Sin Tiempo | Demenflug x Paperheed

Segundo Capítulo

- ¿Estas bien, Flugy? - pregunto la chica al ver su compañero tan ocupado en el laboratorio de la escuela. - Te veo estresado. - comentó y se sento a su lado. - Kenny. - le llamo ella al ver que no respondía. -

El se apartó de los químicos que estaba usando para un proyecto de clases y dirigió su mirada a su compañera que con tanta insistencia lo llamaba.

- Preferiría estar solo justo ahora. - le dijo cansado. -

Habia pasado dias tratando de descifrar como hacer funcionar una idea para el proyecto que quería mostrar para su tesis pero, seguía sin lograrlo por mas que lo intentaba.

Estaba frustrado y por lo mismo se habia encerrado dentro de uno de los laboratorios de la escuela, apenas comiendo y bebiendo agua para no desfallecer al tratar de lograr su cometido.

- Llevas tres dias aqui. - replicó preocupada. -

- Estoy ocupado. - dijo y a ese punto ya quería que ella lo dejará solo. -

La chica le puso ojos tristes como lo haria un perro rogando por unas migajas de comida.

- Esta bien, Cecilia. - habló y hizo que la mirada de su compañera cambiará rápidamente. - ¿Que quieres? - le preguntó. -

- Vamos a comer algo, - le propuso. - te hace falta, no me gusta verte así.

- Tu también deberías estar trabajando en tu tesis. - opinó al aire. -

- Tendre tiempo para eso después, - contestó. - vamos. - le ordenó y lo tomo del brazo para jalando lejos de ahí. -

"Solo querías distraerme para robar mi trabajo" - pensó el científico  al recordar una de las tantas cosas que había hecho Cecilia en el tiempo que eran compañeros de clase. -

Seguia sin dejar de pensar en esas pequeñas cosas, no las podía pasar por alto.

Era algo hasta obsesivo hasta ese punto.

Ya habia olvidado todo, absolutamente todo, tanto así que olvido que Miss Heed y Cecilia eran la misma persona.

"Fui un juguete para ti." - pensó, estaba teniendo otro momento depresivo. -

- Cuatro ojos, - lo llamó Demencia. - oye, nerd. - lo llamo de nuevo y esta vez se apoyo en su espalda como ai fuera una mesa. -

- Nunca me dejas en paz. - se quejo él,  tratando de quitársela de encima. -

- Nunca me haces caso. - se quejo ella y de la nada le dio un fuerte abrazo. - ¡Abrazo aniquilador de ilusiones! - exclamó sin ceder la fuerza de su apretón. -

- Su-su-sueltame. - le pidio con la última pizca de aire restante en sus pulmones. -

Ella hizo lo contrario y lo apretujo un poco mas para luego soltarlo.

Desesperado tomo lo más que pudo de aire haciendo que su bolsa de papel hiciera ruido.

Respiro profundo antes de hablar, vaya que se habia sentido cerca de morir hace unos segundos.

- ¿Que te sucede, iguana? - le reclamo tratando de recuperar correctamente su voz por la falta de aire. -

Ella solo río.

- Solo yo puedo dejarte con la cara perdida y frustrada. - contestó. - También el jefe pero, es distinto. - agregó. -

El científico no podia evitar sentirse amenazado y confuso con lo que acababa de escuchar.

Y también pensó en lo obvio que estaba haciendo todo.

Estaba sobrepensando todo más de la cuenta.

El mismo se estaba torturando diariamente sin necesidad alguna.

- Por favor ahorita no, Demencia. - le pidió serio. -

Si tan solo pudiera sacarla del laboratorio para siempre y estar solo una eternidad sin tener que pasar por esa necia urgencia de su compañera de levantarle el ánimo.

- Nunca quieres nada conmigo. - se quejo cruzándose de brazos. - Pero, si fuera la rosada esa no la pensarías dos veces en cualquier cosa que te diga. - añadió a propósito para poder tener la atención del de la bolsa. -

- A ella no la metes en esto, - intervino de inmediato, Demencia logro su cometido al decir lo que dijo. - nada que ver.

- A esa mierda me refiero, - replico. - hasta la defiendes y la condenada te quería de esclavo solo para sacar información de la organización.

Si hace unos segundos el científico se sentia fastidiado ahorita mismo lo estaba aun más pero, no por que la chica lo estuviera molestando sino por que le había dicho la verdad de la manera más cruda posible.

- Miss Heedionda nunca fue tu amiga, - recalcó con un tono de voz muy molesto. - solo te queria cerca para tener atención y de seguro hasta para que le hicieras las tareas.

Ambos quedaron en silencio.

Hasta que el de la bolsa soltó un pequeño sollozo.

La bolsa a veces lo ayudaba para esconder sus emociones ante los demás pero, ese sonido que no pudo contener lo delató por completo en frente de Demencia.

- Pequeña cosita, - soltó con lástima, sabia que ella había provocado eso. - solo quiero que dejes de ser tan baboso. - agregó y se acercó a él para darle un abrazo que a diferencia del anterior sería uno suave. -

Ella abrió sus brazos y el la abrazo suave acercandola a él para poder reposar su rostro tapado en su hombro.

- Ya te habias olvidado de ella, - dijo de la nada ella sin soltarlo. - puedes hacerlo de nuevo.

Y tenia razón, si antes pudo dejarla en el lugar más recóndito de su cabeza actualmente podría hacerlo si no fuera por sus jodidos sentimentalismos.

"Tendré que hacerlo de nuevo"  - pensó seriamente sin soltar a su compañera que trataba de consolarlo. -

Pero, primero quería hacer algo antes de dejarla atrás.

Le gustaría tener un último estudio de su comportamiento y tenerlo anotado en su bitácora, le podría servir con futuros héroes o hasta villanos.

O también solo era una pobre excusa para despedirse para siempre de ella.

- Okey, - anunció Demencia apartándose de él. - suficiente, el jefecito se pondrá histérico si nos ve. - mencionó tratando de excusarse. -

Últimamente la chica se habia sentido nerviosa o apenada cuando estaba muy cerca y por tanto tiempo con Flug, no podía explicar muy bien lo que sentía.

Tenia ya varios días así y ojalá pudiera tener algún tipo de control sobre eso pero, tristemente no.

A parte que eso le estaba dando problemas en poder animar a su compañero, se sentia muy distraída, hasta en su trabajo en general estaba teniendo pequeños problemas.

- Voy a ver a mi amorcito. - anunció antes de salir corriendo del laboratorio. -

Casi corria como si tratará de escapar del de la bolsa de alguna manera.

- Cada día esta más extraña. - opinó al verla salir. -

Tomo aire y se cambio rápido su bolsa de papel que gracias a sus lagrimas estaba humeda de la parte de sus mejillas.

Volvió a lo suyo y trato lo mejor posible de evitar recordar más de su tiempo en la escuela de villanos.

Fue suficiente por hoy, era mejor enfocarse en su trabajo antes de que Black Hat entrará de imprevisto y le diera la quinta sermoneada del día.

Logre volveeeerrrrrrr :D