ESCLAVA
Addison
Desde que tengo uso de razón lo primero que hago al despertar cada 15 de Junio es ir a Woodland, el cementerio de Las Vegas donde enterraron a mi madre.
Fue el momento en el que yo tuve vida, el momento en el que ella murió. Nunca pedí explicaciones respecto a la razón de su muerte, sufro el castigo de cargar con ella en mi conciencia, sé que es mi culpa, era su vida o la mía y por supuesto ella deicidio por mí.
Cada día me hacen falta sus consejos, sus abrazos y su calor, me habría encantado crecer con ese amor incondicional de madre e hija.
Mi padre me traía aquí de pequeña y cuando tuve edad suficiente decidí hacerlo sola, para mí es importante poder estar sola, podrá parecer una locura pero se siente bien contarle sobre mi vida, es a quien le confío mis errores, a ella y solo a ella.
Paso allí dos horas, le dejo rosas negras que son mis flores preferidas porque no sé cuales sean las suyas y vuelvo caminando el largo tramo hacia el Strip.
Saco el teléfono que Tristan me dio al cual pedí que le conectaran el dispositivo que imposibilita el funcionamiento del gps por cuestiones básicas de seguridad. Una vez que envío el mensaje al pelirrojo me demoro media hora mas en llegar al Encore.
—Buenos días, tengo reservado el Eastside Lounge. —le indico a la misma mujer que se encuentra en la recepción cada vez que vengo
—Claro, como siempre está listo para usted señorita Dallas.
—Gracias.
El salón rojo me recibe con un desayuno completo y a su lado una llave con un bonito lazo también rojo. No tengo idea cuál sea el uso de esta llave, busco una respuesta y descarto posibilidades, como por ejemplo que sea de un auto por su forma, pero no logro llegar a una respuesta concreta por lo que llamo al dueño de todo esto.
La línea suena un par de tonos hasta que atiende y la imagen del pelirrojo ocupa toda la pantalla.
—Bonjour belle muse. Joyeux anniversaire.
«Buenos días bella musa. Feliz cumpleaños »
—Buenos días Tristan ¿Qué es todo esto? —le pregunto contenta de escucharlo.
—Votre cadeau, un joli petit déjeuner
«Tu regalo, un lindo lindo desayuno»
—¿Y la llave?
—Es mi otro regalo para ti. Haremos esto de las clases durante un largo tiempo así que compre la sala, es tuya, ya no tendrás que pasar por la recepción para anunciarte.
Su regalo es sorprendente, acostumbro a recibir cantidad de regalos costosos pero la originalidad, la intención y el detalle valen mucho más para mí que cualquier cosa costosa que yo misma sería capaz de pagar. Más allá de eso no caeré a sus pies por un regalo, puedo percibir que todo lo que está haciendo tiene segundas intenciones.
—Tu me regalas una gran e importante sala con dos pianos, obviamente la tomo y te agradezco pero me veo en posición de recordarte que hagas un esfuerzo por bloquear tus sentimientos hacia mi. —bromeo, o quizá no.
—Todo a su tiempo, ya veras que tarde o temprano terminaras en mis brazos y para ese entonces me gustaría que sepas tocarme bellas melodías como las que tú me inspiras.
—Te advertí que no te enamoraras, lastima que mi advertencia no llegó a tiempo.
—Tu mirada va más rápido que tus palabras belle muse.
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Indelebles
Teen FictionLas Vegas es un lugar donde la línea entre los buenos y los malos es completamente invisible, un lugar donde todo vale. Ella es la tentación vuelta mujer. La menor de las Dallas sabrá aprovechar la belleza y elegancia que distingue a su linaje, logr...