Mañana sería un nuevo inicio en su vida, su antiguo trabajo y vida habían acabado, tenía que terminarlo o cometería una locura.
Su padre, era el mayordomo principal en el palacio de Karmaland al servicio de la familia real, los Doblas; cuando Samuel fe mayor de edad, se convirtió en el mayordomo exclusivo del único hijo y heredero al trono, Rubén. Le gustaba estar a su lado, aunque con muchos era un niño irresponsable e incorregible, no lo veían como el futuro sucesor si siempre se pasaba las reglas y normas por las pelotas.Había terminado de cenar, vivía en un pequeño departamento que tenía una hermosa vista hacia el castillo, como había estado trabajando en el palacio había estado viviendo en él, pero él se había comprado su propio espacio cuando necesitaba escapar de todos. Puso algo de música clásica y se dispuso a ver en internet las ofertas de empleo, porque no podría estar sin empleo por mucho tiempo.
Pasaban de las ocho de la noche cuando el timbre sonó llamando su atención. No esperaba a nadie en ese horario, por lo que curioso, dejó de lado lo que buscaba para ir hasta la puerta y atender al misterioso invitado.
-Doblas- susurró al ver al castaño con una pequeña mochila a su lado.
El recién llegado ingresó a su casa sin esperar invitación, según él no la necesitaba.
-Hoy no fuiste a trabajar- le reprochó como un niño pequeño.
-Ya no trabajo en el palacio- respondió Samuel cerrando la puerta- ¿Viniste solo?- preguntó.
No hubo respuesta.
-¿Alguien sabe que estás aquí?-.
Sin respuesta otra vez.
-Rubén-.
-¡¡Yo soy el que hace las preguntas!!- exclamó molesto- recuerda que soy el príncipe-.
Samuel bufó.
-¿Por qué no fuiste hoy al palacio?- cuestionó, mientras caminaba por los alrededores y observaba cada rincón de aquel departamento.
-Ya te lo dije, ya no trabajo más en ese lugar- respondió.
Rubén se detuvo delante la pantalla de su portátil- ¿Vas a irte de este reino?- preguntó al ver solicitudes de trabajo en otros reinos vecinos- ¡¡no puedes!! ¡¡Te lo prohíbo!!- dijo molesto.
-Soy un Alfa libre, cabezón, puedo irme si lo deseo- dijo cruzándose de brazos apoyando su espalda en una pared cercana a ellos.
-¿Y eso que importa? Yo soy un Omega y soy el príncipe de Karmaland- dijo frunciendo el ceño y sentándose en el sofá- tengo hambre, prepárame algo- ordenó.
-Ya no trabajo para ti- respondió poniéndose de pie y yendo hasta su portátil para guardar todo lo que estaba viendo y apagándola- te lo voy a preguntar una vez más Rubén ¿Viniste solo hasta aquí?-.
-Y si fuera así ¿Qué?- murmuró.
-¡¡¿Estas tonto cabezón?!!- exclamó molesto dirigiéndose hacia el contrario- ¡¡¿Te das cuenta de lo que pudo pasarte?!!-.
-¡¡¿Qué importa?!!- preguntó igual de molesto.
-¡¡Idiota!! ¿Qué hubiese ocurrido si algún Alfa te reconoce y termina por marcarte?- preguntó aun molesto.
-¡¡Es tu culpa por no ir a trabajar hoy!!- dijo con sus ojos llenos de vidriosidades. Era obvio que lo sabía, sabía a lo que se arriesgaba al salir de aquella forma. Él era el sucesor al trono, si un Alfa lo mordía y se convertía en "Su Alfa", automáticamente pasaba a convertirse en rey o reina.
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Rubegetta Month 2022
FanfictionIntento de completar el reto del Rubegetta Month con una historia por día... ¿Será posible? ¡¡¡Lo averiguaremos!!! Bienvenid@s a mis guapis de siempre y a mis fantasmillas, también a los nuevos fantasmillas que aparezcan, espero que disfruten de m...