Sin Tiempo | Demenflug x Paperheed

Catorceavo Capítulo

- Estoy a muy poco de quitarte ese teléfono.  - amenazó el científico para de alguna manera provocar una emoción lo suficientemente fuerte para que le hablará. -

Dijo esto mientras conducia su preciada nave de camino a Atreno City para ir a confiscar unas cosas bastante importantes de P.E.A.C.E de las que Black Hat necesita que dejen de existir y si era necesario (que lo mas probable es que si se diera) deshacerse de todos los involucrados ahí.

Todo parecía llevar a que algún infiltrado o héroe llego a saber algo más sobre la organización, más de lo que los héroes debían saber por ahora de todos ellos y principalmente del demonio con un gran closet de influencia victoriana.

Desde que entraron a la nave ninguno de los tres cruzó palabras con el otro, hasta 5.0.5 parecia haberse visto afectado por el ambiente tan tenso que no quiso ni emitir sonido alguno de su boca.

En un tiempo pasado este ambiente hubiera sido un sueño pero, la manera en la que esto había sido posible, lo que había tenido que pasar para tener esa calma, ese silencio que envés de ser la cosa tan satisfactoria que anhelo por mucho tiempo era envés de eso algo muy tenso e incómodo.

Aquí podíamos aplicar a la perfección la frase de "ten cuidado con lo que deseas"

Era frustrante.

La chica bloqueó el celular, se levantó de su lugar para caminar a donde estaba su compañero para dejar caer el teléfono en su regazo.

El orgullo y lo dolido de la chica había llegado a ser algo tan asombroso en el aspecto que si a Flug alguien le hubiera dicho que después de ciertos acontecimientos ella se mostraría de esta manera se hubiera reído y burlado de quien fuera que le diera dicha premonición.

- Tu terquedad se volvió más alta que el ego del jefecito. - refunfuño con algo de decepción al ver su reacción sin soltar el mando de la nave. -

Si antes le era difícil tener el control de ella en las misiones, esta vez seria mucho peor.

De por si ya era complicado que ella lo escuchará y en estos momentos dudaba mucho de que le llegará a obedecer por lo menos unos segundos.

O al menos escuchar una sola palabra que venia de su persona.

Un suspiro de agotamiento se escapo de su boca preguntándose mentalmente la misma cosa una y otra vez como una canción que estaba en repetición.

¿Que diablos iba a hacer ahora?

La chica se cruzó de brazos sentándose en su lugar de nuevo.

Tenia indefinido cuando volveria a hablar y ser minimamente parecida a lo que había sido antes.

Pero, lo que si tenia claro era que hoy no iba a hacerlo, menos mañana y ya ni hablemos de la semana que viene, por ahora lo de aguantarse las ganas de gritarle o de si quiera mencionarle lo estúpido que le parecía había sido algo sencillo por que emocionalmente no se sentia con la suficiente felicidad irracional que solía manejar para andar de arriba para abajo molestando, mas bien, se sentia bastante decaída y salia de la mansión por que estaba obligada a hacerlo pero, de lo contrario no lo haría y pasaría en su celda todo el dia y noche.

Black Hat también hablo con ella muy seriamente después del incidente caótico que provocaron su celos que el cuarto del que se habia apropiado en ningún momento era suyo y que ella había sido una atrevida ya que él nunca le dio la habitación para que se diviertiera o algo así, en especial tomando en cuenta su actitud tan desastrosa que le había causado perdidas materiales muy significativas en toda Hatville.

Asi que ahora pasaba en el laboratorio todo el tiempo quisiera o no.

La celda que si era de ella era su único lugar privado, si podemos llamarlo así ya que el científico y todos sus robots tenían un acceso directo a ella.