Sin Tiempo | Demenflug x Paperheed

Undécimo Capítulo

La frase hizo eco en su mente como cuando un montañés canta al borde de un inmenso cañón.

Cada vez que el eco volvía sonaba más fuerte.

Su medicación estaba saliendo de su cuerpo bastante rápido y su vieja manera de ser entraba lentamente en su cuerpo lo que iba a hacer que todo comenzará a ser como una bola de nieve que iba en bajada de una colina que cada que bajaba ganaba más fuerza y tamaño que podía terminar creando una avalancha que podía terminar enterrando varias cosas y personas.

Se quedó en silencio y decidió no responder a su acusación.

Tenia razón, habia sido muy pero, muy mala amiga y si es que era posible llamarse a si misma una "amiga" con la actitud que tuvo hacia quien era su único amigo.

- Con esto quiero aclararte que bajo ninguna circunstancia yo te haría el daño que tú me hiciste a mi. - recalcó, en este momento la adrenalina de lo que hizo a su compañera estaba causando que soltará tales cosas. - Pero, tampoco quiero que pienses que volvería a hacer las cosas buenas que en un pasado hice por ti, - le recordó y aceleró el auto de golpe provocando que la chica se asustara. - necesito respuestas y me las vas a dar siendo que tú eres la única con tal información.

Se le erizó la piel a Cecilia de oirlo así, le hizo creer que seguramente había lastimado a la chica de cabellera bicolor que estaba a punto de sacarles el alma por la boca.

Eso significaba que su querida y amada libertad se escaparía de sus manos más rápido que un suspiro saliendo de sus labios.

Le habia costado tanto salir de ese infierno, no podia y no quería volver.

- Goldheart me busco solo una vez, - habló después de tanto nervio, si iba a decirle lo que quería pero, iría por partes, iba a hacer lento todo para ver que opción tenia para vivir más o menos normal. - las demás veces que nos vimos lo busque yo, - mencionó y trago en seco, estaba muerta de miedo y la velocidad con la que iban no ayudaba. - me ofreció ser una heroina y que lograria tener todos los seguidores que quise, - le fue contando viendo al frente de ella la carretera por la que iban y sostuvo con más fuerza la arma que llevaba en mano. - a parte de que no te mentiré, físicamente me gustaba muchísimo y eso me hizo seguirlo aun más ciegamente. - confesó. -

El ambiente se sintió denso después de eso.

Su compañero quedo en silencio enfocado únicamente en la carretera que estaba frente a él.

Lo que no concordaba en esta historia es como él acudió a Cecilia.

Presentía que le estaba mintiendo, si bien él odiaba al héroe y el héroe lo odiaba a él eso era algo entre ellos, no fue algo público hasta después.

Pero, iba a escucharla, después de todo el no estaba obligado a creer todo lo que saliera de su boca.

- Opino que él sabia muy bien lo que sentía por él, - siguió con su historia. - y lo aprovecho para ganar un mejor status entre todos sus aliados por haber convertido una aspirante a Villana en una aprendiz suya, - destacó eso bastante como si esa fuera la razón por la que paso todo lo que pasó en esos tiempos. - siempre fue muy bueno conmigo, no puedo decir nada malo de él, - opinó dándole una incomodidad grndisima al de la bolsa. - pero, al final nunca fuimos nada y ahora estoy aqui.

- Tenemos suficiente tiempo para que me digas todo, - le dijo él bastante serio y casi sonando como una amenaza. - no escatimes los detalles que estoy dispuesto a escuchar todo.

- Ese bastardo de mierda. - se quejo Demencia que después de varios minutos por fin pudo hablar. - ¿Y ustedes que carajos ven? - insulto a alguna personas que pasaban por la calle y la quedaban viendo con extrañez. -