Decimo Capítulo

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- Aqui viene la más mala de todas, Hatetread. - anunció la chica como si fuera algún tipo de advertencia para todos los pobladores del lugar de lo que estaba por suceder. -

Corrió sobre la carretera como si anteriormente no lo hubiera hecho, iba como Usain Bolt, a toda prisa y sin cansancio alguno.

Miraba a su alrededor tratando de ver algun rastro de don bolsa o de la rosada psicópata que odiaba con toda su alma.

Bajo la velocidad con la que movia sus piernas cuando notó un auto todo golpeado parqueado afuera de una farmacia.

Se detuvo y lo observo mejor, se acerco con un poco de duda él pero, una vez sintió ese olor familiar.

Si, así era, con eso iba a dar con esos dos muy fácil, ella con su olor podía rastrearlo a unos cuantos metros.

Ese pueblo no era tan grande para que pudiera estar tan lejos de su alcance.

La pelo bicolor entro a la farmacia para sacarle información a la cajera, saber si había visto su compañero de trabajo con la rosada salir de ese auto.

- Hola mi querida zorra de los medicamentos. - saludo ella con tanta educación y formalidad a la empleada del lugar que la vio con bastante repudio por ese saludo. - Y antes de que me quieras devolver el saludo quiero aclararte que no vengo por ninguna pastilla de plan b o un tratamiento para hemorroides, - siguió hablando sin darle lugar a que la chica frente a ella pudiera hablar. - solo necesito saber si de pura casualidad no viste a un idiota con una bolsa papel puesta en la cabeza junto a una perra rosada. - le preguntó y justo cuando la chica iba a hablar de nuevo ella volvió a hablar. - Y con perra rosada me refiero a una chica que es literalmente de piel rosada. - le aclaró. -

- Primero, no soy una zorra, - le corrigió. - segundo, aunque lo fuera a ti que te importa señorita con pelo de niña con problemas emocionales, - le escupió y Demencia le retorcio los ojos por el comentario. - tres, si vi a dos personas así y parecían ir al comedor "El camionero feliz".

Con eso seria más que suficiente.

- Gracias por la ayuda, - le agradeció pero, no se iba a ir de ahí sin antes dejar su huella. - Esto es por lo que dijiste de mi cabello. - seguido le dio una fuerte patada a la vitrina que tenia frente a ella reduciéndola en añicos. -

- ¡Maldita loca bipolar! - exclamó histérica la cajera. -

Y lo que faltaba de destrucción al paso del huracán hecho persona que era la ojos bicolor.

- Honestamente ha sido una montaña rusa el día de hoy. - mencionó Cecilia mientras ella y Flug caminando hacia un hostal para pasar la noche. -

- Ni que lo digas. - la apoyó él. -

- No sabia que tu compañera podía ser tan caotica. - comentó y ella tomó su brazo a como lo haria una esposa a su esposo. -

El científico reaccionó a lo que ella hizo, en un tiempo pasado habían sido muy cercanos pero, obviamente esa sensación.

- Si te incomoda puedo soltarte. - sugirió ella al ver como se puso. -

- Esta bien, - le respondió. - no te preocupes.

Los nervios se lo estaban comiendo vivo, casi igual cuando su jefe le grita o le exige algo o también cuando teme que sus misiones salgan mal por algún pequeño detalle que paso por alto.

- Opino que este lugar es muy tranquilo, - dijo él pensando de repente que seguramente el peligro les estaba respirando en la nuca pero, ambos lo estaban ignorando por que querían mantener la calma. - sospechosamente tranquilo. - recalcó. -

Sin Tiempo | Demenflug x PaperheedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora