Sin Tiempo | Demenflug x Paperheed

Veinteunavo Capítulo

- Tardaste en venir. - señaló él una vez ella había vuelto con su pelo completamente suelto, listo para que él se matará peinandola. -

Ella se encogió de hombros, no debia darle explicaciones de nada a él, a parte que lo que esta sucediendo era para salir del paso, le pidió eso para no hacer obvias sus acciones de querer tomar algo de su zona de trabajo.

En los viejos tiempos le hubiera importado poco pero, en estas circunstancias es distinto.

- No me he desenredado el cabello aún. - le informó esquivando lo que el había dicho dándole el peine con las gomas para el pelo. -

El soltó un suspiro, esa era su manera de decir "Esto va para largo".

- Seria mejor que te lo desenredes tu a que lo haga. - opinó quitándose sus guantes. - No quiero que me pases reclamando una y otra vez que te estoy jalando el pelo.

Sin decir palabra ella le arrebato el peine y se sento en la silla que estaba vacía entre los dos para sacar con fuerza los nudos que formaban los rebeldes mechones de su cabello.

"No se como tomar esto de parte de ella" - pensó aún con bastante sorpresa de como ella se estaba portando con él. - "¿Es esto bueno o malo?" - se cuestionó en silencio al ver como ella jalaba con fuerza su melena con el peine a poco de quebrarse. -

- Eres muy tosca. - intervino quitándole el peine para el deshacerse de ese molesto nudo en su cabello con más suavidad. - Por eso se te atoran y rompen los peines. - mencionó a lo que ella soltó un suspiro molesto. - primero las puntas, - le explicó mientras hacía exactamente lo que decía. - luego desde la raíz hasta el final y no tomes mechones muy gruesos que será más difícil. - añadió. -

Él pacientemente desenredo mechón por mechón de cabello de su compañera, paso una hora entera así.

Para ser honesto el pensaba que tardaría mucho más.

- Gracias por hablarle a 5.0.5 de nuevo. - rompió el silencio él científico ya haciendo una de tantas trenzas que haría. -

En las pocas ocasiones que él estaba dispuesto a hacer este específico tipo de peinado en ella no eran dos trenzas sencillas las que hacia eran unas que suelen utilizar las peleadoras de UFC, si por pereza o por jugarle una broma le hacia dos trenzas regulares las cosas se pondrían innecesariamente violentas.

- Tenías razón, - logró sacarle palabras después de un silencio absoluto entre ambos. - él no tiene nada que ver en nuestros problemas, - admitió. - pero realmente no queria gastar ni una gota de saliva con nadie en esta casa. - confesó. -

- Asi no ibas a solucionar nada, en todo caso. - opinó él sin dejar su tarea de trenzar su pelo. -

Ella gruñó.

¿Debia tragarse sus palabras o vomitarlas como si fuera un veneno?

Lo pensó.

Después de todos estos sucesos si tuvo un pequeño aprendizaje y ese era pensar antes de actuar, no importará que tan fuerte fueran sus impulsos, ella era demasiado impulsiva, no debia dejar que las emociones del momento la dominarán, de dejarse llevar por ellos vería todo destruido y no solo hablamos de cosas materiales.

Sino, de personas, sentimientos y por último siendo lo más importante de todo, ella misma.

En condiciones de peleas contra héroes y misiones de trabajo eso no era un problema, en esos casos podia dejar que sus impulsos fluyeran sin control alguno desbordando de su pálido cuerpo siendo que eso le da ventaja contra sus contrincantes pero, en sus relaciones sociales, no, era lo contrario, era una clara desventaja.