26 * "Patinaje Sobre Hielo"

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-¿Cómo que te vas?- inquirio molesto el castaño.

-¡¡Como escuchas, me voy, estoy cansado de que me trates como tú puñetera sombra!!- exclamó molesto el contrario.

-¿Asi nada más, antes de las semifinales?- inquirió incrédulo- ¿Cómo se supone que yo sólo haga un acto de pareja? ¿Bobo o qué? No puedes irte así como así- espetó molesto.

-Ja, eres el "Gran Rubén Doblas"- dijo con un tono sarcástico y molesto- estoy más que seguro que podrás hacer las cosas por tu cuenta, tu arreglalo tesoro- agregó guardando sus patines de hielo en su bolso y poniendo sobre sus hombros.

-¡¡Eres un idiota David!!- exclamó molesto- mejor que te vayas, eres un inútil que no sirve para patinar, dejas mucho que desear-.

-Si, si, lo que digas- respondió David saliendo de la pista de entrenamiento.

Rubén Doblas Gundersen, era el mejor patinador sobre hielo de los últimos cinco años, pero estaba tan segado con ser el número uno, que había olvidado por completo porque razón habían comenzado con aquel deporte. Siempre se exigía un doscientos porciento, en cada entrenamiento y a sus parejas les exigía el doble.
Aquel campeonato para el que se estaba preparando era de a parejas y David, su último compañero, se había cansado de su actitud de "estrella", optando por irse y dejarlo a su suerte.
No, David se fue porque era un débil y un idiota, eso creía Rubén.

*

Sábado por la tarde, su agente y coach le había asegurado que encontró a una pareja muy buena con la que podría presentarse en las semifinales y que seguramente a las finales también.

-Rubén te presento a Samuel De Luque- dijo su couch, un hombre corpulento de cabello azabache con un peinado en jopo y con un percing aquí y allá; señalando al azabache a su lado, quien era acompañado por un castaño alto.

Samuel estiró su mano para saludarlo, pero Rubén lo examinaba de arriba a abajo sin disimulo alguno, cual rico observando a un perro de pedigree.

-Huummm pues, es atractivo sin duda, me hará lucir bien a su lado, pero...- miró a Samuel quien ya había bajando su mano- ¿Sabes patinar? En realidad, ¿Que tan bueno eres patinando?- preguntó cruzando sus brazos.

Samuel sonrió- mejor que tú pequeño engreído- respondió cruzando sus brazos y luego volteó a ver al castaño a su lado- ¿De verdad Luzu, con este chivato?- inquirió señalándolo con su pulgar.

-¿Chiva... Auron!!- se quejó mirando a su couch que negaba con su cabeza.

-Venga prueben al menos patinar juntos un poco- dijo empujando a ambos hasta las gradas dónde se pondrían sus patines.

A regañadientes ambos asintieron, seleccionaron un par de movimientos y piruetas que ambos conocían para hacer una mini rutina.
Luzu acomodó una cámara en un trípode para comenzar a grabar la rutina para luego enseñársela a ambos.
Los movimientos de ambos eran delicados, sabían colocar sus manos en los sitios adecuados y en el momento preciso. Era una hermosa danza, como si siempre hubiesen danzado de aquella forma. Lo único que no los beneficiaba era las expresiones en sus caras de hastío, como si no se soportarán ninguno de los dos y así era realmente.

-Mmmm bueno, salvo por esas caras, la rutina es perfecta- dijo Auron mientras Luzu asentia.

-Quizás si conviven un par de días entre ellos y se conozca mejor, podrían mejorar aquello- ánimo Luzu mientras, ahora, era Auron quien asentia.

Rubegetta Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora