capitulo 1

1.4K 112 27
                                    

Narrador omnisciente.

En un pequeño pueblo a las afueras del imperio empezaba el día de muchas personas, entre ellas un preciado tesoro celosamente protegido por una chica.

Kudo Shinichi recién se despertaba para empezar con su trabajo, siendo asistente del lord de las tierras.

Suspirando por dejar su tan preciada cama, se estiró un poco y viendo por la ventana tan maravilloso amanecer, como era siempre en Beika.

Narra Shinichi.

Tan bonita está la mañana y yo que debo de levantarme, pero que más Sele puede hacer? Tengo que ir a trabajar. Con pesar me levanté y me empezó a preparar, poniéndome mi ropa de trabajo y una gargantilla con una pequeña joya con mi inicial, hice la cama y terminado de acomodar mi bolso escuché un par de toques en la puerta.

–VOY!!– grite desde mi cuarto y cuando abrí la puerta vi a mi amiga Ran.

–Listo Shinichi? Hoy debemos ir temprano a...–

–Si Ran, buenos días para ti tambien ya casi estoy listo solo déjame ir por mi bolso– le sonreí y ella me miró levemente molesta.

Subí y tome mi bolso, dando una última mirada para ver si no olvidaba nada salí de casa junto a ran, cerré bien la puerta y empezamos a caminar hacia la casa del lord.

En el camino, ran y yo hablábamos animadamente, riéndonos y bromeando un poco...hasta que llegamos a una casa, se veía a varias personas, unas cuantas llorando y otras con una cara de pena o tristeza absoluta.

–A ellos también les pasó...–ran se veía un triste y su bella sonrisa desapareció.

–Cada día hay más y más desaparecidos, tu padre no ha podido dar con ellos?– pregunté reanudando la caminata.

–No...–nego con la cabeza– aún no da con su paradero y por lo visto casa día ponen más trampas o pistas falsas para despistarlo–

–Tranquila ran, pronto todo esto parara y esos Jovenes y señoritas volveran, el tío kogoto se encargara de ello (aún que no le tengo mucha fe)– trate de animarla.

–Tienes razón, tal vez papá pueda encontrar a esos muchachos– dijo más animada.

Últimamente han habido secuestros en el pueblo y pueblos vecinos, en cada secuestro siempre son Omegas sean mujeres o hombres, si ven que tienes algo peculiar o eres muy bello te toman desprevenido y te toman, hasta ahora varios han regresado y los que no...no se sabe dónde están...hay algunos rumores que dicen que los subastan a la nobleza o llevan a prostibulos, otros que van a parar a otro continente con destino desconocido.

–Aunque estoy algo asustada de que te pase algo, eres de los Omegas más codiciados que temo que te pase algo– ran me miró preocupada y con ojos cristalinos.

–No te preocupes Ran, no creo que— escuché unos galopes rapidos.

Casi llegando la casa donde trabajamos que de inmediato mi instinto me dijo que estuviera alerta y viendo a Ran ella también se puso alerta.

Viendo de dónde se escuchaba el galope vi un grupo, no más de 20, en caballo, sus ropas obscuras y con la mitad de su rostro cubierto, se acercaban peligrosamente rápido hacia nosotros. Ran y yo nos miramos un momento y empezamos a correr, estábamos casi cerca de la casa del lord...cuando uno de esos sujetos de caballo se nos atravesó.

Estábamos rodeado de ellos, mirándonos con burla con esos ojos repugnantes, ran y yo nos pusimos espalda con espalda. Un sujeto, de cabello largo y de un color plateado se bajó del caballo y se nos acercó. Nuestros cuerpos se pusieron tensos, tanto que incluso dolía.

La Joya De KaitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora