La Joya De Kaito

capitulo 46

Narrador shinichi.

Nos estábamos preparaba para salir al pueblo, ambos acordamos ir sabiendo que se haría un festival por la temporada de invierno.

Estaba ya en el séptimo mes de embarazo, tanto los vómitos y mareos desaparecieron pero mi apetito aumento lo cual no era algo de extrañar, al igual que solía estar más cansado pero nada de que preocuparse. Pero los demás síntomas le dieron a kaito.

Ejemplo: los antojos y los cambios de humor. Estos no le hacían sensible y lloraba a cada rato, no, estaba de malas o casi siempre pasaba de feliz, a triste y después enojado, pero esto se hacía menos fuerte si estaba a mi lado era, era bastante gracioso de ver.

-Cariño, ya estás listo?- pregunto kaito al entrar en la habitación.

-Si, ya voy- acomodo la estola sobre mis hombros y salimos.

Iríamos al pueblo para comprar algunas cosas para el bebé, también iríamos a dar una vuelta por el festival antes de regresar al castillo.

Cuando llegamos al carruaje kaito me ayudó a subir y casi de inmediato se acercó a mi lado, no sentía el frío por la estola así que estaba bien por el momento.

-Te sientes bien querido? No sientes alguna incomodidad?-

-Estoy bien kaito deja de preocuparte por todo- deje que acostara sobre mis piernas.

Recostó su cabeza muy cerca de mi vientre y lo acaricio -siento hostigarte tanto pero estoy preocupado por ustedes dos- acaricie su cabello y puse mi mano sobre la suya, siguiendo sus movimientos.

-Está bien, se que lo haces por nuestro bien- y en ese mismo instante sentí un moviendo en mi vientre.

Nuestros movimientos se detuvieron y ambos nos miramos sorprendidos -lo sentiste?- pregunté emocionado.

-Si....si lo sentí...hola pequeño soy papá kaito- se acercó más a mi vientre y dejamos mientras sus manos cerca de donde sentimos el movimiento.

-Fue grandioso...vamos amor hazlo otra vez- y lo sentimos, un pequeño golpe.

-Parece que le gusta la voz de mamá- reímos un poco y seguimos hablando al bebé y creo que kaito tenía razón, cada que hablaba el bebé de movía.

Ambos sonreímos emocionados y durante el resto del viaje nos encargamos de hablarle a nuestro bebé, que parecía adorar que le hablara.

Cuando llegamos a la entrada del festival kaito me ayudó a bajar del carruaje y le dio algunas indicaciones a los guardias antes de ponerse a mi lado.

Como de costumbre, me tomo de la cintura pero su mano tocaba mi vientre, cosa que me da ternura, por qué podía sentir su tacto y sabía que el se sentía al sentir el el movimiento del bebé y sabía que no dejaría de hacerlo, sobre todo ahora que estaba más feliz.

-Los amo- beso mi mejilla.

-Nosotros también te amamos- feliz empezamos a caminar.

No era el festival más grande que se celebraba pero era bastante animado, empezamos a ver las cosas que nos parecían interesantes y compramos algunas golosinas como siempre, kaito aprovecho para comprar algunas cosas para el bebé. Algunos nos reconocieron y nos felicitaron, incluso hubo algunos niños que se acercaron dándonos algunos obsequios, entre ellos unas bonitas flores que guardaría por bastante tiempo, tan lindos.

–Mira cariño, veamos y compramos algunas cosas- llamo kaito y vi la tienda.

–Vamos, quiero ver que podemos ir poniendo en el cuarto del bebé-

–Madre dijo que despues encargaríamos algunas cosas por catálogo antes de acomodar las cosas–

–Podríamos acomodar nosotros las cosas?–

–Creo que podríamos, eso sí, nada de esfuerzos grandes– me miró serio y yo reí cosa que no pude evitar, era lindo ver cómo se preocupaba así por mi

–Vale, lo entiendo, entremos a ver anda– tire un poco de su brazo y sonrió.

Entrando a la tienda fuimos directamente a las cunas, vimos de todo un poco, todas nos gustaban y nos parecían bien para nuestro bebé, pero al final nos decidimos por una cuna color blanca, con un colchón azul cielo y unos accesorios azules a juego.

También compramos guantes, gorritos y una que otra cosa para la habitación. Cuando acabamos las compras , que fueron bastantes a decir verdad, nos fuimos a comer algo antes de seguir con el recorrido, fuimos a uno de nuestros restaurantes preferidos donde nos recibieron con gusto.

La comida fue exquisita y después de tomar algo calienta seguimos dando una vuelta por el festival.

–Ven shinichi, necesito comprar algunas cosas por acá– me guío hasta una tienda donde le gustaba comprar ropa.

–Necesitas ropa?– pregunté extrañado.

–Si, algunas de mis camisas han desaparecido desde hace unas semanas...no sabes porqué?– me sonroje y mire hacia otro lado.

Desde hace unas semanas que he estado taman las camisas de kaito para hacer un nido, incluso he tomado las Sabas o cobijas que tenian nuestro los para colocarlos eñ en la habitación del bebé, no es queriendo pero no puedo luchar con mis instintos, aún que se que kaito tampoco está tan encontra, deja su ropa donde la pueda ver, incluso creo que ha ido al nido.

El nido se hace cuando el Omega está en cinta o está empezando su celo y ya encontrado su pareja, en mi caso al estar embarazado quiero un lugar donde mi bebé se sienta seguro y pueda cuidarlo, solo me detuve hace unos días al estar contento del resultado.

–Lo siento–

–Esta bien– me beso y entramos a comprar algo de ropa.

Kaito me consintió después de eso comprandome algunas cosas para poder comer o golosinas que se nos antojaban. Aún que el parecía el embarazado al comer cuánta chuche se le cruzará por el camino, pero no me quejo, yo también comía bastante por comer para dos.

Casi al anochecer todo mundo se reunió en la plaza para poder ver un espectáculo de magia y dar fin al festival, kaito me abrazaba y acomodaba la estola sobre mis hombros y mi vientre, tratando de que no tuviera frío, incluso me abrazo para darme algo de calor, no desaproveche y me recosté sobre su hombro para disfrutar del espectáculo.

En resumen de eso. Fue preciso y el mago encargado lanzo un montón de fuegos artificiales de todas formas y colores, incluso hizo parecer que bajaba las estrellas para el show, sin duda fue hermoso.