Indelebles

Capítulo 22

ADVERSOS

Addison

Evan es todo lo que Jaden no. 

Y no sólo en tanto al físico rubio y de ojos claros, sino también en personalidad. 

Más allá de la fantasía de vivir en Las Vegas, tuve que asistir a una escuela como el resto de las personas. El instituto admitía exclusivamente a alumnos con apellidos de renombre, porque realmente eran los únicos que podían pagar el dineral que costaba. Hijos de políticos y dueños de empresas líderes que prometían un futuro tan impecable como el de sus padres.

Nunca fui una niña sociable, no tuve ni una amiga a lo largo de todos mis años de estudio, todos sabían que mi padre no hacía negocios legales y por eso nadie se me acercaba. A lo que ellas llamaban desprecio, yo le llamo envidia. 

No sufrí al respecto, no valía la pena, al colegio asistía para estudiar y el Viernes por la tarde lo primero que hacía era tomar un vuelo hacia Las Vegas donde me esperaban con ansias.

El día que Evan entró al instituto vino directo a mí, se sentó a mi lado y nunca se fue de allí. Con el tiempo nos volvimos inseparables, tampoco nadie intentaba acercarse a él, simplemente por estar conmigo, pero eso no parecía ser un problema para él tampoco. 

Hacíamos todo juntos, exceptuando Las Vegas. Lo invité en una ocasión y no fue precisamente divertido, Jaden lo detestaba, se mantuvo distante los días que Evan estuvo allí y por eso decidí no mezclar ambos mundos.

La desaparición de Jaden me quebró por completo, Evan me mantuvo en pie, estuvo para mí durante días y noches de llanto. Poco tiempo después me confesó lo que le pasaba, a mí nada me importaba demasiado si se trataba de sentimientos y en alguna ocasión demasiado cursi como para describirla acepté ser su novia. 

Crecimos y experimentamos juntos, luego de acostarnos por primera vez me volví asquerosamente distante, él no lo merecía, fue el niño más dulce y cuidadoso conmigo pero eso me causó rechazo. No lo disfruté, no lo veía de esa manera, Evan me había dedicado demasiado tiempo y yo era una desgraciada rechazándolo pero tampoco me importaba romperle el corazón si se trataba de la verdad.

Nos distanciamos hasta que él se puso en pareja con alguien que conoció en uno de los clubes a los que asistía después de clases, con los sentimientos a un lado recompusimos nuestra amistad.

—¡Princesa! —baja por las escaleras directo a mí.

—¡Evan! —corro hacia él para que me tome en brazos.

Comprendí que lo adoro y quiero tenerlo en mi vida, es una persona externa que siempre me trae una mirada bastante diferente a la mía devolviéndome algo de realidad y mucha felicidad también.

—Te he extrañado, creí que vendrías para mi cumpleaños.

—La constructora se encuentra trabajando día y noche, sin descanso, tu familia se expande a pasos agigantados.

—Si lo sé, las cosas van por un excelente camino.

En cuanto establecimos nuestro noviazgo nuestros padres deseaban conocerse y se volvieron increíbles socios, hace años que la empresa del padre de Evan es la que se encarga de levantar los hoteles de la cadena.

—Eso parece y me alegra mucho.

—He venido a buscarte pero debemos apurarnos, has escogido una fecha sumamente complicada para hacer tu visita.

—¿Semana de peleas? —pregunta conociendo respecto a lo que me refiero.

—Exacto, y se espera al doble de público que la última vez, así que será algo intenso.