre amigos. Además sí tengo que preocuparme por la escuela. Todo tiene que quedar perfecto
-Cass, eres demasiado joven para preocuparte tanto. Te van a salir arrugas del estrés.
-Tú eres la que me va a sacar arrugas, niña molesta.
-Está bien, está bien, dejo de ser molesta, por ahora. - ella levantó sus manos en forma de "rendición". -Lo que yo venía a hacer en realidad era decirte que me llevaras donde Reiner.
-¿Para qué quieres ir a ver a Reiner?
-No sea tonta, no quiero ir a ver a Reiner, quiero ir a jugar con Falco.
-¿Jugar? para planear alguna de tus travesuras mejor dicho.
-¿Yo? ¿haciendo travesuras? ¿cómo un angelito como yo haría algo así?. - ella puso sus manos en las mejillas apretando las y pestañenado de una forma tierna.
Podía engañar a los demás, pero a mí no, yo era su hermana.
-Está bien, pero le dices a Reiner que serás su responsabilidad por el resto del día.
-Trato hecho.
°°°
La casa de Reiner no quedaba lejos, pero igual era mejor que yo la llevara, así que ambas fuimos caminando. Una vez ahí había voces que se escuchaban desde dentro, no lograba distinguir lo que decía, así que simplemente toqué la puerta.
-Hola, Cass.
Reiner fue quien abrió la puerta. Pero mi mirada se desvío a la ventana de la casa, en el segundo piso, en la cual estaban Ymir y Bertholdt. Les di una pequeña sonrisa a ambos, Ymir me sonrió también en forma de saludo y Bertholdt agitó su mano.
-Gabi dijo que quería pasar el resto de la tarde aquí, así que la traje.
Empujé un poco a Gabi para que entrara a la casa, ella lo hizo inmediatamente.
-Podrías haberme preguntado antes.
-Ella no me preguntó, así que tienes que cuidarla, ella aún no te perdona por lo de la fiesta.
-Está bien, está bien.
El cerró la puerta y yo comencé mi camino hacia mi casa, pero antes miré en dirección a la ventana, Bertholdt seguía ahí.
Gabi tenía razón, era una tonta por decirle que no.
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