Diecinueveavo Capítulo

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"YA ESTOY HARTA DE TODO"

Mando Cecilia un mensaje al único contacto en el que realmente tenia confianza.

Parecia que las cartas no habían sido suficientes para someterla en su gran agonía mental, hoy la llamaron varias veces, las primeras llamadas no las contesto por que parecía ser un número privado pero, no dejaba de hacer sonar el celular así que se vio casi obligada a contestar.

Siendo que no aparecía el número, solo la llamada entrante no podia bloquearlo, lo que era más que molesto.

Contesto y lo único que escuchaba al otro lado de la línea era una respiración muy sonora, eso paso en al menos tres llamadas.

Lo realmente feo comenzó en las demás llamadas, una voz pre grabada parecía estar mencionando todo lo que le decían las cartas que le habían enviado a su departamento.

Pero, era una máquina, estaba de más intentar gritarle o pedirle que dejará de ponerle los nervios de punta.

Y así consecutivamente hasta que se vio obligada a apagar el teléfono por que era demasiado.

Demasiado ruido, demasiado miedo, demasiado peso sobre sus delgados hombros que con una pequeña carga más seguro se romperian y la dejarían en muy mal estado.

"No solo son cartas, ahora son llamadas, ¿Que hago ahora? Se que es inútil pedirte ayuda pero, en verdad no sé que hacer"

Envio un último texto por que la seguían llamando y ya no podia con eso, iba a terminar sacándole la memoria SIM al teléfono, tal vez así podia estar más calma.

El karma era una perra y no cualquier perra sino, una jodida gran danés con rabia que se negaba a dejar de molestarla.

Ya se estaba dando por vencida, ella no se sentia capaz de aguantar esto por una semana más.

Tomó aire, lo sostuvo unos segundo y lo soltó.

La idea de dejar la isla se volvía cada vez más tentadora, sin embargo no lo veía factible, si todo esto era en serio, si no era una broma de Demencia ni de nadie más que tuviera algo en contra de ella, eso era algo que no podia tener como opción.

Entrando a otra ciudad desde Hat Island la detectarian, no importaba si entraba de manera legal o no, estaba dejando la isla donde personas prófugas como ella estaban seguras, donde mayormente las leyes eran una broma y la justicia era casi inexistente, mudándose a otro lado las cosas no serian ni por cerca lo mismo cuando si hay leyes que regulan tantas cosas y si hay varios medios para hacer el bien.

"¿Que se supone que pueda hacer yo? ¿Como puedo mejorar mi situación?" - pensó con inmensa impotencia, se sentia incapaz de hacer algo por mas que quería. -

Un día más en el gran sombrero de copa, otro día sofocante en el que la pelo bicolor pasaba intentando matar su aburrimiento tan crónico como las posibles ojeras que tenía su compañero por tanto trabajo que tenia y por encima no tuviera ningún tipo de ayuda.

Si no fuera por que ella estaba tan molesta con él capaz y le hubiera ayudado un poquito pero, ya sabemos como están las cosas de tensas ahí.

Era como poner un comunista/ socialista que nunca ha vivido en un país que ha pasado por eso enfrente de alguien que tiene todas las razones más que justificadas de por qué ese sistema no sirve.

Esos dos individuos no se iban a entender de primas a primeras, eso era una gran mentira.

Entre ellos era exactamente lo mismo, no se entendían, la chica no iba a dirigirle la palabra siendo que lo considera un sordo por no haberla escuchado y en parte por que es demasiado caprichosa y odia admitir que él no le correspondió cuando ella quería.

Sin Tiempo | Demenflug x PaperheedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora