capitulo 8

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Narrador omnisciente.

Los días siguientes fueron lindos y un poco impresionantes para todos en el palavio. El príncipe y su secretario habían estado....coqueteando sin darse cuenta de ello. Kaito acompañaba a Shinichi a leer cuando acababan el trabajo temprano y creían a verlo visto darle regalos.

Por otra parte, Shinichi creí a ver avanzado mucho en la amistad con kuroba, era una amistad igual de cercana como la que tenía con Ran, incluso aún más cercanos que eso eran.

Lo único que le extrañaba era que le diera algunos regalos, en un principio kaito dijo que eran cosas para el trabajo como plumas, tinteros y unos hermosos separadores de libros, otros eran más como flores de colores azules. No le molestaba...incluso admite que le parecía agradable pero le extrañaba todo eso, aún así jamás negaría un regalo.

El juego de "encuentra y trapa a shinichi" se ha volvió algo más regular, a veces sale del estudio diciendo que irá a algún lado, suele ir al lugar que dice y vuelve rápido y otras veces ya no vuelve, así empezaría una búsqueda exhaustiva para que shinichi volviera al trabajo y no se lo dejara a kaito todo.

Disfrutaban del juego ya que se tomaban un rato de emoción y descanso del trabajo. A veces shinichi volvía al trabajo por voluntad propia, incluso avanzaba más que kaito en caso de dejar que buscará y cuando volviera vería todo lo que avanzo, en caso de que se negara a volver kaito lo chantajeaba y volvía al trabajo.

Incluso cuando volvían le daba alguna rosa, las cuales empezaba a coleccionar, y otras veces le daba alguna dulce no tan dulce, su amistad era realmente genial para ese punto.

Lo único que le molestaba era esa manía que tanto le había gustado a kaito hacer después del desayuno....

Narra Shinichi.

–Hasta cuando piensas bajarme?– mi voz era irritada.

–Cuando lleguemos a mi despacho– y su voz era muy animada.

–Y por qué tienes que cargarme hasta ahí?–

–Por que así no estaremos jugando al gato y al ratón hasta que te canses–

Suspiré en derrota y me acomode mejor en su hombro, desde hace días que hace esto, antes de empezar el trabajo y terminar el desayuno me carga en hombro y no me baja hasta llegar a su despacho o si estoy en un descanso llega a cargarme como un saco de patatas.

–Un día de estos te voy a golpear tan fuerte a ver si así se te quita está mania– lo amenace con cierto odio al estar siendo cargado como saco.

–Oh vamos kudo-kun, solo quiero que llegues al despacho a salvo...y si te pasa algo camino?–

–A que idiota se le ocurriría hacerme algo en un palacio lleno de guardias? En vez de pensar en eso bajame que puedo caminar solo–

–No, aparte ya casi vamos a llegar, relájate–

Su voz era tan alegre me molestaba tanto, así que como venganza le di un punta pie y un pellizco, obviamente se quejo pero aún así siguió avanzando hasta llegar a la puerta del despacho.

_Ya llegamos desesperado, no tienes por qué ser tan cruel conmigo– entramos al despacho y me bajo.

–Pues entonces no me estés cargando de esa manera– tome asiento y el también se sentó.

–Yo solo quiero ser bueno contigo y mira como tratas– rodé los ojos mientras sonreía divertido por el dramatrismo de kuroba.

La Joya De KaitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora