15. Caída

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Sweet Hibiscus Tea - Penelope Scott

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Sweet Hibiscus Tea - Penelope Scott
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Julio [Viernes 15]

Cassandra point of view:

Eran las 15:58 y sinceramente lo único que sentía en estos momentos eran ganas de desaparecer. La semana había sido un asco, iba de la escuela a mi casa y pasaba todo el día acostada haciendo nada.

Era el último día de clases antes de las vacaciones de invierno y estábamos a punto de salir, por lo que no hacíamos nada. Yo tenía la cabeza apoyada en mi mano mientras miraba por la ventana, escuchaba la voz de Historia y Mikasa, quienes mantenían una conversación, a la cual sinceramente no prestaba atención.

Suspiré. Realmente me sentía muy agotada, era como si todas mis emociones y energía estuvieran en una constante caída. Mi mente solo pensaba en lo estúpida que había sido con Bertholdt, solo pensaba en que tenía que pedir disculpas, pero no sabía cómo, tampoco sabía si él querría verme o disculparme.

Sentí la mirada de Mikasa y como Historia apoyaba su cabeza en mi hombro, las miré a ambas con duda en mi rostro.

—¿Por qué me miran así?

—Es que has estado muy decaída estos últimos días. — respondió Mikasa. —Nos preocupas.

—Si es por las notas...

—No es por eso, Hisu. — empecé a jugar con mis dedos. —Yo...

—Sabes que puedes decirnos, Cass.

—Le dije cosas muy feas a Bertholdt y ya no sé si quiera hablar otra vez conmigo. Y yo... no sé que hacer, t-tengo que hablar con él y p-pedirle disculpas, pero y-yo no sé cómo hacerlo.

—Oh, linda, ven aquí. — Historia pasó sus brazos alrededor mío en un abrazo, mientas Mikasa acariciaba mi espalda en forma de apoyo. —Tienes que ir a hablar con él.

—¿Y que si no quiere verme?

—Querrá verte. — habló Mikasa. —Es Bertholdt. Siempre querrá verte.

Yo solo cerré los ojos y dejé que mis amigas me dieran un poco de consuelo, no estaba tan segura de lo que decía Mikasa, después de todo fui muy cruel con Bertholdt, ni siquiera había dicho todas esas cosas en serio, simplemente... había sido un mal momento.

El timbre que anunciaba la hora de salida sonó, por lo que la mayoría de mis compañeras empezaron a salir del salón de clases.

—¿Quieres que te acompañemos a tu casa? ¿o quieres salir a alguna parte? — propuso Mikasa.

—No puedo. Reiner debe estar esperándome afuera junto a Gabi.

—Está bien. — dijo Historia separándose de mi. —Pero si necesitas algo...

—Les hablo a ustedes. — respondí con una sonrisa. —Lo sé y gracias.

Ambas sonrieron y luego salieron del salón. Yo agarré mi mochila y empecé a ordenar mis cosas para salir también. Tal vez debería preguntarle a Reiner como estaba Bertholdt, preguntarle si estaba enojado...

Suspiré frustrada.

Caminé rápidamente hasta la salida y de inmediato pude ver a Reiner y Gabi, ambos estaban hablando de algo. La más pequeña puso su mirada en mí y corrió rápidamente en en mi dirección.

—Hola, Cass. — rodeó sus brazos en mi cintura, formando un abrazo.

—Hola, pequeño demonio. — di pequeñas palmadas en su cabeza. — ¿Por qué tan cariñosa?

—Reiner dijo que si me portaba bien y que si tu aceptabas me compraría un helado. — hizo un puchero. —¿Puedes decir que sí? por favor.

Sonreí. Okey, Gabi podía ser un verdadero caos la mayor parte del tiempo, pero cuando quería podía ser la niña más tierna y dulce que existía. Nadie se podía negarle algo a esa carita tan tierna.

—Está bien, Gabi. — la agarré por los hombros y la separé de mí. —Pero lo de portarte bien te tiene que durar.

—Pero si yo siempre me porto bien, Cassandra.

Negué con la cabeza, mientras Gabi agarra mi mano y tirando de mí. Llegamos hasta donde estaba Reiner.

—Cass dijo que sí podíamos ir por un helado.

—Muy bien, enana, vamos entonces.

Ella empezó a caminar delante de nosotros, como en su propio mundo, Reiner y yo caminábamos uno al lado del otro en silencio. Él iba muy callado y tenía una mirada seria, el ambiente era raro.

—¿Vas a quedarte callado o dirás algo?

—Es que estoy preocupado.

—¿Preocupado por qué?

—Por ti. — dijo de forma obvia. —Es que tienes ojeras y lo que pasó con Bertholdt.... Los dos me tienen preocupado. Bertholdt es mi mejor amigo y tú eres mi prima, eres como mi hermana menor, me preocupa verte tan mal, tienes unas ojeras horrendas.

—Lo sé. — suspiré. —Solo que... le dije cosas muy feas a Bertholdt y ya no sé si querrá verme o hablar conmigo.

—Bertholdt querrá verte enseguida.

—¿Cómo estás tan seguro? en serio le dije cosas muy feas y no debí tratarlo así yo....

—Sé que eres un poco tonta, pero Bertholdt está totalmente loco por ti. Tan solo tienes que hablar con él. — interrumpió inmediatamente. —Cass, lo digo en serio.

—¿Ir a verlo?

—Sip. — empezó a caminar más rápido.

—Pero...

—Solo ve a hablarle, yo te acompaño mañana.

Reiner tenía razón

Ya estábamos frente a una heladería y el rubio se puso junto a Gabi, quien ya estaba observando los diferentes sabores de helado con brillo en sus ojos, al menos alguien estaba muy feliz el día de hoy. Me paré junto a ambos.

—¿Quieres un helado, Cass?

—Sí, uno azul.

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@sweetnicte

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𝘿𝙖𝙧𝙡𝙞𝙣𝙜 |𝖡𝖾𝗋𝗍𝗁𝗈𝗅𝖽𝗍 𝖧𝗈𝗈𝗏𝖾𝗋| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora