14 * "Viaje en el Tiempo"

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Estaba en el museo de Madrid, viendo una exhibición de arte con sus compañeros de curso. Estudiar arte podía ser bastante agotador, aunque no lo pareciera, Historia del arte era su materia menos favorita, la verdad que no le interesaba la vieja historia de nada. Pero, aquella exhibición realmente llamaba su atención, porque había un cuadro de un artista de que no se tenía ningún tipo de información... pero él tenía datos extras.

Siguió a la guía del museo, escuchando las charlas sobre varios artistas europeos de antaño, se perdía en cada pincelada de cada lienzo, todos los colores formando una obra que podía ser amada u odiada, no todos admiraban el mismo cuadro, no todos se sumergían en la majestuosidad de antañas expresiones artísticas.

Entonces, luego de una hora y media de recorrido llegó el momento de ver la obra a la que tanto ansiaba volver a ver, luego de tanto tiempo y al mismo tiempo, luego de tan poco tiempo.

-Y aquí está, la mayor joya de nuestro museo- dijo la guía con calma y orgullo, ante las asombradas expresiones de los presentes- "El Rey Sin Nombre" es la obra más importante de nuestro museo, muchos han intentado dar con el origine de esta obra, pero no se ha encontrado mucha información al respecto, ni siquiera al autor. Detrás del lienzo sólo había una firma "Rubeus".
La obra fue encontrada en una pequeña cabaña de antigua piedra en los bosques cerca de Alemania, no había archivos ni registros de alguna ciudad u otras arquitecturas en la zona, solamente aquella pequeña cabaña. Sin embargo, una historiadora escribió hace poco un artículo hablando de esta obra y de que no muy lejos de aquella zona existió un pequeño reino, del cual se cree, el rey que vemos aquí era quien gobernaba aquel pequeño reino- la guía se tomó un pequeño tiempo invitándolos a contemplar la obra en silencio.

El marco era dorado, con un lienzo completamente morado donde reposaba la imponente figura de un hombre, fornido, de cabello negro y barba tupida, de unos ojos cafés serenos mirando hacia un lado, como si mirara a algo o alguien más a su lado.
Su atuendo de antaño cubierto por collas de oro y piedras preciosas, empuñando una espada que brillaba como una joya más, pero carecía de una corona como tal, por lo cual muchos debates se habían llevado a cabo para saber si realmente era un rey o quizás un caballero de alto rango. Sin embargo, por las joyas que portaba no les quedaba dudas de que se trataba de algún antiguo rey.
¿Quién era aquel misterioso hombre? ¿Qué cruzaba por su serena mente en aquel momento? ¿Quién le había hecho aquel bellísimo retrato? ¿Dónde podían encontrar más información? ¿Aquel hombre realmente había existido? ¿Qué había sido de él y su pintor? Eran tantas la preguntas y tan pocas las respuestas.

Rubén miraba aquella pintura con un sentimiento recorriendo su cuerpo, los flashes de momentos vividos golpeaban su mente, se sentía tan lleno de amor, tan lleno de valor, tan lleno... que era un sentimiento indescriptible; él lo sabía, sabía muy bien quien era el hombre del retrato, sabía quién había hecho aquella magnifica pintura, sabía las respuestas a todas aquellas preguntas que se hacían... las conocía. Sin embargo ¿Cómo explicarlas? por más que él lo contara, nadie le creería ¿Pero eso importaba? Era mejor dejar algunos secretos en lo profundo, para que aquellas personas pudieran fantasear con aquella bellísima obra, su obra. La obra que hizo del hombre del cual se había enamorado perdidamente.

Hacía dos años atrás, algo mágicamente extraordinario le había sucedido, algo que no pudo explicar ni explicarse, la mejor historia de su vida, la más misteriosa. Él supo que los artículos a los que algunos denominan como "mágicos" realmente albergan magia en su interior, es cuestión de toparse con el indicado y él lo había hecho, con un antiguo libro, que hablaba de la historia de un valiente Rey, el Rey de la luna, quien bajó a la tierra para coexistir con los humanos a los que admiraba, pero su reino, continuamente asediado por seres oscuros terminó cayendo en la destrucción. Aquel libro, de alguna forma lo transportó a aquel lejano tiempo, de alguna forma su vida se entrelazó con la de aquel Rey, de alguna forma se enamoraron perdidamente el uno del otro.
Tiempo antes de volver a su propio tiempo, Rubén Doblas, pintó la hermosa figura de Vegetta, el simple nombre con el que se había autobautizado y firmó el dorso del lienzo como Rubeus.

-Muchos creen, que este es uno de los muchísimos misterios que hay en el mundo que nunca serán resueltos- la voz de la guía lo trajo de nuevo con sus compañeros de clase- sin embargo, eso es lo bello, mantener el misterio y las dudas en torno a esta maravillosa obra. Quizás en el futuro sepamos más sobre este "Rey sin Nombre", de donde vino, lo que sucedió con su reino, pero por ahora solamente podemos apreciarlo y creer que realmente existió- concluyó la guía.

Cuando el recorrido acabó, la profesora que los acompañó les dijo que eligieran un cuadro y que tendrían que armar un informe sobre su composición, armar su ficha, identificando artista, año, incluso técnicas implementadas en la obra y porque les había llamado la atención para elegirlo, obviamente aquel ultimo cuadro no podrían elegirlo puesto que no habría información que anexar. Una vez que lo hubiesen elegido podrían volver a sus casas.

Rubén se sentó frente aquel gran cuadro, contemplando con todo el amor contenido en su corazón. Era tan increíble que aquella pequeña muestra de amor que había creado aún se mantuviera intacta, aunque sólo hubiesen sido dos años para él, el lienzo cargaba con más de quinientos años.

-Tu talento sigue intacto, amado mío- susurró una voz detrás de él.

-Hola De Luque- saludó cuando un azabache alto se sentó a su lado.

El Rey sin nombre.

-Hola Doblas- respondió el recién llegado sin dejar de contemplar aquella pintura- en serio, comparando tus pinturas actuales con esta, sigues creando maravillas, mi amor-.

-Lo cuidaste... todo lo que viviste-.

-Te lo había prometido- dijo tomando su mano y besándola- como te prometí que volvería a ti, sea como sea-.

-Ci, mi rey-.

Vegetta le había prometido que cuidaría de aquel cuadro, en el que Rubén había volcado todo su amor y que no podía seguirlo en aquel momento en el que es castaño debía volver, pero que no importaba cuanto tiempo le tomara, llegaría a él de un modo u otro... el deseo de ambos era reencontrarse y así se cumplió.

~14/05/2022~Ela~Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ~

Rubegetta Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora