1 * "Vegetta Enderman"

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El sol de un nuevo día emergía sobre el pueblo de Karmaland, aquella mañana parecía una mañana más tan tranquila como las otras.
Cómo siempre el azabache se levantó al alba, tenía mucho trabajo en su huerto y quería viajar a Herebus para conseguir más minerales para su traje volador y materiales para sus nuevas armaduras y armas. Ya tenía una mochila preparada desde la noche anterior.

Tomó lo necesario y partió a la otra dimensión a través del portal que se encontraba al lado de su gran mansión, previamente dejó activa toda su seguridad, torretas y trampas por igual. No le gustaba dañar a otros, pero prefería su paz y quietud, prefería invitar en lugar de recibir visitas.

Los insectos en Herebus estaban tan pesados y tontitos como siempre, pero ya estaba acostumbrado a visitar tal lugar que sabía cómo lidiar con ellos. Tenía incluso un pequeño escondite bajo tierra, muy cerca de su entrada, no era grande pero era lo suficiente para descansar en él por unas horas antes de volver a sus tareas.

Volvió a casa pasado el mediodía, había sido una mañana súper productiva y eso lo tenía feliz. Se dispuso ir a su habitación de cofres para organizar todo lo que había conseguido, nada debía estar fuera de lugar.

Escuchó que su radio sonaba en su habitación principal, clamando su nombre, salió rápidamente para responder. Era una radio especial que mantenía comunicado a los héroes de Karmaland y a Merlon.

-Bueno, ¿Luzu?- contestó.

-¡¡¡¿Tío dónde estabas?!!!- cuestionó enojado- ¡¡¡¿Por qué coño no contestas?!!!-.

-Esa booocaaaa- respondió ante tan brutal saludo- estaba en Herebus, sabes que no sirve el radio ahí, así que no lo lleve ¿Qué ocurre?-.

-Rubius, Lolito y Mangel, eso ocurre- respondió.

Vegetta dejo salir en aire de sus pulmones en completa desaprobación- ¿Qué travesura hicieron ahora?- preguntó tratando de adivinar en que se habían metido esos tres ahora.

-Se fueron al templo Enderman, al parecer ayer por la noche- le informó.

-¡¡¿Cómo?!!- se detuvo en seco- ¡¡dijimos que eso estaba prohibidísimo!!- exclamó.

-Lo sabemos, pero ¿Desde cuándo esos tres cabezones hacen caso?- preguntó el mayor- estamos yendo de camino al templo ¿Puedes alcanzarnos?- preguntó.

-Claro, ustedes sigan hay algo que quiero prepara para ir, infórmame si necesitas algo más, pociones o lo que sea-.

-Muy bien, te esperaremos antes de ingresar-.

La comunicación terminó y Vegetta se puso en marcha llevando en su mochila lo necesario para aquella misión mientras gruñía molesto porque aquellos tres tontitos no dejaban de meterse en problemas jugando con los límites de su paciencia, quizás era hora de una lección.
Guardo en su equipaje unos cascos especiales para sus compañeros y salió a su encuentro.

El templo estaba bastante retirado de la aldea y él llevaba bastante retraso por lo que optó en ir volando hasta el lugar, luego tendría que volver a Herebus a buscar más materiales y ya sabía quiénes iban a ayudarlo.
Tardó mucho menos volando de lo que esperaba, algo de lo que tomo nota para sus próximas misiones.

Bajó entre sus compañeros que aguardaban a la entrada de un oscuro bosque.

-Vege- saludaron bastante aliviados.

-¿Saben algo de los tres?- preguntó Vegetta a modo de saludo.

-Que son bobos, eso sabemos- dijo Alexby molesto.

Rubegetta Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora