20 * "Deja Vu"

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La clase completa habían ido a un campamento de verano como parte de un trabajo escolar, se dividieron en grupos de a cuatro para comenzar con lo básico antes que el sol cayera y eso era colocar las tiendas de campaña y recolectar bastante leña.

-¡¡Que mierda!!- exclamó Alexby molesto- que le den por culo al que inventó esta porquería- agregó enredado en pequeños caños y telas.

-Joder, Alexby la estás cagando- dijo Mangel agachándose para ayudarlo a desenredarse.

Alexby y Mangel fueron los designados en su grupo para levantar la bendita tienda de campaña que estaba causándole más de un problema.

-Fargan sabe armarlas ¿Por qué no lo hizo él?- preguntó Vegetta cerca mientras él y Luzu armaban la suya.

-Pues porque se fue con Willy a gandulear y comerse el morro seguramente- se quejo el pequeño azabache bufando.

Vegetta negó con una leve sonrisa mirando a Luzu, entre los dos estaban levantando su propia tienda, que compartirían junto con Auron y Rubius, estos últimos habían ido a traer leños al bosque que estaba detrás de ellos. Tal y como Willy y Fargan estaban, en teoría, haciendo.

Los grupos estaban esparcidos en un sector del lago y podías apreciar como los otros estaban en los mismo procesos de armado de tienda y búsqueda de madera; como se aproximaba una tormenta los reagruparon en grupos de dos para colocar lonas que mantuvieran el interior de las tiendas secos. Por lo que el grupo de Willy, Fargan, Alexby y Mangel juntaron su tienda al lado de la de Vegetta, Rubius, Luzu y Auron.

Alexby insultó tanto su tienda que Vegetta y Luzu terminaron por ayudarlos a levantarla y que quedara muy firme para la tormenta de aquella noche.

-Yaaaaa, con esto debe ser más que suficiente Auron- se quejó Rubius que estaba bastante cargado de leños secos y grandes.

-Venga, venga, solamente un poco más y Luzu y Vegetta estarán satisfechos- respondió Auron, ya les habían advertido que si volvían con poca leña tendrían que volver a salir.

-Esto es culpa tuya por elegir este trabajo- murmuró Rubius cansado.

-¿Tu sabes levantar una tienda de campaña?- inquirió enarcando una ceja, el castaño negó- yo tampoco, así que no te quejes, hubiese preferido venir al bosque con Luzu en lugar de ti, pero eme aquí, así que hagamos esto rápido y volvamos- agregó cargando un leño más.

-Vaaaaleeee- suspiró resignado mirando al cielo que estaba ya de un gris oscuro- además no quiero que la tormenta nos agarre ahora y moje todo los leños- dijo mientras Auron asentía.

*

Los profesores iba visitando a cada grupo, para asegurarse que cada tienda de campaña estuviera bien colocada y para dejarles lo que sería su cena, puesto que con la tormenta a punto de caer no podrían encender la fogata y las actividades de aquel día deberían dejarlas para el día siguiente.
Cuando Rubius y Auron llegaron la lluvia comenzaba a caer sobre ellos, la madera por suerte quedó seca, siendo lo primero que ingresaron en la tienda y ellos al final.

-Vege no me mires que me voy a cambiar- dijo Rubius divertido cubriendo su pecho desnudo mientras se sacaba la ropa mojada.

-Tontito-.

Luzu y Auron rieron.

-Si se van a poner cariñosos en la noche, sean silenciosos por favor- pidió Auron mientras Luzu reía.

Rubius lo golpeo con su almohada.

Una vez cambiados se sentaron en sus bolsas de dormir para cenar lo que sus profesores les habían proporcionado mientras escuchaban como caía la lluvia sobre ellos. Auron fue el primero en comenzar a contar historias de terror, mientras en la tiende de al lado se escuchaba a Alexby regañando a Willy Fargan por la poco y mojada leña que habían llevado con ellos.

*

La mañana siguiente Vegetta fue el primero en despertar, con un Rubius sobre él, babeándolo. Miró a su lado y tanto Luzu como Auron aun dormían. Con cuidado se quitó al castaño de encima, cubriéndolo de nuevo, apenas si tenían dos meses de relación de pareja, luego de ser amigos por más de tres años y no podía estar más feliz con él.
Como era el líder de su grupo tenía que desayunar temprano para encontrarse con los profesores e informarse sobre las actividades de aquel día.

Ni bien todos terminaron el desayuno, comenzaron las diversas actividades, desde caminatas por los alrededores aprendiendo como buscar el camino de regreso, saber diferencias los frutos del bosque que pueden consumirse de los que no. Aprendiendo todo lo que podían sobre sobrevivencia porque habría un examen al finalizar la semana. Serían dejados en el bosque en diferentes puntos y deberían volver al campamento, como un prueba de valor.
También tuvieron oportunidad de divertirse, saltando de tirolinas y nadando un poco en el lago, subieron las montañas cercanas y no podían terminar más cansados y molidos; pero todo era bastante divertido.
Durante la tarde noche, antes de que el sol terminara por ocultarse se dividió al grupo entero en dos, los que aprenderían a pescar y los que aprendería a hacer una buena fogata, al día siguiente cambiarían actividades para aprender lo opuesto.

-Entonces tira así y te quedas quieto, chiqui- dijo Vegetta mientras pescaba con sus amigos.

-Igual es bastante aburrido, Vege- se quejó sentándose a su lado sobre la tierra- al menos estoy contigo- murmuró apoyando su cabeza sobre el hombro del azabache.

-Hey, aquí no chiqui- susurró para que levantara su cabeza- esta bieeenn- suspiró al ver el adorable puchero inflando sus mejillas.

-Además ya esta oscureciendo Vege, no pasa nada- susurró.

-¡¡Eh miren!!- exclamó una de sus compañeras de curso señalando al cielo. Un pequeña lluvia de estrellas había comenzado asombrando a los presentes.

Sus ojos se sorprendieron al verlas, ambos sentía una sensación tan extraña en su interior, daba algo de miedo porque no podían entenderla con exactitud muy pocas veces en la vida la habían experimentado. Rubén tomó la mano de Vegetta y este le dio un leve apretón.
Una hermosa lluvia de estrellas que no duró más de unos quince minutos.

-¿Vege... sentiste...?-.

-Un deja vu, si, lo sentí- asintió sin dejar de ver el cielo nocturno.

Los había abrigado una extraña sensación de ya haber pasado por ello, una noche de pesca mirando al cielo observando los cuerpos celestes mientras esperaban que algún pez pique, era tan extraño, pero se sentía tan real. ¿Seria algo de ese tiempo o quizás bajo otras formas?

-¿Vege, me querrás siempre?-.

-Siento que así lo haré... sin importar el dónde el cómo ni el cuando-.


~20/05/2022~Ela~Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ~

Rubegetta Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora