La Joya De Kaito

capitulo 6

Narrador omnisciente.

Al día siguiente, Shinichi se levantó antes de que saliera el sol, estaba tan emocionado que se despertó lo más temprano posible. Se dio un baño y después se cambió con su mejor ropa (kuroba le dio algunos de sus atuendos y jii-san encargó unos más para el), estaba impaciente así que bajo hasta las cocinas a desayunar ahí.

Algunos sirvientes ya estaban trabajando, los cuales lo saludaban amablemente cada que pasaba y el con una sonrisa los saludaba de vuelta, rápidamente llego, solo estaban pocos pero mejor así, preferiría comer en la cocina que en su habitación.

–Buenos días– saludo animadamente.

–Oh joven kudo, buenos días– saludo el Cheff.

–Lamento llegar así, pero hoy quería comer aquí...mi habitación es un poco solitaria, espero no molestar–

–Por supuesto que no, vamos siéntese en un momento serviremos nuestro desayuno–

Shinichi asintió y ya que estaba en las cocinas, ayudo un poco en lo que llegan los demás. Fue muy ameno el desayuno en la cocina, una vez terminando ayudo a lavar lo que ensuciaron mientras platicaba con los que quedaban en la cocina.

–Gracias por su ayuda y compañía joven Shinichi–

–El gusto fue mío, nos veremos después...su alteza me dijo que lo viera en su despacho– se despidió y con total calma fue hasta el despacho de kaito.

Estaba a tiempo y era un día tranquilo...oh pobre, si tan solo hubiera mirado bien se daría cuenta que lo estaban cazando.

Narra Shinichi.

Miraba por las gigantescas ventanas, viendo el hermoso día que estaba haciendo hoy, no se si era por qué estoy feliz pero jamás me pareció más hermoso el día.

Sonreí antes de sentir un escalofrío recorrerme por todo el cuerpo, me detuve un momento hasta saber de dónde me vigilaban....desde el techo, algo me está siguiendo. Mire de reojo y seguí con mi caminata, poco más lento que antes para enboscar a mi perseguidor.

Di una vuelta y espere en la esquina, pero nada...no había nadie, asome más la cabeza sin ver qué alguien se acercaba por detrás mío hasta que fue tarde. Me tomo por la cintura con firmeza he hizo una maniobra para después ponerme en su hombro de manera tan rápida que apenas sabía que era lo que pasaba.

Apenas iba a darle una fuerte patada para que me soltara hasta que reconocí el olor tan familiar que desprendía.

–Kuroba!! Por dios no me vuelvas a dar esos sustos o la próxima vez realmente te daré una patada!– di unos ligeros golpes en su espalda.

–Lo siento, quería asustarte un poco– su risa como siempre era risueña, aún que está vez denotaba más burla que lo usal.

–Un poco...pues ese poco casi me mata de un infarto– aprovechando que mi pierna quedaba cerca de su muslo di una patada lo suficientemente fuerte como para que le duela un rato.

–Ouch! Oye eso duele kudo...para ser tan lindo pegas fuerte– paro su caminata un momento para sobar su pierna.

–Y tu eres muy guapo como no creerse que te comportas peor que chico de 13 y 5 a la vez– contraataque y me acomode mejor en su hombro.