21. Halloween

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—¿Es en serio, Reiner?

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—¿Es en serio, Reiner?

—¿Qué?

—Dije que te acompañaría a la fiesta, no que me iba a disfrazar.

—Oh, por favor. — rogó. —Vamos a ir combinados con Gabi a pedir dulces y luego iremos a la fiesta de Eren.

Miré a Gabi y a Reiner una vez más, ambos ya estaban listos con sus disfraces, solo faltaba yo para que los tres estuviéramos combinados.

—¿Por qué yo tengo que ser Mike Wazowski? — me quejé. —No quiero.

—Porque eres igualita, Cassandra. — respondió Gabi. Yo solo le lancé una mirada de fastidio. —Y Reiner es igual a Sullivan.

—¿Y tú eres igual a Boo?

—En realidad soy mucho más adorable. — fingió una sonrisa de angelito. —Además ya no nos queda tiempo, Cassandra. Me voy a quedar sin dulces por tu culpa si no te pones el disfraz ahora.

Suspiré resignada y le quité el disfraz al rubio de las manos. Lo peor de todo era que los disfraces ni siquiera eran una inspiración de los personajes, no, eran iguales, iba a ser una tortura ir a la fiesta de Eren. Literalmente iba a ser una bola. Una vez que tuve el disfraz puesto salí, Gabi y Reiner me estaban esperando afuera. Pude ver a la más pequeña aguantando la risa.

—Me lucí con los disfraces este año.

—Soy una pelota. — me quejé.

—No, Cassandra. — intervino Gabi. —Eres Mike Wazowski. Ahora vamos por mis dulces.

Agarró las manos de ambos y tiró para hacernos caminar. Ya que, ahora sólo quedaba ir por dulces con Gabi. Lo peor venía después.

—¿En serio tengo que ir a la fiesta con este disfraz? Apenas me puedo mover.

—Sí tú escogías y preparabas los disfraces tú ponías las condiciones ¿Quién preparó los disfraces? — puso una mano en su oreja yo rodee los ojos.

—Tú. — dije entre dientes.

Él asintió complacido. Lo hacía para burlarse, a Reiner le encantaba eso, mas si se asociaba con Gabi. Lo peor de todo es que a él le quedaba increíble el dirfraz, se veía más alto y fornido de lo normal, y eso lo hacía ver increíble. Yo era una bola que apenas se podia movier. Me iba a quejar mentalmente toda la noche.

Salimos de la casa, la luz de los faroles era lo que alumbraba las calles, además de las muchas casas iluminadas con la decoración de Halloween. Pasamos por un montón de casas con muchos niños alrededor, iban de a grupo, era algo divertido. La verdad ya estaba acostumbrada a este ambiente, cuando tienes una hermana menor Halloween se celebra con mucha emoción, además con Reiner dejamos de pedir dulces bastante grandes, ahora solo acompañabamos a Gabi, aunque a veces el rubio robaba unos pocos dulces. Pasamos varias horas de casa en casa, consiguiendo muchos dulces, además de muchas fotos de los tres, porque según Reiner y Gabi, teníamos que guerdar estos momentos. Después de pedir dulces hasta que dieron las dulces mi pequeñs hermana comenzó a dar algunos bostezos.

𝘿𝙖𝙧𝙡𝙞𝙣𝙜 |𝖡𝖾𝗋𝗍𝗁𝗈𝗅𝖽𝗍 𝖧𝗈𝗈𝗏𝖾𝗋|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora