Octavo Capítulo

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- ¡Hijo de toda tu maldita y putisima madre, Flug! - grito Demencia que estaba corriendo tras el científico. -

Ese justo momento fue como una bomba atomica cayendo a tierra firme.

Demencia era esa onda expansiva de la Flug tanto escapaba con desesperación por que si lo alcanzaba pobre de él y de su cuerpo.

A Flug no le quedó de otra que utilizar un rayo que llevaba en su bata de mera casualidad para robarse un automóvil.

¿Que si pudo usar el rayo en Demencia?

Claro que si pero, no lo hizo por que a pesar de que esta loca y ahora parece tener algo raro hacía él tampoco por eso va a dañarla o lastimarla de ninguna manera.

Si ya estaba en lo obligación de hacerlo por su propio bien era distinto pero, aún no habían llegado a ese extremo.

Quería conducir a la mayor velocidad posible pero, a esa hora las calles estaban muy concurridas y eso le jugaba en contra.

Demencia iba saltando encima de los autos tratando de alcanzar el que estaba usando su compañero para alejarse de ella como una pequeña lagartija saltando de un árbol a otro.

El chico casi respiro con calma al notar que estaba a una calle de llegar a su destino.

Pensó un poco antes de hacer su intento de lograr entrar al lugar.

Acelero el auto lo más que pudo y logró esquivar varios otros en su camino, freno en seco y corrió a la entrada del lugar.

Una vez ahí adentro el sentía estar seguro.

Que ingenuo lograba ser en ocasiones.

Eso de creer que los demás podían actuar de la misma manera que él es exactamente lo que lo tiene en problemas justo ahora.

La chica vio a su compañero entrar a la clínica y sonrió de manera psicótica aterrizando en el carro que había sido su objetivo calles atrás.

Sin pensar en los efectos colaterales de lo que sus acciones podían provocar, lo que era natural de ella.

"Me encantaría volver a tener mi pelo natural de nuevo" - pensó Cecilia mientras intentaba trenzarse su cabellera de la misma manera que hacia en la escuela. -

Que podia imaginar ella el desastre que estaba por venir.

Estaba sentada en el suelo apoyando su espalda en los bordes de su cama.

Extrañamente había despertado de buenas, por eso se encontraba tan tranquila.

Hasta que de golpe escucho esa voz por la que tanto esperaba.

Dirigio su mirada a donde venia el sonido para confirmar si lo que había escuchado era correcto.

Sonrió y se puso de pie.

- Buenas tardes, Flugy. - lo saludo una vez estaba más cerca de él. - Que bueno es verte. - comentó. -

Él no podia negar que se sentia contento de verla mucho mejor, realmente notaba un cambio positivo en ella.

- Quiero decir lo mismo pero, tengo un mal presentimiento. - le respondió lo que provoco una mueca de extrañeza en la rosada. -

- ¿Es sobre mi? - le preguntó de inmediato. - Entiendo que he hecho mal muchas cosas pero... - se dio a explicar pero, él intervino. -

- No es sobre ti, - aclaró y ya estaba comenzando a sudar de los nervios. - y ojalá fuera sobre ti, - soltó y luego se arrepintió de lo dicho. - no quiero decir que solo espero cosas malas de ti, - trato de reivindicarse. - es que en serio creo que no debi de haber venido en este momento.

La chica detrás de esa pared transparente trato de entender mejor que le pasaba a su amigo y por que tenia su obvio ataque de nervios.

Se cruzó de brazos y soltó un suspiro.

- ¿Que haces acá si ese es el caso? - lo cuestionó, más no lo hizo de manera grosera sino, más como una duda que quería resolver. -

- Te dije que volvería, - contestó y eso hasta la ruborizo, parecia que aún después de tanto tiempo él seguía siendo el mismo. - y además, solo hoy podía hacer esto y también saber lo que aún te faltaba por decirme.

- Esta bien, - respondió ella. - ¿En que habíamos quedado? - preguntó al aire y justo en ese momento como en una película de acción un bus escolar atravesó la pared que estaba detrás de la rosada. -

El golpe provoco que él cubo de cristal que la tenia prisionera se rompiera dejándola libre por fin.

Seguido sonaron varias alarmas en todo el lugar.

- ¡Esta es mi venganza, Doc! - se escucho la imperdible voz de Demencia venir del bus. -

- Ya cagamos. - soltó Flug muerto de miedo. -

Ya podía ver como su compañera los encerraba en una jaula con hienas hambrientas a ambos solo por diversión.

- Tenemos que salir de aquí. - propuso Cecilia aprovechando el momento. -

Y vaya momento.

Adiós medicamentos, adiós límites de líquidos y comida, adiós encierro y adiós al aburrimiento de hacer lo mismo todos los días.

La chica tomo la mano de Flug y lo dirigió a la salida rápidamente.

Alrededor se veía todo el caos que había sido provocado.

Tal parecia que Demencia no solo atravesó una pared de la clínica con el bus sino, varias lo que hizo que todos los trabajadores entrarán en pánico por que muchos de los pacientes al igual que ella quedarían libres.

- Debiste haber dicho que querían matarte y lo hubiera comprendido. - le dijo Cecilia a Flug que intentaba correr al mismo ritmo que ella. -

- No pensé que llegaría a este punto, lo juro. - fue lo único que pudo decir tratando de conseguir aire. -

Salieron del lugar y ambos no sabían si logrado salir del caos o entrar a uno peor.

Cecilia miro a su alrededor par ver si lograba encontrar un camino más o menos seguro para alejarse de ahí mientras Flug recuperaba el aliento.

- ¡Solo espera a que mi hermoso Black Hat sepa de esto, idiota! - se escuchó la amenaza venir desde lo que quedaba de la clínica. -

Ambos tenían poco tiempo para volver a correr.

- Tenemos que correr de nuevo antes de que nos use como juguetes de perro. - anunció ella para echarse a correr y casi arrastrar al chico con ella. -

Cruzaron la calle con dificultad por los autos detenidos y aglomerados.

- Ayúdame tantito, Flug. - le pidió ella, no sabia en donde podían esconderse mientras Demencia concebía la calma milagrosamente. -

- Dame un minuto. - contestó y ambos se detuvieron. -

Él le soltó la mano y saco el rayo que llevaba en su bata, ya ni modo, iba a tener que robar otro auto ese día para escapar.

- No hagas nada, - le pidió. - yo me encargo.

Ella solo asintió con la cabeza.

Se puso a media calle y apunto con el rayo al primer auto que se dirigia a él.

La persona no la pensó dos veces cuando salió aterrorizado del automóvil.

El entró primero y abrió la puerta del acompañante para que Cecilia entrará.

- ¿Ahora que? - pregunto la chica sabiendo que a la mansión Black Hat no podían ir o por lo menos, ella no. -

- Solo confía en mi. - dijo él y echo a andar el auto a toda velocidad. - Estoy seguro que ahí Demencia no nos encontrará por ahora.

Cecilia respiro hondo esperando que eso fuera cierto.

Solo tenia que confiar en todo este ridículo y peligroso proceso por ahora.

Gente, lo logré, logre escribir aquí :)))) es corto pero, conciso, los quiero mucho ♡

Sin Tiempo | Demenflug x PaperheedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora